Fue una reunión horrible para Hugo López-Gatell. El tema era la tercera ola de contagios y de qué forma combatirla, más allá de lo que se dijera públicamente. Se trató de una junta especial con algunos integrantes del gabinete (los VIP), encabezados por el Presidente López Obrador. Pasó lo que nunca: AMLO golpeó en la mesa e interrumpió al Subsecretario para exigirle que les hablara claro y sin palabras adornadas. “Me tienes cansado”, le dijo. Todos callaron.

Nunca antes el tabasqueño se había referido de esa manera a López-Gatell en alguna reunión. Y es que el encargado de manejar la pandemia en nuestro país dejó claro, ante todos los ahí presentes, que carecía de estrategias contundentes para contener el aumento en los contagios.

A la reunión no asistió Claudia Sheinbaum, tampoco Marcelo Ebrard. Pidieron permiso al Presidente para enviar a un representante de confianza, pues ninguno de los dos quiso escuchar a López-Gatell. “Y es que en la última ocasión Claudia y Marcelo le dieron con todo a Hugo”, me dijo un Secretario asistente a la junta en Palacio Nacional. “De haber estado presentes, tanto Claudia como Marcelo habrían disfrutado la repasada que el jefe le dio al Doctor”.

Y es que si bien es cierto AMLO había defendido en todas las reuniones a López-Gatell, incluso ante sus “presidenciables”, en esta ocasión el tabasqueño se mostró exasperado, interrumpió la junta, tomó agua, y por más que intentó evitarlo, acabó recriminando al zar del coronavirus su falta de pericia para otorgarle respuestas claras.

“Te voy a seguir respaldando en público y ante los adversarios, pero quiero decirte que esto no tiene pies ni cabeza. En este momento yo decido que las clases se reanudan en agosto y también, que las vacunas para menores de edad no serán prioridad, hayas dicho lo que hayas dicho, cada vez menos gente te cree, no hagas que yo sea uno de ellos”, dijo AMLO mientras Hugo López-Gatell buscaba interrumpirlo sin éxito.

Y es que AMLO no remueve a su encargado de la pandemia por orgullo propio, porque no le gusta aceptar que se equivoca, porque él, simple y sencillamente, no comete errores. “Yo no pedí ser el responsable del manejo de la pandemia, señor, pero siempre estuve preparado para una responsabilidad así, más aún cuando usted confió en mi”, balbuceó en algún momento incómodo el Subsecretario.

Hugo López-Gatell pasó del estrellato, (y la portada en la revista “¡Hola!”), a perder el respeto de casi todo el gabinete de AMLO, con la clara excepción de su mentor, Jorge Alcocer. Lo único que sostiene (con alfileres) al encargado de la pandemia y su lastimado prestigio, es por un lado, la terquedad del Presidente, y por otro, que nadie en la estructura gubernamental de confianza se atreve, (ni por asomo), a intentar recoger el tiradero que han hecho.