Como en otros sectores de nuestra existencia, en la ciencia y la medicina las mujeres no destacan suficiente. Menos aún en la historia. Recordemos la icónica pregunta lanzada alguna vez por la periodista : ¿A cuántas científicas mexicanas podemos nombrar?

Según datos de masdemx.com, de acuerdo con la ONU, solo el 30% de los investigadores a nivel mundial son mujeres y en México, 46.5% de las becas otorgadas a través del CONACYT están asignadas a mujeres; mientras que en el Sistema Nacional de Investigadores están inscritas 7,000 investigadoras (37%). Son pocas, pero no es justificación para no recordar los nombres de aquellas que trascienden esta brecha. Comencemos por escribir la historia hoy, nombrando a 5 científicas que están combatiendo al coronavirus en México:

Ana Lucía de la Garza

Se trata de la directora de Investigación Operativa Epidemiológica de la Secretaría de Salud. Estudió Medicina en la Universidad Justo Sierra. Hizo un postgrado en Epidemiología en la Universidad Nacional Autónoma de México y es Maestra en Salud Pública, por el Instituto Nacional de Salud Pública.

De este grado se tituló con la tesis “Diseño e Implementación de los Procedimientos de Operación Estandarizados En la Unidad de Inteligencia Epidemiológica y Sanitaria de la Dirección General de Epidemiología.” Su tesis de doctorado ?es otra investigación muy interesante y contemporánea: “Contribución de la minería de contenidos Web de medios sociales a la inteligencia epidemiológica de Chikungunya y Zika”.

Alethse de la Torre

Es la directora general del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida); especialista en Infectología y Medicina Interna por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y con maestría en Salud Pública en países en vías de desarrollo por la London School of Hygiene and Tropical Medicine de Reino Unido.

Ha publicado 1 libro, 13 capítulos de libro y 19 artículos con enfoque en “la vigilancia y el control de enfermedades infecciosas, calidad de la atención y seguridad del paciente, y salud basada en valor.” Su especialidad es precisamente desarrollar, evaluar e implementar programas para mejorar la salud a nivel local, nacional e internacional. Es consultora especialista durante emergencias epidemiológicas y desastres y se dedica a coordinar equipos durante brotes infecciosos. Además es docente en las materias de enfermedades infecciosas, epidemiología y estadística.

Guadalupe Espitia

Esta doctora es especialista en neumología y medicina interna por la UNAM, aunque se graduó de Médico Cirujano por la Universidad Autónoma de Hidalgo, tiene una maestría en administración (también de la UNAM) y una carrera técnica de enfermería. Actualmente labora en el ISSSTE y por su especialidad en neumología forma parte del equipo mexicano luchando contra el covid-19.

Oliva López

Oliva López Arellano es titular de la Salud en la Ciudad de México. Es Maestra en Medicina Social y Doctora en Ciencias en Salud Pública. Su semblanza oficial devela que es profesora-investigadora, docente en los programas de Maestría en Medicina Social y Doctorado en Ciencias en Salud Colectiva de la UAM Xochimilco.

Sus temas centrales son la salud pública, la medicina social, la salud colectiva, las políticas y los sistemas de salud. Es autora de más de 85 publicaciones sobre calidad de vida, políticas y prioridades en salud; espacios-población vulnerados y derecho a la salud. Su interés central es “contribuir a la construcción de una sociedad justa y equitativa y un estado democrático y de derechos”.

Lorena Rodríguez

La doctora Lorena Rodríguez Bores es Secretaria Técnica del Consejo Nacional de Salud Mental y está jugando un papel vital en esta pandemia. Ella se formó como médico cirujano en la UNAM y tiene una especialidad en psiquiatría, en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz. Es maestra en Ciencias de la Salud, por la UNAM y doctorante en Salud Mental Pública.

Ante el encierro impuesto y el miedo que naturalmente provoca esta situación cuidar de la salud mental es clave, por eso los programas impulsados por la doctora y su equipo podrían hacer la diferencia.

Citamos un comentario importante que hizo en conferencia de prensa oficial: “El tema de la violencia desafortunadamente es un aspecto del estrés y hay un fuerte vínculo entre el estrés y la aparición de síntomas y trastornos mentales. El estrés afecta al cerebro y la bioquímica cerebral, y la violencia se convierte en un factor para desarrollar trastornos afectivos como lo son depresión, ansiedad, estrés postraumático.”

Con esto en mente es que su dependencia está generando material de difusión que contiene estrategias para lidiar con el estrés y fomentar la sana convivencia y la solución de conflictos.

cambiodemichoacan.com.mx

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