Por pandemia de coronavirus, las estatuillas de “Niños Dios” fueron vestidos de médicos y enfermeros y a su vez ofertados al público con cubrebocas, para llevarlos a las iglesias católicas a recibir la bendición de los sacerdotes, cómo parte de la tradición navideña.
Vestir, arrullar, acostar, bendecir y levantar el Niño Dios es una de las tradiciones que practican los católicos cada año, que comienza con la noche de Navidad y finaliza el 02 de febrero Día de La Candelaria.
Este año 2021 caracterizado por la pandemia del coronavirus, los vendedores de la estatuilla de Niños Dios los caracterizaron de médicos y por primera vez les pusieron el uniforme de enfermero, para hacer un reconocimiento a los que ejercen la profesión y salvan vidas.
Una de las vendedoras de Niños Dios, María González explicó que este año vendieron más Niño Dios vestidos de médicos y enfermeros que en otros tiempos.
“Vestirlo de médico siempre lo han pedido, pero este año por la contingencia lo vestimos por primera vez de enfermero, y la gente viene a pedirlo así, y les pusimos cubrebocas, y a la gente le gusta”, explicó la comerciante que desde hace 30 años se dedica a vestir Niños Dios.
Explicó que aún hay una baja economía en las familias por la pandemia del coronavirus, las personas sí acudieron este 2021 a comprarlo, porque representa para ellos “Una esperanza de Fe”.
María informó que son los últimos días de enero y los primeros de febrero cuando los católicos acuden a comprarlo.
“La gente sigue buscando el Niño Dios siempre, éste año nos pidieron el Niño Doctor, el Niño Cirujano, el Niño Enfermero. Ahora la iglesia les ha pedido que los vista solo de blanco o de bebés, pero la gente lo sigue buscando vestido también como el santo de su devoción, por ejemplo de San Judas Tadeo”, expuso.
Los precios de los vestuarios para Niño Dios van desde 100 pesos hasta 350 pesos, y la figura o estatua es de 60 pesos el más pequeño y hasta 190 el de mayor tamaño, finalizó la vendedora.
AVC/Verónica Huerta
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