No es nada fácil sobrevivir durante el proceso de formación académica en las universidades, la enseñanza y el aprendizaje se encuentran sometidos en una madeja de condicionantes de las estructuras existentes y exigentes de los llamados indicadores, lo que impacta severamente en el pensamiento y los estados emocionales del personal académico y del alumnado, los cuales, de acuerdo a diversos estudios padecen de severos daños en la salud mental, como: ansiedad, angustia y depresión, causando daño orgánico por somatización. En efecto, por diversas causas, un alto porcentaje de profesores no tienen la capacidad de enseñar, lo que debilita el aprendizaje de los alumnos, extraviándose la oportunidad de aprender; como consecuencia de esta incapacidad para transmitir el conocimiento, se generan diversos tipos de enseñar, ya que en ello existe  libre albedrío y modus enseñante. La horma de la normatividad en las universidades y otros centros escolares de diversos grados, aun siendo, algunos profesores, destacados en el ámbito profesional, no cuentan con la preparación o capacidad natural para transmitir conocimientos en la noble tarea de la educación universitaria; pero, en ello, ¿qué les significa “destacados”, por lo cual son integrados a los cuerpos académicos, pero sin capacidad natura o preparación de educador profesional?; las más de las veces se les ingresa como profesores universitarios por un currículum saturado de cursos, de diplomas, y de relaciones personales; con fama profesional en su entorno y contexto, o ante las necesidades universitarias que priorizan cubrir los espacios vacantes, sin una visualización más amplía que permita integrar al ser humano en un todo; llevados por la burocracia, tampoco se ausculta el sub-currículum, o en su caso la capacidad de transmitir conocimientos, es decir, la  enseñanza; ¿quiénes son como persona?, ¿cuál es el estado psicológico-social de estos entes?, siendo ahí en donde su origen y condición se refleja, con frecuencia deteriorado la academia, convirtiéndose también estos ponentes, en hacedores de máquinas,  Boy white Machine, del  que tiene su principio en la maquinación de la inconsciencia, que estatiza la formación, por lo tanto a las civilizaciones, enfrentando así, a el pensamiento racional contra la alienación costumbrista; que se encuentra inmersa en cumplir con agobiantes indicadores y no precisamente en enseñar.

Esta asfixiante condición, altamente deteriorante y ambigua, se acentúa en la formación del personal médico, sometido a  presión sistemática de normas y vigilancia en las universidades y las instituciones, ejerciendo estas presiones quienes también así fueron formados muchas veces por la crueldad, y no en pocas ocasiones por la saña y la perversión encarnizada de quienes actúan como formadores en las instituciones de salud de las nuevas generaciones de profesionales, desencadenando una reacción sucesiva de conductas inapropiadas, provocando ello despersonalización, violentando el Derecho Humano. Esta condición de la “enseñanza”, demuestra el establishment que desequilibra la formación cognitiva-conductual-social, incarcerando el pensamiento en un estatus no evolutivo, decadente y degradante,  perdiéndose la capacidad de reflexión de enseñantes y enseñados; ensañados como están por las excesivas cargas de tareas, sometidos por los llamados indicadores a cumplir. Estos “planes” de estudios y la práctica de ellos, tienen una terca radicación y un aire de rancio tufo de alter ego que les hace insolentes a muchos de quienes utilizan esos indicadores como herramienta. Sin embargo, los hay que, aparte de dar cumplida rebeldía a esta conducta, se atreven a pensar y actuar en toda su radicalidad contra ello, porque son demasiados años y daños en los que estos procesos de irregularidades se encuentra varada la evolución y la formación educativa; sin flexibilidad, sin libertad de pensamiento, palabra y obra, que se refleja en la afectación a  las comunidades, y a la población toda que les padece, en el más deshumanizante de los hechos.

Los niveles de la razón provocativa, desnuda el currículum del culto en las universidades, las instituciones y el personal al que pertenecen y practican estos sistemas.

Todo lo anterior, se ha dicho, se ha semblanteado y manifestado ya, en conferencias, ponencias, seminarios, entre otros, desde hace mucho tiempo, pero poco se hace y, no se actúa con responsabilidad social para erradicarlo.

En el Discurso del método, Descartes, determina, no creer ninguna “verdad”, hasta haber establecido las razones para creerla, partiendo del principio de que la clara conciencia del pensamiento prueba su propia existencia.

El pensamiento del método científico -escribió Descartes-, es la implantación del carácter lógico-deductivo. Agreguemos a ello, el de la reflexión y la conducta en la formación profesional.

“Hay veces en que a nadie vemos, y oímos, sin embargo, el ajetreo de la faena diabólica, es como si alguien cantase en voz alta un cantar…Y se nos acercan los demonios, como si vinieran de lejos y empiezan a pronunciar palabras destinadas a debilitar el entendimiento del pusilánime.”, escribió San Antonio el Ermitaño.

Sintácticas

De Don Sentido Común:

Estamos jodidos, compa.

De Toy story:

Mr. Hipólito Rodríguez Potato Head.

De las mejores novelas de todos estos tiempos El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas (padre):

Edmundo Dantès, aprendió historia, geografía, matemáticas, lenguaje, filosofía, idiomas, física y química, en un calabozo, enseñado por el reo, el abate Faria. Así, Dantès, aprende a pensar ya con los conocimientos que enriquecen su capacidad de reflexión, resultado de las conversaciones con Faria, cae en la cuenta de que su tragedia es consecuencia de una seguidilla de traiciones y maquinaciones en su contra…

Boccherini. Complete Guitar Quintets: