Culiacán, Sinaloa.- Tras reconocer que el combate al delito de homicidio en el país es lento, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, volvió a insistir que la violencia no se combate con la violencia porque no es humano y no es su estilo de gobernar.

En su tradicional conferencia mañanera, dijo que sus antecesores, los gobernantes conservadores, “autoritarios fascistoides”, eran proclives a la violencia, pero ahora en su gobierno la forma de trabajar es diferente.

Puso como ejemplo de la política de la paz la decisión que tuvo de liberar al hijo de Guzmán Loera, la que se fundamentó en el hecho de que si hubiera procedido habrían muerto más de 200 inocentes: “Tengo mi conciencia tranquila”.

A la mitad de su administración aseguró que la violencia se combate atacando las causas que la provocan, y enumeró una lista de programas sociales que se entregan a la población, con los cuales, aseguró, se pone atención en los adultos mayores, campesinos y principalmente en los jóvenes, olvidados por otras administraciones, para que no los enganchen y pasen a formar parte del ejército de reserva de la delincuencia.

Dijo que en estos tres años ha habido una disminución significativa del delito de secuestro o robo, por ejemplo, no así en homicidios, en donde el avance ha sido menor.

Mencionó que de acuerdo al INEGI en 2018 hubo 36 mil 685 homicidios; en 2019 fueron 36 mil 661; en 2020 hubo 36 mil 579 y en lo que va del 2021 “Consideramos que vamos a bajar más, ya se detuvo y ahora vamos hacia abajo”.

E insistió: “Nos ha costado, estaba muy arraigado, lo dejaron crecer”, y ubicó dos causas de fondo para la delincuencia en el país: Corrupción y complicidad entre autoridades y delincuencia, y en segundo lugar el abandono de la gente y la falta de atención al pueblo por parte de los gobiernos.

En este sentido el titular del Ejecutivo federal reconoció como un “desafío reducir número de homicidios en el país”.

AVC

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