La semana pasada, el Presidente López Obrador hizo una pausa en su convalecencia por el contagio de Covid-19 para hablar con el mandatario ruso Vladimir Putin e iniciar las gestiones para la adquisición de 24 millones de dosis de la vacuna SputnikV –cuyo primer lote ofreció que llegará esta misma semana- y poder continuar con el calendario de vacunación.

Luego de una semana de silencio, el viernes por la noche el tabasqueño emitió un mensaje al país en el que confirmó el acuerdo con el Presidente ruso, la cantidad de vacunas y la primera fecha de entrega. El problema es que el anuncio de López Obrador no sólo es falso sino también temerario: la SputnikV representa una vacuna y una ruleta rusa al mismo tiempo. Vamos por partes.

La vacuna no llegará esta semana como dice el Presidente. Hace un par de días, el periodista Federico Arreola (Vacuna rusa: otra vulgar mentira de @HLGatell al presidente), puso en evidencia la premeditada mentira del gobierno federal al confirmar que “ni el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, ni el Ministerio de Salud de la Federación Rusa, ni ninguna dependencia de ese gobierno, ni la embajada rusa en México, ni tampoco ninguno de sus representantes legales han solicitado a Cofepris autorización para que se aplique en nuestro país la vacuna Sputnik V.”

Confirmó que hasta el viernes por la noche, nadie había solicitado el inicio de un trámite para autorizar la Sputnik V en México. “Por lo tanto, los expertos de Cofepris no pudieron dar «luz verde» a la vacuna Sputnik V.  Mintió Gatell.” Si el lunes (hoy) el Centro Gamaleya pidiera formalmente que su vacuna pueda ser usada en nuestro país —y si Cofepris se va a dar tiempo suficiente para analizar con lujo de detalle toda la documentación—, el trámite por muy rápido que se procese, tardará un mínimo de ¡¡dos semanas!!

De acuerdo a la normatividad de Cofepris, el trámite inicia cuando los desarrolladores de medicamentos solicitan a autorización para su uso en México, algo que no ha ocurrido con la vacuna rusa. Y como nadie ha solicitado nada a Cofepris sobre esta pústula, la dependencia mexicana no ha pedido al Comité de Nuevas Moléculas para que se analice la SputnikV, reseña en el artículo publicado en el sitio SDP noticias.

Así las cosas, concluye, si la próxima semana llegan 200 mil vacunas rusas a México se tratará de contrabando, ya que al no contar con autorización de Cofepris no pueden tener permiso de importación. Sugiere que el gobierno apuesta a dos cosas: al contrabando o amparar tal importación en un procedimiento en Cofepris absolutamente viciado y apresurado, y por tal motivo peligroso para la salud de los mexicanos.

Estas vacunas, si llegan, serían utilizadas para aplicarla a adultos mayores ya que el personal médico debe recibir aún la segunda dosis de la vacuna de Pfizer, hasta ahora la única que ha estado disponible para México. Sin la intervención estratégica de la Cofepris, el gobierno podría inducir de manera criminal la muerte de muchas personas.

Hasta ahora, la vacuna ha sido severamente cuestionada lo mismo por su efectividad que por los efectos secundarios que pueda traer. De hecho, la mayor parte de los países del mundo ha tomado con reserva el uso de la SputnikV, a la que el gobierno de México ha apostado todo en este momento.

¿Por qué la vacuna es también una ruleta rusa? Uno de los pocos países que ya autorizó esta vacuna e inclusive ya inició su aplicación es Argentina. A eso fue Gatell. A partir de la experiencia inicial, la revista Proceso publicó el reporte titulado Informe Dirección de Evaluación y Registro de Medicamentos de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), que es la máxima autoridad sanitaria en aquél país.

El documento menciona que durante los ensayos clínicos fase 3 se presentaron 12 eventos adversos serios, de los cuales tres fueron en adultos mayores de 60 años, precisamente el segmento de población que recibirá la vacuna en México. Lo más grave es que el propio Instituto Gamaleya, desarrollador de la vacuna, ha advertido de las contraindicaciones a los países interesados, algo que el gobierno de López Obrador ha ignorado.

 El instituto sugiere que se debe hacer una revisión personal a cada paciente y comparar los beneficios con los daños para determinar si es conveniente la aplicación de la SputnikV en personas con enfermedades crónicas del hígado y del riñón, trastornos graves del sistema endocrino, enfermedades graves del sistema hematopoyético, epilepsia, enfermedades del sistema cardiovascular –la primera causa de muerte en México con las enfermedades del corazón-, enfermedades pulmonares y asma, y con reacciones alérgicas y eccema.

¿Tendrá un sistema de salud colapsado, el tiempo y los recursos para realizar estas pruebas antes de aplicar la vacuna o simplemente se les enviará al matadero? Los rusos ya nos advirtieron.

 Las del estribo…

  1. Para no quedarnos atrás, ahora tendríamos nuestra propia cepa tenochca del coronavirus. Mientras, un Presidente contagiado que no usa cubrebocas y miles de ciudadanos en la fiesta, nos han convertido en el tercer país con más muertes en el mundo. Sólo en enero murieron más de 30 mil personas.
  2. López Obrador dijo el viernes que la pandemia no nos ha rebasado. Resulta que el IMSS está obligando a médicas en situación vulnerable al Covid-19 –embarazadas o en lactancia- a seguir trabajando, a pesar de que Veracruz es la cuarta entidad a nivel nacional en muertes de personal médico. Desde la tranquilidad de los pasillos de Palacio Nacional, todo se ve más bonito.