Australia informó que vacunará gratis contra la COVID-19 a refugiados, solicitantes de asilo e indocumentados y extranjeros con visados temporales, además de sus ciudadanos.
El ministro de Salud, Greg Hunt, afirmó que tienen que asegurarse que todas las personas que se encuentren en Australia estén seguras. El plan de las autoridades sanitarias es inmunizar de forma voluntaria a toda la población para octubre de este año.
El anuncio se hizo al informar el compromiso de compra de otras 10 millones de dosis de la vacuna fabricada por Pfizer.
Hasta la fecha, Australia ha adquirido un total 150 millones de dosis de vacunas de Pfizer, AstraZeneca y Novavax para inocular a sus más de 25 millones de habitantes a partir de finales de mes.
On the advice of the Scientific Industry Technical Advisory Group on Vaccine lead by Professor Brendan Murphy, the Australian Government has secured an additional 10 million doses of the Pfizer COVID-19 vaccine. pic.twitter.com/OHGZ0eepUx
— Greg Hunt (@TheHonGregHunt) February 4, 2021
Siguiendo el consejo del Grupo Asesor Técnico de la Industria Científica sobre Vacunas dirigido por el profesor Brendan Murphy, el gobierno australiano ha obtenido 10 millones de dosis adicionales de la vacuna Pfizer COVID-19. El Gobierno se compromete a proporcionar vacunas seguras y eficaces gratuitas para todos en Australia, sin importar dónde vivan. El programa de vacunación sigue en camino de comenzar la entrega a fines de febrero a las personas del grupo de primera prioridad, la Fase 1.
Desde el comienzo del brote, la nación acumula 28,800 casos de la COVID-19, incluyendo 909 muertos, y tiene pequeños rebrotes en las ciudades de Perth y Melbourne.
El viernes pasado Nueva Gales del Sur permitió reuniones al aire libre de hasta 50 personas y de 30, incluyendo menores, en espacios cerrados, entre otras medidas, anunció su jefa de Gobierno, Gladys Berejiklian, quien argumentó la medida dado que en ese momento llevaban diez días sin contagios locales en todo el país.
Desde marzo, Australia mantiene cerradas sus fronteras a los viajeros extranjeros. Únicamente permite, desde octubre pasado, a los habitantes de Nueva Zelanda entrar libremente, aunque a su regreso deben someterse a una cuarentena obligatoria de 14 días. El uso de las mascarillas faciales sigue siendo obligatorio en el transporte público y otros espacios.
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