A mi amigo.

Te quiero infinito. Como el cielo de noche, así te quiero, tú allá y yo acá. Por circunstancias atemporales y asincrónicas deberé quererte desde la Tierra viéndote a ti cerca de alguna constelación. Y aunque no esté contigo tomando tu mano blanca ni viendo tus ojos de colores grisáceos y azulados ni yendo con mis chistes y torpezas a tu lado; aun si dejaras de saber de mí y siguieras tu vida recordándome de vez en cuando —cada vez más como un vestigio—, yo te seguiré queriendo infinito, y tal vez cuando tú me pienses yo te esté pensando y será eso nuestro pequeño secreto para seguir separadamente cerca. Si pasaron los años siendo tú tan cielo y yo tan Tierra, tú tan lejos sin que nuestras pupilas se hayan mirado de nuevo, tú con una mujer amarilla Sol y un bebé azul como tú, yo, con más canas que azul, te seguiré queriendo infinito.

 

 

 

CONTACTO WEB                            CONTACTO EN FACEBOOK