El 8 de marzo, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, fecha oficializada por la ONU en 1975. Sin embargo, desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la fecha está asociada a la lucha de las mujeres obreras que reclamaban mejores condiciones de trabajo, igualdad salarial con los hombres, jornadas laborales más cortas, la eliminación del trabajo infantil y que se le reconociera el derecho al voto.

De hecho, los primeros movimientos históricos que reivindicaban el papel de la mujer dentro de la sociedad surgieron en el seno de las organizaciones comunistas que además buscaban librar a las mujeres de la esclavitud del trabajo doméstico, darles autonomía para ser realmente independientes e implicarlas activamente en la vida política del país

En 1910 se llevó a cabo la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, Dinamarca, a la que asistieron más de 100 delegadas, ahí la revolucionaria alemana Clara Zetkin, presentó la propuesta de conmemorar un «Día Internacional de la Mujer» o «Día de la Mujer Trabajadora», abogando por mejorar las condiciones de vida de la mujer en general y de la mujer obrera, en particular.

La fecha elegida serviría como un recuerdo de las 129 costureras industriales de la fábrica estadounidense Sirtwood Cotton quienes el 8 de marzo de 1908 se declararon en huelga para reivindicar un sueldo digno, la reducción de la jornada de trabajo a diez horas y la prohibición de utilizar mano de obra infantil. Quienes murieron carbonizadas, en el interior de la fábrica en un incendio provocado en respuesta a esta manifestación pacífica.

Hoy en día, la lucha por la reivindicación de los derechos de la mujer sigue teniendo vigencia. Ayer, en México y en diversas partes del mundo, vimos a contingentes de mujeres salir a las calles a protestar en contra de la violencia de género de las que son víctimas. Ciertamente, no es la primera vez que las mujeres salen a manifestarse por esta razón y es falso lo que afirma el presidente López Obrador sobre que las protestas han aparecido espontáneamente solo durante su mandato, al contrario, las feministas se han manifestado sistemáticamente desde hace varios años.

Pero los dos años de gobiernos morenistas, tanto a nivel nacional como estatal, han sido los más violentos para las mujeres. Tan solo en 2019, los feminicidios se incrementaron en 137%, se cometieron 968 crímenes de este tipo en el país. Veracruz, fue el segundo estado con mayor incidencia de casos. Y, a pesar del discurso oficial, la violencia no baja, al contrario, tan solo en enero y febrero de 2021, se han cometido 35 feminicidios en el estado Veracruz y el 90% sigue sin esclarecerse.

Existe un desdén por parte del gobierno del presidente López Obrador hacia las demandas de los colectivos feministas. Es cierto que algunos sectores se han radicalizado, sin embargo, ha sido porque no se ha buscado dialogar con ellas y atender las demandas que enarbolan. Al contrario, el propio presidente las ha acusado de estar manipuladas, al igual que como ha descalificado a otros movimientos sociales.

El gobierno de López Obrador es muy poco sensible con las necesidades de las mujeres, basta ver como durante su primer año de gobierno, la mayoría de los diputados morenistas del Congreso de la Unión, votaron a favor de recortar o desaparecer el presupuesto de 20 programas sociales destinados a apoyar a las mujeres, entre ellas: las estancias infantiles, los comedores comunitarios, el PROSPERA, apoyos a viudas, incentivos para las madres trabajadoras, el programa para atender los casos de violencia intrafamiliar, entre otros. Es decir, a pesar de que, en el discurso, los gobiernos de la 4T digan apoyar la causa de las mujeres en los hechos las marginan.

Sin embargo, las mujeres juegan un papel muy importante en el mundo entero, son la mitad de la población, por ello, deben ser escuchadas, merecen todo nuestro respeto y reconocimiento y se ha demostrado plenamente que son muy capaces para participar en todos los ámbitos de la sociedad.

En el Movimiento Antorchista Nacional, siempre hemos promovido la igualdad de derechos entre hombres y mujeres; dentro de nuestra organización, muchas mujeres son líderes destacadas, por ello, llamamos a las mujeres de México a formar un gran frente común, para construir entre todos un país más rico y próspero, donde la riqueza se distribuya de manera más equitativa. En Antorcha no serán maltratas ni discriminadas, al contrario, encontrarán un lugar para ser mujeres dignas y libertadoras de su patria.

Samuel Aguirre Ochoa