En esta segunda parte de la conversación, Luis Barragán nos habla de sus experiencias en Xalapa, tanto en la Facultad de Música como en el ensamble Vox Populi Project.
A las arenas de la Atenas
Cuando terminé el preparatorio en el IUBA —Instituto Universitario de Bellas Artes—, apenas estaban tratando de implementar la licenciatura en flauta, no existía muy bien pero me la estaban ofreciendo porque me había sentido muy cómodo en la flauta y en la escuela no había muchos flautistas, sin embargo mi maestro fue muy directo conmigo, me dijo hagas lo que hagas, no te quedes a hacer la licenciatura aquí, yo ya no tengo nada que enseñarte, todo lo que tenía que darte ya te lo dí en estos tres años y si te quedas aquí solo va a ser por el papel y por burocracia, lo puedes hacer y con gusto te voy a dar clases, pero no vale la pena, te recomiendo con todo mi corazón que busques opciones en otro lugar del país; y específicamente me mandó a buscar a la maestra Natalia Valderrama aquí, en Xalapa, porque es muy buena maestra.
En ese entonces yo también estaba tomando clases con otro maestro que se llama Rubén Islas, es muy importante en el mundo de la flauta en México, es el fundador de la Asociación Mexicana de Flautistas, ya es un señor grande, ahorita tiene como unos noventa y ocho o noventa y nueve. Él coincidió con mi otro maestro, me dijo ve a Veracruz y busca a Natalia Valderrama, de hecho, Natalia Valderrama fue alumna del maestro Rubén Islas porque él daba clases en la Ciudad de México, en la Sala Ollin Yoliztli y en otra escuela, no me acuerdo cuál. Los dos me dijeron esa es tu mejor opción, la maestra Natalia es increíble, es muy buena flautista; y sí, es muy buena flautista y muy buena maestra, y es muy reconocida.
Y pegó el chicle
Vine, la verdad, sin muchas esperanzas, solamente para ver si era chicle y pegaba, no me sentía preparado para competir con otros flautistas del mundo por este espacio, porque la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana es muy muy reconocida en el país, vine simplemente para no sentir que había desperdiciado la oportunidad y para hacerlo, no quedarme solo con la espinita. El resultado fue que sí me aceptaron y fue otro cambio por completo, me vine para acá y tuve que dejar todas mis cosas allá en Colima, afortunadamente, mis dos papás me han apoyado muchísimo, después de ese pequeñito momento de incertidumbre cuando estaba empezando el preparatorio, ya no han vuelto a tenerlo, siempre han dicho si le está yendo muy bien y todo está pasando muy bien, entonces estamos ahí con él, apoyándolo; siempre han sido muy buenos en ese aspecto, me apoyaron con los viajes, con los vuelos, con las inscripciones, con todo lo que se necesitara, siempre me estuvieron echando la mano.
Vox Populi
Llegué a Xalapa un poco antes de septiembre del 2015 para empezar mi carrera y me pasó algo muy parecido a lo que me pasó entrando allá al preparatorio, conocí a Julio Morales —un compositor y director de coros que es de Ciudad Valles pero vive aquí— en el festival Jalisco Canta y nos hicimos amigos, nos agregamos a Facebook y en el momento en que quedé en la Facultad, dije ¿qué voy a hacer ahora?, tengo que buscar una casa, tengo que hacer algo, le escribí a Julio y me dijo ven a mi casa, yo aquí tengo un cuarto libre y puedes vivir conmigo, entonces se me resolvió el problema. Todo estaba saliendo muy bien y, todavía, cuando llegué me di cuenta de que Julio tiene un ensamble vocal que se llama Vox Populi Project, ensayaban la casa, los escuché y me encantó. En alguna de las noches que estábamos en la casa, no recuerdo si quise dar algún ejemplo de algo o por qué canté un fragmento, Julio me oyó y me dijo no tienes opción, vives aquí y cantas así, tienes que entrar a Vox Populi (risas), y dije bueno, está bien, suena genial.
Era mi segundo o tercer mes aquí y ya estaba en Vox Populi, para mí fue muy bueno porque fueron como mi familia y mi casa de bienvenida, yo no conocía mucha gente, ellos eran unas diez personas, más o menos, y todos fueron súper amables conmigo, además son muy buenos cantantes y muy buenos músicos. Llegar y toparme con eso de primera mano, también fue una gran bendición en mi camino, y ahí sigo, nunca me salí de Vox Populi.
Ese mismo año, 2015, fuimos a Tlaxcala Canta y a Jalisco Canta, en Jalisco había un concurso y también fue nuevo para mí, yo nunca había concursado en nada musical, y ganamos ese concurso, quedamos en primer lugar en la categoría de Ensamble Vocal Contemporáneo, entonces fue muy importante para mí. Fue muy grande todo eso que estaba pasando en tan poco tiempo y eso hizo que no fuera tan fuerte la sensación de nostalgia, de extrañar mi casa, de deprimirme porque estaba lejos de mi familia, de mis amigos, de todos mis conocidos; eso hizo que nunca me sintiera como un extraño aquí en Xalapa, como un foráneo, desde que llegué me sentí en mi casa porque todos fueron muy amables y muy buenos conmigo.
Al año siguiente, Vox Populi se empezó a volver un poco más formal y del grupo grande que era, se redujo a solo ciertas personas y Julio empezó a tener una postura en la que quería que el grupo fuera más profesional, más enfocado, empezó a tratar de obtener recursos con el grupo y a moverlo en más festivales, a tratar de grabar, incluso, a hacer el proyecto más ambicioso, eso hizo que empezara yo a tener un poco de experiencia laboral —porque no tenía nada—, a tener más experiencia en el estudio, en ensayos rigurosos, leyendo arreglos complejos; mejoré mucho mis habilidades como músico en general gracias a eso, estoy muy agradecido con Vox Populi.
Titulación
A la par de todo eso estaba en la Facultad, afortunadamente me aceptó la maestra Natalia Valderrama, supongo que le gustó cómo tocaba o no sé por qué, pero me aceptó en su grupo y estuve con ella los cuatro años de la carrera.
Otra cosa muy importante fue que Julio compuso un concierto para que lo tocara en mi titulación, fue una obra para coro, flauta y piano. Es un concierto en tres movimientos y mezcla el jazz con la música académica, ese fue el mejor cierre para mi carrera porque tiene todas las cosas que siempre estuve haciendo a lo largo de estos cuatro años.
Armé un coro de dieciséis personas, aproximadamente, el pianista y yo. Julio hizo ese concierto especialmente para mí y estoy muy agradecido con él por todo eso.
(CONTINUARÁ)
PRIMERA PARTE: Decoro, aliento y encanto
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