Contra todos los pronósticos, lo que parecía una etapa de oscurantismo e ideologización disfrazados de academia, el Colegio Veracruz se ha convertido en la principal conciencia crítica –tal vez la única- del cuatroteísmo aldeano.
Durante la presente administración, la institución educativa ha pasado por un proceso de regresión orgánica que le arrebató la autonomía y la convirtió en un apéndice más de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), con lo que la figura del Secretario Técnico que sustituyó a la del Rector sólo pasó a engrosar la burocracia estatal.
Aunado a ello, poco se esperaba de la llegada de su nuevo titular, Mario Raúl Mijares, un trasnochando activista de Morena, quien vio en el Colegio la oportunidad de fundar una escuela de cuadros apegada a los principios ideológicos del lopezobradorismo. Su administración no ha estado exenta de polémica.
Antes que revisar la situación académica, su extensión y vinculación universitaria, la plantilla de profesores e investigadores y las condiciones de docencia, la agenda académica se convirtió en una serie de acciones para congraciarse y mostrar a su agradecimiento a quienes lo sacaron de la abigarrada burocracia en la que siempre se desempeñó.
Al inicio, por ejemplo, el nuevo Secretario Técnico tuvo la brillante idea de reunir a los jefes de grupo y representantes de los estudiantes para explicarles que todo el pasado fue corrupción y que de ahora en adelante, gracias al catecismo cuatroteísta, se convertirá en un Colegio de Excelencia. La primera decisión es ofertar un posgrado en… ¡ortografía! (De razones y pasiones, 9 sept. 2020).
Después tuvo la ocurrencia de convocar a una consulta para decidir el futuro del mural que se encuentra en el edificio que alberga al Colver por considerarlo neoliberal. Más allá de que no se trata del lenguaje y las formas del responsable de un centro de educación e investigación, Mijares parecía que convertiría al Colegio en un centro de ideologización del lopezobradorismo, como una remembranza al Medioevo académico.
Nos equivocamos. Hoy el Colegio Veracruz es un espacio abierto al conocimiento, al debate científico y académico, lo que ha dado lugar entre otras cosas, a una severa y fundada crítica a la administración del Presidente López Obrador.
Este miércoles, el Colver dio una cátedra de libertad durante la realización del seminario de Estudios Políticos México-Francia. Durante el debate en la mesa 3, “El poder presidencial como configurador del panorama político-electoral”, el investigador Alberto Olvera aseguró que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador es un presidente muy “agresivo” que ha roto con los cánones del discurso.
El reconocido académico refirió que el mandatario ha impuesto un régimen de subordinación y obediencia; y aquellos que no lo aceptan están siendo descalificados, criticados o ignorados. De paso, Olvera criticó que el Poder Legislativo “no debate nada”, y que no hay espacio para la discusión y aprueba todas las leyes del Presidente.
La radiografía del gobierno y la personalidad de López Obrador resultó de antología. “Se trata de un populismo que niega las voces opositoras; un populismo para el que sólo existe el pueblo aclamador, pero el otro pueblo no existe”, al tiempo que se refirió a la desinstitucionalización del estado en el que las políticas públicas sólo son las ocurrencias del líder.
Y puso como ejemplo que el año pasado, el gobierno destinó el 1.1% del PIB para atender la pandemia, mientras que destinó recursos equivalentes al 1.4% del mismo PIB para tratar de rescatar a Pemex, una empresa que está arrastrando al país al abismo financiero. “Es decir, el gobierno Federal asume 500 mil millones de la deuda de la empresa “zombie”.
En cambio, el manejo de la pandemia en México ha sido más catastrófico que en Francia, por lo que seremos el segundo lugar a nivel mundial de muertes por Covid-19; además de que hay una pésima campaña de vacunación que seguramente llevará 2 o 3 años para concluir. Como lo plantea Alberto Olvera, la vieja historia del populismo nos conducirá irremediablemente a la misma catástrofe.
Con su apertura al libre pensamiento, Mario Raúl Mijares demostró que su única subordinación es con la academia. Quienes lo imaginamos como un fanático al servicio del Presidente nos equivocamos.
¡Larga vida al Colegio de Veracruz!
Las del estribo…
1. El gobierno federal, con la subordinación de las autoridades estatales, insisten en reabrir clases antes de que finalice el ciclo escolar. No hay médico o asociación de médicos que avalen esta decisión ante el riesgo que representa para alumnos, padres de familia y muchos maestros, ya que la vacuna no alcanzará para todos. La desesperación por los votos es criminal.
2. La suerte de la magistrada Sofía Martínez Huerta está echada. Este viernes el Pleno de Magistrados del Tribunal Superior de Justicia sostendrá una sesión extraordinaria para erigirse en Jurado de Sentencia y resolver el Juicio Político en su contra. No se trata de un acto de justicia, sino de un escarmiento para todos aquéllos que se crean el cuento de la autonomía.