En el año de 2014, cuando era diputado federal, fue señalado de ser un legislador que les pedía moches a los alcaldes panistas para bajarles recursos federales.

También se exilió del estado durante el bienio de Miguel Ángel Yunes, a quien en un principio respaldó con uñas y dientes y después lo traicionó, a tal grado de estar fuera de la escena política del estado por dos años encontrando cobijo en Puebla con la familia Moreno Valle.

Desde su llegada al PAN se sabe que usa su talento para acercarse al poder dentro de las dirigencias del partido, así como de los liderazgos que hay dentro del mismo, para usar toda información obtenida a su favor.

Se le recuerda muy bien por estar acusado de reventar asambleas municipales para hacer perder o ganar candidaturas a conveniencia, ya que él incluso perdiendo intenta ganar, ya sea poder político o dividendos económicos para su propio beneficio.

En su intención por regresar al escenario político estatal, ha buscado por todas las formas acercarse al primer círculo del panismo a nivel estado, con la finalidad de usar la información del partido para beneficio propio.

Se sabe que, en este proceso de selección de candidaturas dentro del PAN, ha pactado con otros partidos y con distintos liderazgos panistas, incluso antagónicos a la dirigencia estatal a la que se dice servir, para construir acuerdos que le favorezcan personalmente.

En el distrito de Huatusco ya no tiene la simpatía con la que antes gozaba puesto que en realidad no es originario de esa región y en ese contexto no siente ni se identifica con las carencias y necesidades de la zona.

Fuentes fidedignas allegadas a Serralde aseguran que él respalda candidaturas de ex duartistas como la del Tavo Ruiz Barroso en Alvarado, sin importarle la verdadera esencia y convicción de acción nacional.