A través del sistema de salud y la preparación de médicos residentes, el gobierno de México ha creado una red de colaboración financiera con Cuba que busca justificar el financiamiento que recibe la isla por parte de nuestro país.

Primero fueron las brigadas médicas que vinieron supuestamente a atender el Covid-19 –aunque ninguno de ellos estuvo en primera línea-, y ahora se pretende que los médicos que aprobaron el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) y deseen hacer su especialidad en el extranjero, sólo podrán hacerlo en Cuba, a pesar de que hasta ahora las opciones disponibles también habían sido Estados Unidos, Argentina, Canadá, Israel, España y Rusia.

En el primer año del actual gobierno, justo antes de la pandemia, 47 mil médicos generales presentaron el Examen, sin embargo, sólo 9 mil 480 plazas fueron otorgadas para realizar la residencia en diferentes especialidades e instituciones del país, lo que representa un rechazo de alrededor 80 por ciento.

Es decir, después de años de estudio, sólo dos de cada diez estudiantes tienen un lugar para realizar su residencia, y quienes lo logran, reciben un pago a veces más bajo que el de las personas que se dedican al trabajo doméstico. En los últimos 10 años el número de aspirantes del examen aumentó de 21 mil 386 a 40 mil 081 interesados, sin embargo el número de plazas sólo creció mil lugares más.

Pero la pandemia dio un vuelco de oportunidad. Apenas en noviembre pasado, miles de jóvenes médicos de todo el país habían recibido la gran noticia: el ENARM prácticamente duplicaría las plazas para los profesionales de la salud, ya que se crearían 9 mil 449 plazas-becas más comparado con 2019, con una inversión de cerca de 2 mil 500 millones de pesos.

De los 42 mil 423 profesionales de la salud que presentaron el examen en 2020, el 42.2 por ciento obtuvo una plaza; en total habrá 18 mil 929 plazas distribuidas en las instituciones de salud pública de México. Pero además por primera ocasión se ofrecieron becas para estudiar una especialidad en el extranjero.

En ese momento, Alejandro Svarch, coordinador nacional médico del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) confirmó que había «avanzados procesos de negociación» con Canadá, Estados Unidos, Argentina, Cuba y Australia para que acepten a cerca de mil 600 médicos residentes mexicanos por medio de un programa coordinado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Pero resulta que el gozo se fue al pozo. Nunca se habían otorgado tantas plazas, pero al mismo tiempo, nunca se había otorgando para realizar la especialidad en un solo país. Todavía a finales del año pasado, la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos en Salud (CIFRHS) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) dijeron que habría seis países para especializarse.

Ahora sólo podrán estudiar su especialidad en Cuba -único país con el que se firmó el convenio- o tendrán que renunciar a la beca. De las mil 600 becas que se prometieron en un inicio sólo se han otorgado mil y todas son para especializarse precisamente en Cuba. Esto ha generado un enorme malestar entre los aspirantes no sólo por la carga que han tenido que enfrentar a causa de la pandemia sino porque no les fue informado con oportunidad. Ahora se van a Cuba o pierden su lugar.

Según han dicho algunos de los jóvenes médicos el principal motivo para no ir a la isla es que existen pocas especialidades disponibles. Con base en el CIFRHS las únicas opciones son: Anatomía Patológica, Geriatría, Medicina de Rehabilitación, Psiquiatría, Epidemiología y Medicina de Urgencias.

Por lo pronto existen 13 médicos que aprobaron el ENARM 2020 y ya presentaron un amparo colectivo. Lo que piden es que se respete su lugar ganado en la prueba para continuar con su formación en México. Además indican que nada más se contabilizan 150 jóvenes de los mil acreedores a la beca que están dispuestos a especializarse en Cuba, es decir, sólo el 15% acepta viajar a la isla.

El año pasado, en la primera cresta de la pandemia, asociaciones de médicos en México criticaron la contratación de personal sanitario cubano al acusar que no tienen competencias requeridas, no tienen funciones debidamente especificadas y su intervención “no ha representado un beneficio para el país”. Hoy el gobierno pretende mandar a sus mejores estudiantes sólo a ese país.

Los médicos cubanos estuvieron por un espacio de dos meses. A cambio de eso, el cuestionado Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) pagó un total de 6 millones 255 mil 792 dólares para la contratación de 585 médicos -a razón de 234 mil pesos por médico, equivalente a un ingreso mensual de 115 mil pesos- que atendieron a pacientes de Covid en la Ciudad de México y otras entidades de la república. En el caso de Veracruz, tampoco se hizo público cuando pagó el gobierno estatal al Insabi por estos servicios.

Hoy nuevamente el gobierno morenista envía millones de pesos al gobierno cubano, mientras seguimos siendo el país donde mueren más médicos a causa de la pandemia. Eso lo saben los médicos mexicanos y por eso denuncian el engaño.

Las del estribo…

1. Ayer el gobernador del Estado ofreció que el personal médico del estado recibirá a tiempo la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19; a menos que regresen en el tiempo, es imposible que esto se cumpla. A muchos de ellos les tocaba desde el 5 de febrero y las próximas vacunas llegarán a México hasta la próxima semana. Lo que han hecho con los médicos desde el inicio de la pandemia ha sido verdaderamente criminal.

2. Puntual y precisa la opinión de mi maestro y amigo, Salvador Martínez y Martínez, ex director de la Facultad de Derecho y ex Presidente del IEV, respecto a la cuota voluntaria que pretende cobrar CMAS a los usuarios. Los xalapeños nunca expresaron su “voluntad”, sino que se trata de una decisión unilateral con visos de arbitrariedad que no soporta ningún criterio de legalidad.