Las neurítas, son prolongaciones de las células nerviosas que conducen los impulsos de las neuronas, conformando la neurofisiología morfológica del cerebro. Una neuríta realiza la interacción de cualquier proyección extracelular e intracelular compleja del soma o pericarion del cuerpo celular de la neurona, desarrollándose desde la gestación.
El científico estadounidense, geólogo de formación, experto en biología sobre vertebrados e invertebrados, biología molecular, matemáticas e informática, Gregg Braden, reconocido filósofo científico y estudioso de los comportamientos espirituales, ha explicado en una conferencia reciente en el Flow Summit 2021, que las neurítas del sistema cerebral, se encuentran también en el corazón, agrupadas en más de cuarenta mil células que manejan el lenguaje de las emociones; Gregg, ha dicho también, que las tradiciones espirituales de miles de años, se basan en éste principio. Braden, quien ha recorrido diferentes culturas originarias en el orbe, estudiando sus comportamientos milenarios, ha referido que el corazón y el cerebro están estrechamente vinculados en las emociones, siendo bastante probable que en cada órgano y en todo el sistema se encuentren actuando estas neurítas: “el cerebro recibe las instrucciones de los diferentes órganos, y estos órganos le dicen al cerebro cuando requieren acciones específicas”, entonces el cerebro dirige sus acciones sobre ese órgano; cuando emocionalmente, el organismo recibe impactos externos que le afectan el estado de las emociones, estas se desequilibran, y el cerebro envía sucesivos mensajes al sistema que impactan en la salud, somatizando hacia diferentes partes del organismo; éste consciente e inconsciente del individuo y su entorno, es en ocasiones difícil para el ser humano detectarlo, y, es entonces, cuando se presenta un alto porcentaje de padecimientos, que de no tratarse adecuadamente, estos factores externos que involucran con el todo al individuo, los medicamentos en la mayoría de los casos, sólo retendrán los efectos pero no curaran la causa que provoca el entorno y el contexto, para ello se requiere sanar el organismo a través de oportunidades de desarrollo social.
¿En dónde se encuentran las pruebas de la existencia de la entidad supra-individual?, se ha preguntado el psiquíatra suizo Gustav Jung, y se ha respondido: “observando los mitos y las leyendas de todos los pueblos que conforman los países.” Carl Gustav Jung, médico, psicólogo y ensayista, también ha mencionado: “así, descubrimos una serie de temas establecidos que se repiten en diferentes épocas y posiciones geográficas; esos mismos temas, los encontramos en los sueños de cada individuo.”
En el inconsciente hay más. Menciona Jung, en una de sus obras filosóficas: “Debajo del inconsciente personal se hallan las capas aún más profundas y oscuras que atesora la memoria biológica de la especie, los impulsos para llevar a cabo ciertas acciones y el programa heredado de determinados comportamientos cuya motivación no es consciente: éste inconsciente colectivo es común a todos los hombres.”
Dentro del inconsciente colectivo, los Obispos católicos mexicanos y otros dirigentes religiosos, reprueban con firmeza y de manera enérgica, la Ley aprobada por la mayoría de diputados de la LXV Legislatura de Veracruz, y, en general la que se busca establecer en el país, para que el Estado a través de una disposición legislativa, reglamente y permita a su sociedad, atenderse en los hospitales públicos y privados para la expulsión instrumental “voluntaria” inducida, hasta las doce semanas de una gestación; ésta aprobación creada desde la mirada del Estado, lleva consigo una serie de efectos concretos evidentes que carecen de fundamentos científicos, humanos y bioéticos sobre la preservación de la vida, principio fundamental de la existencia; no es desde luego, ésta acción, la estrategia correcta para la mitigación en general de los embarazos no deseados o involuntarios; con ello, el Estado hace de lado las estructuras sociopolíticas y culturales, pretendiendo ocultar la realidad que subyace dentro de las sociedades; las máscaras de la intransigencia moral, que no han podido los gobiernos controlar desde hace mucho tiempo, con métodos de concientización; para ello, es necesaria una intensa difusión de propaganda y promoción de la salud sexual y reproductiva, que durante años ha sido un fracaso, pero reportada en estadísticas falsas por los entes encargados de ello, como logros alcanzados, que mienten y socavan los programas de salud, afectando severamente a las sociedades; esto debido a la incapacidad de normar y regular de forma eficiente y suficiente a través de métodos preventivos y con difusión a gran escala; los efectos sociales de los actos sexuales que en este país carecen de estrategias demográficas preventivas, ordenadas y programadas para el control y prevención de enfermedades de transmisión sexual, así como de los embarazos en edades tempranas, que, como es natural, en la adolescencia, durante la evolución del organismo, en un estado inconsciente-fisiológico, emerge el deseo y la atracción sexual por instinto, asunto que asusta a muchos que pretenden ocultar, aunque lo saben, lo hacen y lo practican ante una sociedad condescendiente. Y, es ahí, en donde el Estado como Estado debe de actuar, en la difusión de la prevención, que ha sido el eslabón crítico de diversas instituciones gubernamentales, principalmente las de salud y educación, afectando la estabilidad de la convivencia armónica de la sociedad, ya que debido al “pudor” por las propuestas de dar a conocer la formación y desarrollo de las personas, existe indiferencia de las instituciones; la forma en que se desarrollan los organismos, -si se tiene la oportunidad de vida de escalar cronológicamente las edades-, es necesario y conveniente tener en ello el conocimiento de que, en efecto por instinto y condición fisiológica, a través de diversas glándulas, las emociones, los sentimientos y la psique, se produce el deseo y la curiosidad de la atracción e impulso sexual; hágasele como se le haga, difícilmente se van a evitar; es ahí en donde se debe de actuar con la culturalización del conocimiento preventivo y de cómo funciona el cuerpo de los demás seres vivos en la interacción de los unos con los otros y su entorno. El papel trascendente de la información y la prevención, para la racionalización, permitiría mitigar la incidencia de relaciones sexuales sin la debida protección, lo que estudios sociológicos han demostrado, que por naturaleza de los escenarios sociales, en un alto porcentaje es también una forma de rebeldía o pretendido escape del contexto familiar, su entorno y sus valores, así como de las necesidades económicas primarias no resueltas por el Estado.
Sintácticas
De Nicolás Maquiavelo, en su obra: Discurso sobre la primera década de Tito Livio (59 a.C. Patavium):
Aunque por la natural envidia de los hombres haya sido siempre tan peligroso descubrir nuevos y originales procedimientos como mares y tierras desconocidos…por ser más pronta la censura que el aplauso para los actos ajenos, sin embargo, dominándome el deseo que siempre tuve de ejecutar sin consideración alguna lo que juzgo de común beneficio, he determinado entrar por la vía que, no seguida por nadie hasta ahora, me será difícil y trabajosa; pero creo que me proporcione la estimación de los que benignamente aprecien mi tarea.
Si la pobreza de mi ingenio, mi escasa experiencia de las cosas presentes y las incompletas noticias de las antiguas hacen esta tentativa defectuosa y no de grande utilidad, al menos enseñaré el camino a alguno que con más talento, instrucción y juicio realice lo que ahora intento, por lo cual, si no consigo elogio, tampoco mereceré censura…
Friedrich Nietzsche. Eine Sylvesternacht –Una Noche Vieja-, for violin and piano (1863):