Las amenazas de muerte, insultos y agresiones de José Eduardo mejor conocido como “Lalo” obligaron a la enfermera del Centro de Alta Especialidad (CAE) “Doctor Rafael Lucio” Dulce María a huir de su casa para salvaguardar su vida y la de su familia, luego de que el agresor apuntó con una pistola hacia su domicilio bajo el argumento de que ella “es un peligro” porque atiende a pacientes con coronavirus.
Caía la tarde del martes 23 de marzo, cuando la tranquilidad en el hogar de Dulce María se rompió al mismo tiempo que caían piedras adentro de su casa, arrojadas por “Lalo” que gritaba enfurecido.
“Tú hija de perra, enfermera contagiada de Covid eres un peligro para nosotros, te voy a matar y a decapitar, y a cada integrante de tu familia los mandaré a matar”.
Envuelta en miedo, la enfermera pidió ayuda al número de emergencias 911 y llegaron dos policías en sus motocicletas para auxiliarla, pero el vecino “Lalo” ya se había refugiado en su casa, y los uniformados sólo fueron testigos de las piedras y los vidrios rotos.
Los policías aclararon que no podrían proceder en contra del agresor hasta que Dulce María acudiera a interponer una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), así que esa misma noche se dirigió a las oficinas que están en Manuel Ávila Camacho, le dijeron que ahí no, que era en la calle Úrsulo Galván, colonia Centro de Xalapa.
Cuando llegó a la FGE con oficinas en Úrsulo Galván pidió ayuda y un Fiscal de nombre Noé le explicó que tenía “muchísimo trabajo” y no podían atenderla en ese momento que regresara al otro día.
De regreso a su domicilio en la colonia Rúben R. Jaramillo, la enfermera recibió una llamada de su familia para advertirle que no llegara porque “Lalo” regresó a tirar piedras a su domicilio y tenía una pistola en la mano con la cual apuntaba hacia su casa.
El miedo y la angustia de que el agresor atentará contra alguien más de su familia creció, así que pidió ayuda a una patrulla de la secretaría de Seguridad Pública (SSP) que era tripulada por elementos de la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para que la resguardaran y pudiera ingresar a su domicilio.
Dulce María tiene un posgrado en Salud Materno Perinatal y Maestría en Enfermería, los últimos 25 años de su vida los ha dedicado a laborar como enfermera, y su trabajo actual es en el CAE, ubicado en la avenida Adolfo Ruiz Cortines de esta ciudad.
“El objetivo es brindar el cuidado integral a mis pacientes, estoy en el área de Toco Cirugía en donde atendemos todo lo relacionado a lo materno perinatal, y estoy en un hospital de reconversión Covid, que a nivel rotativo pasamos al área Covid, es decir atendemos a pacientes en general, pero de noviembre del 2020 a la fecha solamente atendemos pacientes embarazadas con Covid, esas son mis funciones”, explicó.
El 24 de marzo presentó la denuncia en contra de “Lalo” y se inició la Carpeta de Investigación UAT/D-XI/XAL/1/695/2021, y este lunes 19 de abril acudió a presentar la queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), y aunque buscó ayuda en el Instituto Veracruzano de la Mujer (IVM) le informaron que ahí no podrían atenderle.
En los últimos 6 meses, Dulce María cambió su rutina de ingreso a su hogar porque atiende a mujeres embarazadas con coronavirus, así que extrema los cuidados y protocolos de prevención para evitar contagiar a alguno de los integrantes de su familia.
“Tengo más de 15 de años de vivir en esta colonia, las familias me conocen como enfermera, soy una mujer que ha trabajado siempre en cuidar a los demás, y si alguien de mi colonia me pide ayuda con cuidados médicos se los doy, pero de repente ese 23 de marzo escuche el piedrazo en el portón, vi al vecino y le dije: ¿Por qué agredes mi portón? Y empezó a gritar que soy una persona que puede contagiar a la sociedad, que iba a matarme, que iba a pedirle a un grupo delincuencial que me decapitaran” expuso.
Finalmente, Dulce María pidió al gobernador Cuitláhuac García Jiménez; al secretario de Salud y director de los Servicios de Salud de Veracruz (Sesver) Roberto Ramos Alor y a la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadáns que le apoyen a obtener justicia y eviten una tragedia, porque no quiere ser víctima de feminicidio y sumarse a la lista de mujeres asesinadas en Veracruz.
AVC/Verónica Huerta
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