El Presidente López Obrador acaba de anunciar que de los 100 compromisos que hizo durante su toma de posesión, ya cumplió con 98 y sólo le quedan pendientes dos. Es primera vez en la historia de las naciones y creo que será la última, que un Presidente promete tanto y cumple el 98 por ciento… ¡en dos años siete meses!

Aunque esto no es nuevo. El 1 de diciembre anterior aseguró: “De 100 compromisos presentados hace dos años en el Zócalo hemos cumplido 97. Sólo están pendientes o en proceso tres: descentralizar el gobierno federal, impulsar el desarrollo de fuentes de energía renovables mediante la rehabilitación de las hidroeléctricas y conocer la verdad acerca de los jóvenes de Ayotzinapa. Y en eso estamos”.

Andrés Manuel es increíble; ni Kaliman en sus buenos tiempos.

Esto quiere decir que ya le dio atención especial a los pueblos indígenas como lo prometió en su compromiso número 1. Ya atendió a todos los mexicanos como señaló en el punto número 2 y siguen funcionando las estancias infantiles, que fue su compromiso número 3.

También quiere decir que ya están en funciones y repletas de estudiantes las 100 universidades Benito Juárez y va de pelos el impulso a la formación artística desde la educación básica. Sobre todo el apoyo a los creadores y promotores culturales que fueron sus compromisos 7 y 8.

A quienes chillaron como plañideras por el presunto recorte presupuestal a la ciencia, el Presidente les calló la boca al cumplir su compromiso número 9 con apoyos a la investigación científica y tecnológica. Lo del recorte no fue tal, sino un ajuste presupuestario. Luego entonces no chillen.

¿Y qué me dices lector de su compromiso número 11 de apoyar con trabajo vivienda y servicios públicos a los damnificados por los sismos? Todos tienen chamba y casa con agua, luz y drenaje. Los que veas durmiendo en carpas y en la calle no son damnificados, sino resabios de los plantones zocaleros del FRENAAA.

Y ni hablar del programa de mejoramiento urbano de colonias marginadas en Tijuana, Mexicali, San Luis Río Colorado, Nogales, Ciudad Juárez, Acuña, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, que comenzó el primer día de su gobierno. Si las ves ni las conoces de lo chulas que quedaron (oh sí). Ese fue su compromiso número 12.

El derecho a la salud (compromiso número 13) es una realidad inobjetable. Basta ver lo eficientes que son clínicas y hospitales abastecidos al 100 por ciento de medicamentos. Dentro de poco será Dinamarca la que desee copiarnos.

Su compromiso número 20, la entrega de fertilizantes, era algo soñado por los productores del campo que ahora siembran y cosechan como en el primer mundo. Aquellas decenas de miles que protestaron argumentando que los fertilizantes eran pésimos y les echaron a perder sus cosechas, ni siquiera han de ser campesinos.

Los que no caben de felicidad son los habitantes de las comunidades mineras a los que les están transfiriendo el dinero de los impuestos que se cobra a las empresas por la extracción del mineral. Ya no saben qué hacer con tanta lana. Ese fue su compromiso 27 cumplido sin duda a cabalidad.

Otro compromiso cumplido es el 29. Prometió que no aumentaría el precio de la gasolina, el gas, el diésel y la energía eléctrica. Y como todo mundo se habrá dado cuenta cuando le llega el recibo de la luz o llena el tanque de la gasolina, el Presidente tiene palabra.

El nepotismo, amiguismo e influyentismo son cosa del pasado. Cuitláhuac García y su banda son ejemplos de que ahora los políticos se conducen bajo la bandera de la austeridad republicana, con lo que cumplen al pie de la letra el compromiso número 34 del Presidente.

Y así me podría seguir, enumerando en su totalidad los 98 compromisos que ha hecho realidad Andrés Manuel, pero sería de pésima educación abusar del espacio que me dan en los medios.

Quizá preguntes lector, bueno y qué onda con la violencia que prometió erradicar en dos años, con el crecimiento al 7 por ciento, con los dos millones de empleos para el 2020, con el “ya domamos la pandemia”, con las medicinas para los niños con cáncer, con la protección a las mujeres violentadas, con los 131 mil 325 menores que ha dejado huérfanos la pandemia y a los que ni siquiera ha mencionado, con… con… con…

Y quizá los defensores del tabasqueño repregunten. ¿Esas minucias son parte de sus 100 compromisos? ¿No? ¿Entonces?

Andrés Manuel ya cumplió con casi todo lo que prometió en el Zócalo… según él. Ya la hizo y en tiempo récord porque le están sobrando dos años y cinco meses de su sexenio. Ya puede si así lo desea codearse en vida con Juárez y Madero, con la seguridad de que le espera para la posteridad un nicho cerca de ellos en el altar de los grandes héroes de la patria y de la historia.

Ora pues, sí ajá. Cómo no.

bernardogup@nullhotmail.com