Ocho meses de prisión preventiva le dictaron este lunes, en el Juzgado de Tuxpan al ex secretario de Gobierno y líder perredista veracruzano Rogelio “N”, a quien señalan por presuntos ultrajes a la autoridad.

De acuerdo con las versiones que circulan, al momento en que le fue notificada una orden de captura por presunta violencia familiar, el ex diputado habría opuesto resistencia, dañando la camisa de un policía ministerial.

A Franco se le imputan daños menores, probablemente no pasan de mil o dos mil pesos, pero eso bastó para que lo dejaran preso y así podría permanecer… al menos hasta que termine el proceso electoral.

El ex secretario de Gobierno de Veracruz no es ignorante de las leyes; estudió la licenciatura en Derecho en la Universidad Veracruzana y por ello se supone que está al tanto de las modificaciones legales que convierten los ultrajes a la autoridad en un delito grave. Por eso extrañan las acusaciones en su contra sobre una supuesta agresión hacia un elemento de la Policía Ministerial.

Algo no cuadra en la versión de la Fiscalía; es difícil de creer que un hombre de las características del ex diputado local perredista asuma una actitud violenta contra el grupo de policías ministeriales que le notificó la orden de aprehensión en su contra.

Como sea, al margen del problema de origen, que tiene que ver con un presunto caso de violencia familiar, las complicaciones legales de Franco Castán se relacionan con los ultrajes, que tendrán que ser probados por la Fiscalía.

El tema ha provocado todo tipo de reacciones; comentarios a favor y en contra del perredista en redes sociales; y la defensa que intentan articular las instancias estatal y nacional del Partido de la Revolución Democrática.

Entre las reacciones que más llamaron la atención se encuentra el comentario expuesto en redes sociales por el ex gobernador Miguel Ángel Yunes, quien apuntó que ser opositor al gobierno (de Morena) no debiera ser delito, “pero en Veracruz lo es, y quienes se atreven a oponerse pagan las consecuencias con su libertad o con su propia vida, como cada día lo vemos”.

El ex mandatario veracruzano dijo que el líder perredista es “objeto de una persecución política sustentada en falsedades y bajezas”; que es “un preso político”, no un delincuente.

De igual forma, escribió Yunes Linares que “hoy que es objeto de una persecución política sustentada en falsedades y bajezas le reitero a Franco mi aprecio y solidaridad”.

Lo escribe el hombre que ha sido señalado en reiteradas ocasiones por haber encabezado un gobierno represor en Veracruz; la diferencia probablemente radica en que Yunes Linares promovió el encarcelamiento de ex funcionarios acusados por presuntos casos de corrupción; a Franco, en cambio, le señalan delitos diferentes: violencia familiar y ultrajes a la autoridad.

Por cierto, uno de los exfuncionarios duartistas que cayeron en Pacho Viejo durante el pasado gobierno estatal, Luis Ángel Bravo Contreras, difundió una imagen en la que aparece Rogelio Franco acompañando al ex gobernador Yunes, que ofrecía una recompensa a quien aportara información para llegar a la captura del ex fiscal; “hay que tener memoria y huevos Franco #karma”, se lee. La imagen fue compartida desde la cuenta del ex gobernador Javier Duarte.

Para la antología política quedan también las palabras de Yunes Linares, “la historia y la Ley juzgarán a quienes usan la fuerza del Estado para perseguir a sus adversarios”, cuando su gobierno se sirvió con la cuchara grande en eso mismo que critica. Por sus palabras, el abogado Jorge Reyes Peralta lo llamó “cínico”.

@luisromero85