El próximo miércoles concluyen las campañas políticas y se inicia el periodo de silencio y reflexión para ir a las urnas el domingo 6 de junio. Serán las elecciones más grandes de la historia, pero al mismo tiempo, las más importantes por el rumbo que le daremos al país.

A pesar de lo que dice el presidente, esta elección no es para decidir entre mexicanos buenos y malos; entre ricos y pobres; entre liberales y conservadores; para expresar quien está con él y quien contra él; ni siquiera entre ‘fifís’ y ‘chairos’. Es una elección para darle rumbo al país mediante una gobernabilidad basada en la división de poderes, el respeto a las instituciones y el ejercicio racional del poder público. Eso es lo que vamos a elegir.

Para abonar a un voto razonado, presento este Manual para ir a votar en el que se incluyen algunas consideraciones sobre el contexto en que ejerceremos nuestro sufragio.

Lo primero que debes hacer es tener tu credencial de elector a la mano y revisar que se encuentre vigente y que la dirección corresponda a tu domicilio actual, si no tendrás que votar en la casilla de donde vivías antes. Aprovecha estos días para ubicar tu casilla porque algunas veces la cambian de lugar entre una elección y otra.

No te dejes llevar por la opinión de quienes todo lo critican y aquéllos que todo lo justifican. Saca tus propias conclusiones a partir de datos reales que tienen que ver con tu vida cotidiana. Lo que tú puedes comprobar sin la opinión de nadie más, sólo de tu propia experiencia. Por ejemplo:

  1. 1. Te pido que el sábado, un día antes de las elecciones, vayas al súper o al mercado. Compra tu despensa y revisa con cuidado el precio de la leche, de la carne, el huevo o las tortillas. Recuerda y compara lo que podías comprar apenas en diciembre del año pasado y lo que compras ahora.
  2. 2. Saca del cajón donde los guardas, los últimos recibos de agua potable, luz eléctrica y la nota de consumo del gas doméstico –puedes recordar también el precio del tanque que cambias en el camión de reparto-. Revisa lo que has pagado en los últimos meses, incluso durante la pandemia, y compáralo con tus ingresos.
  3. 3. El domingo, antes de ir a votar, pasa a la gasolinera y si te es posible llena el tanque de tu coche o al menos compra la cantidad que acostumbras para la semana. Verifica si la gasolina está a doce pesos como te lo prometieron. Si viajas en camión, entonces piensa si el servicio es mejor y más barato, si hay nuevas unidades y si las medidas de sanidad son las adecuadas.
  4. 4. Si eres un pequeño empresario o comerciante piensa en las familias de los trabajadores que tuviste que despedir; en el préstamo que pediste para no tener que cerrar, o si no lograste sobrevivir a la crisis económica, en la dificultad que has tenido para salir adelante con el dinero que invertiste de tus ahorros.
  5. 5. Si eres una persona de la tercera edad, maestro o tienes entren 50 y 59 años y ya recibiste la vacuna, qué bueno. Todos los gobiernos del mundo tienen la obligación de inmunizar a su población. Pero dedica un momento para recordar el duelo que sufren las familias de más de medio millón de mexicanos –aunque el gobierno sólo reconozca 223 mil- que murieron a causa de la pandemia, sin poder despedirse de sus familiares, por culpa de la ineptitud y la indolencia de las autoridades.
  6. 6. Antes de ir a votar el domingo, si eres del personal de salud que ha enfrentado a la pandemia por más de un año, recuerda las noches en vela, el olvido de las autoridades para protegerte a ti y a tu familia; y las decenas de compañeros tuyos que murieron esperando el equipo adecuado y la aplicación de la vacuna.
  7. 7. Si eres madre de familia, tómate el tiempo necesario para pensar en todo lo que has pasado desde que te quitaron el derecho a las estancias infantiles; en lo difícil que ha sido la atención de tus pequeños. Si por desgracia, eres madre o padre de un niño que padece cáncer, las veces que has tenido que salir a la calle a exigir medicamentos que nunca llegaron. Ojalá y no sea demasiado tarde.
  8. 8. Piensa en esas mujeres que fueron golpeadas o han perdido la vida porque las autoridades no escucharon que eran violentadas; porque les quitaron los refugios que las protegían. Aquéllas mujeres que exigiendo justicia fueron estigmatizadas por el gobierno, acusándolas de un feminismo subversivo antes de garantizarles una vida libre de violencia.
  9. 9. Si eres un trabajador o funcionario del gobierno, nadie te puede obligar a que vayas a marchar y agitar banderas a favor de un candidato con tal de no perder la chamba. Hoy podrás ir a votar libremente, como lo has hecho antes. Si te exigen presentar evidencia de tu voto, ese es un delito que debes denunciar.
  10. 10. Ya estás listo. Se acabó el espejismo de la esperanza. López Obrador y Morena ya tuvieron su oportunidad. Es hora de volver a la realidad. Esta podría ser la última llamada.

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