Un reciente estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) ha descubierto una parte del cuerpo de una planta que todavía no había sido declarada llamada cantil, que está conectada al tallo en uno de los extremos y que “cuelga en el aire para sostener el tallo con flores, similar a la función de un voladizo en ingeniería estructural”, según recoge Europa Press.

Se trata de la planta denominada Arabidopsis thaliana, conocida como berro de thale, que para muchas personas puede pasar desapercibida. Sin embargo, es una hierba muy analizada por los científicos para comprender cómo crecen y se desarrollan las plantas.

¿Por qué se desarrollan los cantiles?

“El desarrollo del cantil es más fuerte en los primeros nudos después de la transición de la inflorescencia vegetativa a reproductiva, mientras que la magnitud y frecuencia del cantil disminuyen acropetalmente. Los cantiles se desarrollan en accesiones de Arabidopsis de tipo salvaje como consecuencia del retraso en la floración en días cortos”, explican los autores del estudio. En cambio, la “formación del cantil se observa en días largos cuando la floración se retrasa por mutación nula del regulador floral”.

Pero, ¿cómo no se habían estudiado los cantiles durante tanto tiempo? En primer lugar, como explican los científicos, los cantiles son extraños y únicamente se desarrollan bajo ciertas condiciones que permiten que la floración se retrase. Asimismo, “algunas cepas populares de Arabidopsis tienen mutaciones genéticas que las hacen incapaces de producir cantiles en absoluto”.

“Observé los cantiles por primera vez en 2008. Inicialmente no confiaba en ninguno de los resultados y pensé que debía ser un artefacto de contaminación genética, quizás combinado con la contaminación ambiental del agua, el suelo, los fertilizantes o incluso el suministro de aire del edificio”, explicaba el doctor Timothy Gookin, investigador que trabaja en este estudio, en declaraciones recogidas por Europa Press.

¿Cuáles son los resultados de la investigación?

Sin embargo, el doctor Gookin trató de demostrar que estos cantiles son naturales y no una consecuencia de la mutación o la contaminación. Tras más de una década de experimentos pudieron llegar a comprender cómo se desarrollaban los cantiles. “Este estudio requirió el crecimiento de 3.782 plantas hasta la madurez completa y la inspección manual de más de 20.000 tallos con flores en 34 líneas de plantas únicas”, detalla el investigador.

Uno de los resultados que arrojó la investigación es que esta parte de la planta desconocida hasta ahora es un fenómeno natural tras identificarla en diferentes plantas salvajes no mutantes que crecían en diversos lugares con condiciones cambiantes. Este descubrimiento podría proporcionar nuevas líneas de investigación para entender el crecimiento de las estructuras vegetales en respuesta a su entorno.

“Una interpretación especulativa es que el cantil representa un vínculo ancestral altamente reprimido entre diferentes tipos de arquitecturas de plantas con flores; las múltiples capas de factores genéticos y ambientales que regulan el desarrollo del cantil son ciertamente bastante sorprendentes”, concluyó Gookin.

20minutos.es

Conéctate con Formato Siete:

APUNTES | Les gana el rencor