En los últimos días dos estados del país se han sumado a una lista de entidades donde se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, Baja California y Sinaloa; esta ha sido una lucha por décadas de colectivos y la sociedad en general que está a favor de la igualdad y acepta la diversidad como parte del mundo actual, sin prejuicios, sin tabúes, siempre y cuando haya un marco de derechos y leyes como en cualquier nación en la que se vive con libertades. En cambio, Guerrero, Querétaro, Durango, Guanajuato, Estado de México, Sonora, Tabasco, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y Tamaulipas no han avanzado en la legislación.

No olvidemos que desde el Congreso Federal fue la bancada de MORENA, a finales del 2019, la que presentó una propuesta de reforma constitucional para que toda ciudadana o ciudadano pudiera contraer matrimonio sin discriminación alguna, incluyendo personas del mismo sexo; con un régimen transitorio que obligaría a los Congresos de los estados para adecuar sus leyes sobre la materia. Fue hasta marzo del 2021 que La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de reformas y adiciones a 29 artículos de la Constitución en materia de igualdad sustantiva que, entre otros aspectos, reconoce el matrimonio igualitario y la “autonomía reproductiva”.

Es una realidad que pasó de los círculos privados a la letra de nuestras leyes y Veracruz, como en otros ámbitos, se cuece aparte en ello; históricamente hemos sido una sociedad diversa, en lo étnico, en lo lingüístico, en biodiversidad y en las preferencias sexuales. Es un tema que todavía genera pena, incomodidad, lamentablemente odio; pero sin duda en nuestro querido estado se ve con normalidad, basta con recordar cómo en los carnavales modernos las expresiones y presencia de la comunidad gay han sido cada vez mayores, en municipios como Alvarado hay festividades en las que los hombres se visten de mujeres, así mismo en otras regiones veracruzanas. Sin que el asunto pase a la burla, todo es parte de la vida y ha estado ahí desde hace décadas.

Nada de malo tiene, nada de raro, el amor es amor en el cuerpo de quien sea; lo malo es que la lucha por la igualdad y el respeto a la diversidad han sido bandera de campaña política para muchos partidos, sobre todo para MORENA, se ha explotado para ganar votos, pero en la práctica de las políticas públicas, la certeza jurídica, un entorno libre de homofobia y la homologación de las leyes locales somos bien closeteros.

El estado de Veracruz tiene una figura legal llamada “concubinato igualitario”, que otorga casi los mismos derechos de un matrimonio pero este sigue siendo bajo amparo, no es como se estableció desde el Congreso Federal y se aprobó ya en otras entidades. O sea, actualmente en Veracruz, las parejas del mismo sexo que quieren legalizar su unión tienen que recurrir a un amparo, que en muchos casos es muy costo y dependerá de la voluntad de un juez, o viajan a otro Estado en donde sí es permitido. Pero la lucha sigue y cada vez da más frutos. Luego de que una pareja de mujeres lesbianas lograra un amparo para poder casarse en Xalapa, por exhorto del juez que otorgó el recurso, ahora los Registros Civiles del Estado, podrán legalizar este tipo de uniones.

Según Carlos Juárez, integrante de la agrupación Orgullo Xalapa, “Este juez está evidenciando la discriminación que hay por parte del Congreso del Estado, no obliga a reformar el artículo 75 del Código civil del Estado de Veracruz, pero sí lanza un señalamiento de que está incurriendo en discriminación de una población que está exigiendo un derecho que sí tenemos, porque la Carta Magna y los tratados internacionales, dicen que toda persona tiene derecho al matrimonio”.

Ahí está ya el antecedente, el hecho consumado, aprobado por un juez en favor de dos mujeres que decidieron darse mutuamente certeza jurídica sobre su unión, siguen escuchándose las voces a favor del matrimonio igualitario mientras en las altas esferas legislativas y del gobierno local parece ser un tema intocable, entonces ¿somos o no somos un estado gobernado con políticas de izquierda?, pareciera que por tanto criticar y temer a la oposición se están convirtiendo en eso mismo, conservadores, mochos, “hipócritas” les diría el presidente.

Viva el amor, la libertad y la vida responsable entre todas y todos.