El 9 de julio del 2018, siete días después del épico triunfo de Morena en las elecciones, el gobernador electo de Veracruz, Cuitláhuac García y el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez, tuvieron una reunión en el Palacio Municipal xalapeño.

Ese día Hipólito se comprometió a construir junto con Cuitláhuac “una agenda de trabajo común que permita abatir la desigualdad social, combatir la corrupción y hacer que el desarrollo económico y la cultura vuelvan a florecer en Xalapa”.

Por su parte, el flamante gobernador electo dijo que ese primer encuentro sirvió para intercambiar puntos de vista sobre algunos proyectos que permitirían mejorar la calidad de vida de los xalapeños.

¿Qué quedó de aquello? Un comunicado de prensa, unas fotografías de ambos y nada más.

De entonces a la fecha Xalapa ha dado un salto hacia atrás único en su historia. De ser una de las ciudades más seguras del país, ahora figura en el top ten de las más inseguras. De ser una ciudad pacífica, ahora es una de las más violentas. De ser una de las ciudades más limpias ahora causa vergüenza.

La agenda de trabajo nunca se escribió y menos se llevó a la práctica. En la actualidad lo que le sobra a Xalapa son carencias, pobreza e incluso miseria.

Sobre estos temas el empresario David Velasco Chedraui dio a conocer unos números que preocupan y deberían ocupar a las autoridades municipales… si las hubiera en Xalapa.

Dijo que los índices de pobreza y desigualdad en la ciudad se han agudizado con la pandemia ya que existen miles de personas que no tienen acceso a servicios públicos de salud, agua potable y drenaje, por lo que urge un plan adecuado para atender a los grupos más vulnerables.

Agregó que la pobreza en Xalapa también se ha agudizado por la crisis económica. “Tenemos conocimiento de que 135 mil ciudadanos no están afiliados a ningún servicio de salud pública. Esto nos habla de una gran cantidad de personas que viven en extrema pobreza”.

“También tenemos 2 mil 300 personas sin drenaje, 4 mil 500 sin agua. Estos también son números críticos, difíciles, donde las autoridades tendrán que ir buscando la manera de bajarlos”, indicó.

Y uno se pregunta ¿qué autoridades? ¿las actuales? Ni pensarlo. Si Hipólito Rodríguez no hizo nada en tres años y tres meses, menos lo hará cuando le quedan nueve meses en el cargo. Los 6 mil 800 xalapeños que carecen de agua y drenaje gozarían de estos servicios si el alcalde no hubiera malgastado 15 millones de pesos en una inoperante ciclopista.

Velasco Chedraui dijo que a pesar de que el acceso a las nuevas tecnologías es fundamental, en Xalapa casi 41 mil viviendas no disponen de un aparato de radio, 10 mil 784 no tienen televisión, 9 mil 508 carecen celular y 46 mil 728 no tienen acceso internet.

“En estos hogares, los niños y jóvenes en edad escolar solamente pudieron acceder con mucha dificultad a la educación durante el cierre de clases o se vieron totalmente excluidos de este derecho fundamental”, denunció el empresario.

Para finalizar, insistió en la importancia de que las autoridades estructuren un plan de trabajo que detenga esta espiral de subdesarrollo y carencias, para que Xalapa retome la ruta de bienestar que llevaba, ya que hoy definitivamente la ciudad se ha abandonado.

Y seguirá abandonada, al menos en los próximos meses.

Al dar a conocer esta información, David Velasco puso los puntos en las íes de algunos problemas que agobian a Xalapa. Estos datos duros deberá retomarlos la próxima administración municipal y en base a ellos, estructurar un plan de trabajo para sacar del hoyo a miles de xalapeños que cayeron de la clase media a la pobreza y de la pobreza a la miseria en tres años de la 4T.

Porque pedirle a Hipólito que a estas alturas del partido haga algo por los más necesitados cuando no movió un dedo para solucionar sus carencias más apremiantes, es como pedirle a Andrés Manuel que confiese públicamente desde el zócalo capitalino, el cariño fraterno que siempre le ha tenido a Felipe Calderón.

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