El cuerpo sin vida del arzobispo, Hipólito Reyes Larios es velado en la catedral metropolitana ubicada en el centro de esta ciudad, y ante la afluencia de feligreses que se esperan de diversos municipios para darle el adiós, el gobierno de Veracruz apoyará con la logística e infraestructura, indicó el director de Asuntos Religiosos, Sergio Ulises Montes Guzmán.

El funcionario estatal se reunió al mediodía de este domingo con autoridades sacerdotes de la Arquidiócesis de Xalapa a fin de coordinarse y ofrecerles el apoyo de logística e infraestructura por parte del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

De acuerdo a la información proporcionada por los presbíteros, el cuerpo del Arzobispo arribo a las 16:00 horas de este domingo a la catedral.

“El cuerpo de Monseñor va a llegar para proceder a su velación en la tarde y noche de hoy, y mañana de mañana. El lunes a la una de la tarde será la misa exequial en catedral y se procederá a sepultarlo en la catedral” explicó el funcionario del gobierno de Veracruz.

En previsión a la visita de fieles, a partir de esta tarde de domingo el gobierno de Veracruz colocará vallas en las inmediaciones de la catedral y dentro del edificio religioso para controlar el tránsito de personas, y evitar conglomeraciones.

Refirió que se espera la llega de autoridades de otros municipios, así como líderes religiosos de otros estados de la República Mexicana.

“Ocupó comisiones importantes dentro de la iglesia católica; dentro de la Conferencia del Episcopado Mexicano era bastante respetado y siento que si habrá gente de otros estados, por lo menos los 8 obispos de Veracruz estarán presentes”, indicó Montes Guzmán.

Tras la muerte de Reyes Larios, se espera que el sacerdote Rafael Palma Capetillo asuma el cargo de arzobispo auxiliar en los próximos tres meses, en tanto el Papa Francisco envía un nombramiento oficial, de quién será el próximo arzobispo de Xalapa.

Con fuerte aplauso despiden al Arzobispo Hipólito Reyes Larios en Catedral de Xalapa

Con un aplauso los feligreses que asistieron a la homilía dominical, despidieron al arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, fallecido esta mañana de domingo en esta capital.

«Sabemos del gran cariño que nos tenía y desde el cielo seguirá intercediendo por cada uno de nosotros», expresó el presbítero Roberto Reyes Anaya, quien tomó su lugar en la ceremonia religiosa.

El sacerdote pidió por el eterno descanso de su alma y destacó que a lo largo de su ministerio fue un hombre incansable y a quien siempre se vio con una sonrisa y gesto de amabilidad.

Recordó a punto de las lágrimas, que Reyes Larios quería celebrar su cumpleaños 75, sin embargo tuvo prudencia debido a la pandemia de Covid-19.

El religioso sumamente contrariado, agregó que por ello se pensaba celebrar el cumpleaños el próximo domingo 15 de agosto, que era más cercano al día 13 de su onomástico.

Dijo que es en estos momentos en que es necesario acrecentar la fe en Cristo y la resurrección porque es lo que va a dar sentido a la vida presente y esperanza en la vida eterna: “Agradecemos a Dios todo lo que por medio de Monseñor Polo nos concedió”.

Destacó la importancia de Reyes Larios a su paso por el Ministerio Sacerdotal, el Presbiterio de la Arquidiócesis de Xalapa, como formador de sacerdotes en el extranjero, en el Colegio Mexicano, como Rector del Seminario y Obispo Primero de Orizaba, hasta llegar al Arzobispado de Xalapa.

“Recordar a un Arzobispo y sacerdote es pensar en todo el bien que hizo, cuantas confesiones, eucaristías, cuanto desgaste en favor de la salvación de las almas, hablar del Arzobispo es hablar del pastor incansable”.

Reyes Anaya agregó que en los últimos días Reyes Larios trató de dar solución a todos sus pendientes, como la ordenación de sacerdotes, y nunca se le vio cansado, siempre con una sonrisa, un gesto de amabilidad y a nadie apartaba de su presencia, “así es el pastor, así es Dios cuando quiere expresar amor y salvación”.

Finalmente indicó que Reyes Larios ya está en presencia de Dios y ahora aquí tenemos que seguir adelante, como hoy domingo lo dice la palabra de Dios: “la tristeza, el dolor, la enfermedad, la misma muerte, no puede pararnos”.

 

AVC/Verónica Huerta

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