Hace pocos días, en una conferencia en céntrico café de Xalapa, se le cuestionó al diputado local Omar Miranda sobre qué esperaba del alcalde Hipólito Rodríguez y su respuesta fue “que ya se vaya”.
Miranda no es el único xalapeño que tiene esa esperanzadora expectativa, basta con revisar los comentarios en las publicaciones de las cuentas oficiales de redes sociales del gobierno municipal, muchas y muchos capitalinos no están conformes con las acciones y visión de Rodríguez Herrero.
La tan criticada, o no comprendida, ciclovía; la estructura sobre el parque Juárez, la incapacidad de comunicar a tiempo y socializar acciones, todo ello hace parecer que el trabajo del alcalde y su equipo es imponer. Por otro lado, las sesiones de cabildo ya son somníferas, el orden del día transcurre por obligación y salvo algunas intervenciones del regidor Juan Gabriel Fernández, todo es un mero trámite. Al más charro estilo de la política priísta están concentrando acciones y obra en las zonas marginadas, con el pretexto de que son “los olvidados”, los que históricamente no habían sido tomados en cuenta; “entérate” dicen en sus campañas de difusión, como si fuera extraordinario cumplir con su trabajo, vendiendo su labor para mantener cautivo el grueso del electorado xalapeño, lucrando políticamente con la marginación.
Luego, escuchar al Doctor Hipólito cuando da declaración a reporteras y reporteros es toparse con una persona negada para afrontar distintas realidades, fuera de su discurso; en el declive de su periodo como presidente municipal sigue culpando al pasado, se victimiza, cree que cualquier inconformidad en contra de sus decisiones es por fines políticos.
La última joya, después del lamentable asesinato de un comerciante en Plaza Clavijero, la noche del pasado 20 de marzo, nuestro lujo de alcalde afirmó que el hecho deriva de un conflicto entre comerciantes. «Tenemos información de que en ese espacio sí hay tensiones hay conflictos entre ellos y lo que estamos buscando es contribuir a que haya un orden, un consenso en la manera en que se gestiona ese espacio», y la intención de solucionar el asunto viene hasta que hay un asesinato.
“Pusimos cámaras, ellos las desactivaron, hay una corresponsabilidad con trabajadores y microempresas que ahí laboran y el tema de la seguridad». Vaya valentonada señor alcalde, ¿dónde están las pruebas?. Si de verdad conocía el asunto, entonces tiene responsabilidad en las consecuencias; ¿no dieron parte a la Fiscalía General del Estado a tiempo?. Es un desperdicio de dinero tener asesores muy bien pagados, porque lo que nos está demostrando Hipólito es que, supuestamente, conocen los conflictos de la capital pero no actuan, son omisos, y hasta que hay un hecho grave como el citado asesinato es cuando se ponen bravos ante la prensa.
Si tanto potencial de inteligencia tiene el gobierno municipal, entonces estamos ante una autoridad que conoce causas y no previene. Lo que sigue, si no vuelve a ganar MORENA la alcaldía de Xalapa, es que vendrán denuncias penales en contra de Hiopólito Rodríguez Herrero y quien resulte responsable de su tan prestigioso equipo.
Por cierto ¿cuánto costaría la campaña “fusíl” del concepto charro, reflexivo, simplón?