A menos que Ricardo Ahued haya decidido terminar de manera anticipada su carrera política, no será candidato a la presidencia municipal de Xalapa. Si bien le sobran méritos y capacidad para volver a gobernar la capital del estado, también le sobran enemigos dentro de Morena. Además, la herencia de Hipólito Rodríguez será un lastre para el empresario por mucho que haya tomado distancia.
Este viernes, las tribus morenistas que ven al senador de la República como el único personaje capaz de competirles la gubernatura del estado en 2024, filtraron la especie que una de las condiciones que habría puesto para aceptar la candidatura a la alcaldía es que se aprobara una reforma a la Constitución del estado para que los ciudadanos no nacidos en Veracruz y que tampoco son hijos de padres veracruzanos, puedan ser candidatos a la gubernatura.
La sola idea lo dejaría fuera de la contienda. Reformar la Constitución para obtener un beneficio estrictamente personal es algo que no le perdonarían los electores, y por supuesto, es algo que tampoco pediría el senador.
Pero resulta que ya existe una iniciativa con el mismo propósito. La presentó el diputado local con licencia –y actual aspirante a la presidencia municipal de Coatzacoalcos- Amado Cruz Malpica el 2 de mayo de 2020. Su pretensión es que el padre o la madre de hijas e hijos nacidos en el estado de Veracruz sean reconocidos también como veracruzanos, y con ello, obtener el derecho a gobernar la entidad.
Fue tan burda la propuesta que de inmediato fue señalada como la “ley Nahle”, en referencia a la Secretaria de Energía y aspirante a gobernar Veracruz. La intención es endilgarle a Ricardo Ahued la paternidad de una fallida iniciativa que tuvo el rechazo inmediato. Imposible imaginar una condición tan absurda como desmedida.
Los mejores amigos de don Ricardo no están en Morena. Ahí es donde anidan sus adversarios. En octubre de 2018, tras hacer una seria crítica al manejo del problema de la basura en la ciudad y el riesgo de quedarnos sin agua por la falta de un convenio con el municipio de Quimixtlan, Puebla, recibió una andanada de señalamientos tanto del alcalde Hipólito Rodríguez como del delegado federal Manuel Huerta, quienes le pidieron “informarse muy bien sobre los temas de la ciudad y en todo caso que mejor critique lo que hace el gobierno estatal de Miguel Ángel Yunes Linares. Son fuegos amigos y fuegos rete amorosos”, acusaron.
En septiembre pasado, tras evidenciar el pésimo estado en que se encuentran las rutas de evacuación en torno a la planta de Laguna Verde, el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, le respondió que no solamente hay que hablar sino hacer y participar en las obras, convocándolo “a trabajar en equipo para que las cosas funcionen bien en Veracruz”. A Cisneros se atribuye la idea de la iniciativa propuesta por Amado Cruz a favor de Rocío Nahle.
Ir a una elección con la animadversión del Secretario de Gobierno, el súper delegado federal, el alcalde saliente, los diputados federales y locales, -y hay quien asegura que hasta del Gobernador del Estado-, no sería una trampa sino más bien un suicidio político. Además, tendría que arrastrar a un partido dividido en su dirigencia estatal y sin ninguna estructura, ni siquiera la de los programas sociales que maneja Manuel Huerta.
Una derrota de Ricardo Ahued en Xalapa sería un duro golpe para Morena pero despejaría el camino a “los duros” para la sucesión de 2024.
Ante el destape que hicieron las diputadas Dorheny García, Rosalinda Galindo y Ana Miriam Ferráez, muchas voces sugieren que se trata de una trampa: el ex alcalde de Xalapa estaría siendo obligado a competir para ganar la capital y luego pedir licencia para regresar al Senado. Quedarse en Xalapa y bajarse de la sucesión es la otra alternativa.
El viernes pasado, respondió: “Yo tengo mucho aprecio por el amigo (el ex alcalde de Altotonga, Carlos Darío Arcos), lo conozco desde hace muchos años, leí su carta y creo que no pudiera acusar a nadie de trampas porque ya tengo canas, soy una persona adulta y solamente que me haga tonto me van a entrampar. Yo no me presto a trampas ni a otras cosas”.
Su aceptación tácita de que se trata de una trampa en la que no va a caer, fortaleció la idea de que rechazará la “invitación” de las legisladoras morenistas. En todo caso, dijo, las candidaturas son un tema interno de Morena y que seguramente “habrá muchos aspirantes” a la alcaldía de Xalapa.
De manera involuntaria, Ricardo Ahued también ha ido creando una falsa imagen de político “chambista”. Ha sido presidente municipal, diputado local y senador de la República por distintos partidos; a partir de 2018, luego de ganar la Senaduría, aceptó la Administración General de Aduanas –cargo en el que duró apenas unos meses- y regresó a la Cámara Alta. La intención de buscar la presidencia municipal sería su tercer cargo público en menos de tres años.
Todo esto lo sabe don Ricardo. Por eso no será candidato a la alcaldía de Xalapa.
Las del estribo…
- En estos meses, el Presidente se refirió a la pandemia: “Miren, lo del coronavirus, eso de que no se puede uno abrazar; hay que abrazarse, no pasa nada”. “El escudo protector es la honestidad, eso es lo que protege, el no permitir la corrupción”. “Detente, enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo”. “No es, según la información que se tiene, algo terrible, fatal. Ni siquiera es equivalente a la influenza”. Ayer el Presidente informó que resultó positivo al Covid-19.
- ¿Qué dicen los números? El porcentaje de fatalidad en México es del 8 por ciento, es decir, mueren 8 personas de cada 100 que se contagian. Eso quiere decir que cuando rebasados los 20 mil casos en un día, de ellos morirán al menos 1,600. En Coatzacoalcos murieron más de 100 personas resultado de las fiestas de navidad y fin de año. Sin embargo, siguen bodas, XV años y hasta entrega de programas sociales.