Las plantas son seres vivos. Esto se estudia y aprende en las primeras etapas educativas en las asignaturas.

Ahora bien, ¿qué supone esto?

La inteligencia vegetal trata de dar respuesta a esta cuestión y encontrar un conocimiento aplicado.

Un reciente estudio preliminar publicado en la revista Frontiers in Sustainable Food Systems ha dado un paso más en este conocimiento.

El equipo de científicos de Brasil metieron en una jaula de Faraday plantas de tomate y los conectaron a los extremos de las plantas, el punto en el que se conecta con el fruto.

Con el objetivo de identificar patrones de respuesta entre ambos elementos del tomate, dejaron que una serie de orugas (Helicoverpa armigera) atacaran a las plantas y midieron la reacción de planta y fruto ante esta situación de emergencia.

Hasta ahora, se habían registrado indicios de comunicación entre las hojas y el centro del tallo, de modo que en caso de ataque, la planta como un ente único pueda reaccionar.

El experimento confirmó que el tomate alerta al tallo del ataque, de modo que la planta pueda preparar y proteger a otras partes de ese enemigo detectado.

¿Cómo son las respuestas de una planta ante un ataque?

Bioquímicas, concluye el estudio.

Una de las sustancias detectadas es el peróxido de hidrógeno que apareció en otras partes del vegetal después del ataque.

Las plantas utilizan este subproducto de la fotosíntesis en los cloroplastos para protegerse de los rayos demasiado brillantes que pueden perjudicar su proceso de fotosíntesis, además de como sustancia potencialmente peligrosa si otro animal (personas incluidas) lo inhalan.

Los científicos se muestran cautos con los resultados obtenidos, aunque esperan poder confirmar estas conclusiones con experimentos similares aplicados a otros frutos y plantas.

businessinsider.mx

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