Con más pena que gloria, sin el aval que dan los resultados electorales, Joaquín Guzmán Avilés está a punto de terminar su periodo al frente del Comité Directivo Estatal del PAN.

En noviembre próximo, el dirigente panista deberá dar paso a un nuevo proyecto en el blanquiazul veracruzano; difícilmente encontrará apoyo interno para un segundo periodo y terminará por refugiarse en Tantoyuca, donde ha logrado consolidar un cacicazgo municipal.

En la persona de su hermano Jesús, Guzmán Avilés ganó la presidencia municipal de ese lugar, aunque perdió las diputaciones local y federal. Precisamente por ello, se observa muy difícil que pueda reelegirse, como lo hará el dirigente nacional Marko Cortés.

Por otro lado, los grupos internos de Acción Nacional manejan su propia agenda y ésta no pasa por los intereses del de Tantoyuca, quien en 2021 demostró que su alcance es municipal, ni siquiera regional, y que pensar en un proyecto estatal es demasiado para él.

En ese contexto, una vez pasado el proceso electoral que tuvo como jornada el 6 de junio, al interior del PAN comienzan a organizarse los grupos para la sucesión en el comité estatal.

Varios actores políticos han comenzado a levantar la mano o al menos a ser mencionados en los círculos panistas; tal es el caso, por ejemplo, de Tito Delfín Cano, ex diputado y ex alcalde de Tierra Blanca; de Bingen Rementería Molina, diputado local, quien podría reelegirse, si el tema de la equidad de género se lo permite.

De igual manera, la diputada federal Mariana Dunyaska García Rojas alza la mano por la dirigencia; sería la primera mujer en llegar al cargo.

Por el grupo de los llamados Yunes azules se menciona como carta al diputado local Sergio Hernández, con una importante estructura en la capital veracruzana; sin embargo, adquiere mucho mayor peso el nombre del actual presidente municipal de Veracruz, Fernando Yunes Márquez.

Entre quienes conocen los entretelones del panismo veracruzano se comenta que la renovación de la dirigencia estatal dejará más o menos claro el tema de la próxima candidatura al gobierno veracruzano; de tal manera que de llegar Fernando Yunes al CDE, las probabilidades de Miguel Ángel Yunes Márquez de ser postulado, por segunda ocasión, en 2024, aumentarán de forma significativa.

Así las cosas, en el segundo semestre de 2021 en el albiazul no sólo se definirá la próxima dirigencia estatal, sino que se perfilará el rumbo que tomará el partido en la carrera por la sucesión en el Gobierno del Estado.

Hasta ahora, dos grupos dominan el escenario panista rumbo a 2024: el del senador Julen Rementería del Puerto y el de la familia Yunes, con Miguel Ángel y Fernando.

De concretarse la alianza opositora en el proceso de 2024, esas serían las cartas panistas para buscar la gubernatura de Veracruz; a esos nombres se sumarán dos del PRI, José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, ambos, ex senadores y ex candidatos a la gubernatura. El PRD está en agonía y carece de figuras de alcance estatal; y el Movimiento Ciudadano no ha perfilado el rumbo de cara a esa elección; es decir, se ignora si el partido de Dante Delgado iría con PAN, PRD y PRI; si va con Morena o participa sin alianza.

Como sea, en el caso panista, el rumbo del partido se comenzará a definir en los próximos meses, con la renovación de la dirigencia estatal que dejará Guzmán Avilés.

@luisromero85