Varios investigadores del instituto de oncología del hospital Vall d’Hebron de Barcelona (VHIO) han contribuido a una investigación internacional que revela la capacidad protectora de la placenta materna frente al coronavirus. El descubrimiento surge de un análisis hecho con 37 mujeres embarazadas, muchas de ellas infectadas por Covid-19. A través de la investigación dada a conocer ayer, los científicos observaron que aunque el virus pudo infectar las placentas de casi la mitad de las embarazadas no se encontró evidencias de transmisión en ningún recién nacido. Todas las muestras procedían de mujeres que dieron a luz durante la primera ola de la pandemia en 2020 en Italia.
El estudio, publicado ya en la revista ‘The Journal of Clinical Investigation’, también apunta que incluso cuando la carga viral en la placenta es muy elevada esta sigue actuando como barrera, aunque puede verse «severamente afectada» e influir en el desarrollo del neonato. La investigación, en la que han participado los doctores Joan Seoane y Paolo Nuciforo, del VHIO, junto con el Dr. Andrés Antón Pagarolas, del servicio de microbiología del Hospital Universitario Vall d’Hebron y otros investigadores de Milán (Italia) y de la Universidad de Basilea (Suiza), también confirma la capacidad de la oncología en la lucha contra la pandemia. No en vano, los científicos responsables de esta investigación han usado la tecnología que se aplica para el análisis de los tumores para estudiar las placentas de mujeres embarazadas con y sin infección por SARS-CoV-2.
Barrera «materno-neonatal»
Los resultados del estudio constatan que aunque el virus puede infectar la placenta, en ningún caso se produjo una transmisión vertical de la madre al recién nacido, lo que apunta a que la placenta puede ser una barrera «materno-neonatal» eficaz contra el virus, incluso en presencia de una infección grave. «El virus busca escapar del control del sistema inmunitario y para eso desarrolla diferentes estrategias. Es algo que tiene en común con las células tumorales. Nosotros hemos querido ofrecer nuestra experiencia en este sentido aportando todo lo que hemos aprendido en el contexto del cáncer. Así, hemos observado que las estrategias utilizadas por las células tumorales para escaparse del sistema inmune son similares a las utilizadas por el virus», explicó en un comunicado del Vall d’Hebron el Dr. Joan Seoane, investigador del VHIO.
El estudio en cuestión tomó como base un grupo de mujeres embarazadas, 21 de las cuales habían confirmado una infección por SARS-CoV-2 en una prueba PCR. Todas las mujeres dieron a luz con éxito a recién nacidos vivos y asintomáticos excepto en dos casos. Una paciente que había tenido un resultado negativo se sometió a inducción de parto por un aborto espontáneo terapéutico debido a una anomalía cromosómica, y otro de los recién nacidos, en este caso de una paciente positiva con SARS-CoV-2, mostró asfixia perinatal que requirió ventilación mecánica y suplementos de oxígeno durante los primeros tres días de vida, seguida de episodios de epilepsia y síntomas neurológicos que se resolvieron progresivamente tras tratamiento farmacológico. «En este segundo caso, los problemas del neonato no se debieron a que estuviera infectado por el SARS-CoV-2, sino a que la placenta se vio severamente afectada por la enfermedad. Así, el neonato sufre, pero lo hace porque la placenta ya no está funcionando adecuadamente», matizó Nuciforo.
abc.es
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