La ciencia avanza con métodos realmente asombrosos, que se pueden aplicar a la medicina. Y uno de los más recientes beneficia directamente a los cirujanos que estén en plena ejecución de una operación extremadamente delicada. Científicos de dos reconocidas instituciones desarrollaron unas tintas biológicas que sirven como una especie de biosensores. Estos actúan como localizadores de la región del organismo que esté siendo objeto de una intervención quirúrgica.
Según lo reseña el portal Slash Gear, las instituciones involucradas en esta impresionante innovación pertenecen al Laboratorio Nacional de Los Álamos y la Universidad Purdue. Detallan que las tintas biológicas que desarrollaron son capaces de localizar las regiones críticas a través de sus tejidos durante una operación.
Esta sustancia es sintética y es biocompatible con los organismos. Se desarrolló de esta manera para que no causara problemas en el sistema interno del cuerpo humano. Asimismo, expresan que es muy fácil de usar y especifican la cantidad de horas que dura realizando su trabajo de ubicar las regiones con problemas.
“La tinta utilizada en los biosensores es biocompatible y proporciona un diseño fácil de usar con excelentes plazos de trabajo de más de un día”, dice Kwan-Soo Lee, del grupo de Ingeniería y Diagnóstico Químico de Los Álamos, según el portal del mismo laboratorio.
Posibles aplicaciones de las tintas biológicas
Las tintas biológicas cuentan con una amplia modalidad de aplicación en diferentes órganos del cuerpo. Uno de los ejemplos que utilizan los científicos para explicar el fenómeno, son las cirugías cardíacas. Ubicar las regiones más afectadas del corazón, en una operación, es fundamental para mantener y normalizar los ritmos cardíacos.
“La grabación y la obtención de imágenes simultáneas podrían ser útiles durante la cirugía cardíaca para localizar regiones críticas y guiar intervenciones quirúrgicas, como un procedimiento para restaurar los ritmos cardíacos normales”, explicó Chi Hwan Lee, profesora adjunta de ingeniería biomédica y profesora auxiliar de mecánica Leslie A. Geddes. Ingeniería y, por cortesía, de Ingeniería de Materiales en la Universidad de Purdue.
Desde el sitio web del laboratorio detallan el trabajo que realizaron sus científicos en este proyecto. En concreto, detallan que los expertos de Los Álamos formularon y sintetizaron las tintas biológicas. Y que además lo hicieron con una técnica de impresión 3D. De esta manera fueron capaces de crear un material ultra suave, delgado y estirable. El objetivo de esto último fue hacerlo compatibles para que pudieran interactuar sin problemas con la superficie de los órganos.
“Los materiales de silicona son líquidos y fluyen como la miel. Por lo que es muy difícil imprimir en 3D sin problemas de combadura y fluidez durante la impresión. Es muy emocionante haber encontrado una manera de crear tintas impresas que no tengan ninguna deformación de forma durante el proceso de curado”, añade Kwan-Soo Lee.
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