La exalcaldesa priista Elízabeth Morales parece estarse equivocando al pretender colgarse de Morena en su intento por regresar en enero de 2022 al Palacio Municipal de Xalapa.

Y es que además de que su capital político y social ya no es el mismo que en 2010 –cuando con encuesta en mano le aseguró a Javier Duarte que le garantizaba al menos cien mil votos en Xalapa pero como candidata a la alcaldía, no a la diputación local que originalmente le proponían, orillando al entonces candidato del PRI a gobernador a quitarle la candidatura municipal del tricolor al exsecretario de Trabajo, Américo Zúñiga, para dársela a la que por esos años era una conductora muy popular de TV Más–, ahora, Morales García no sólo reaparece luego de varias batallas perdidas en el priismo sino que además ha recibido evidentes muestras de rechazo de los principales grupos dominantes de Morena en Veracruz.

Con excepción del apoyo de Gonzalo Vicencio, el gris secretario general del partido obradorista en la entidad –quien está confrontado con los morenistas del gobierno estatal–, Elízabeth ha sido descalificada públicamente por la diputada federal Dorheny García Cayetano, la aspirante a la alcaldía más cercana al gobernador Cuitláhuac García, y también por la síndica xalapeña con licencia Ivonne Cisneros Luján, actual integrante de la Comisión Nacional de Encuestas de Morena.

“Eso es una broma. Eso es una mala broma del PRI que quiere confundir a la ciudadanía e incluso pretende generar incertidumbre entre la militancia de Morena”, declaró recientemente Cisneros Luján, quien expuso que ni siquiera hay todavía una convocatoria emitida para contender por el cargo o de afiliación al partido.

La síndica, quien en diciembre de 2018 se integró al gabinete lopezobradorista invitada por su amiga Asa Cristina Laurell, ex subsecretaria de Salud, reapareció en Xalapa a finales del año pasado con el ex director de Gobernación del Ayuntamiento, Juan Vergel, quien expresó su interés por la candidatura municipal.

Después de la sucesión gubernamental de 2010, cuando arrasó en Xalapa con más de cien mil votos –los cuales no se los endosó a Duarte como se lo había prometido al candidato a gobernador–, Elízabeth perdió en 2015 la contienda por la diputación federal ante el actual mandatario veracruzano de Morena, y en abril de 2019 también quedó en evidencia con el fracaso de Damara Gómez, la regidora priista de Minatitlán que compitió por la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI.

La edil sureña, que llevaba como compañero de fórmula para la Secretaría General a Eligio Morales Fuentes, padre de Elízabeth, obtuvo menos de dos mil votos en todo el estado, ni siquiera el 10 por ciento de los que recibió el actual dirigente Marlon Ramírez Marín.

Casualmente, por esa misma fecha, la exalcaldesa xalapeña recibió un duro revés de Morena en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, cuando la bancada veracruzana echó abajo a finales de abril de 2019 su nombramiento como titular del órgano interno de control de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), que supuestamente ya había acordado Mario Delgado, a la sazón coordinador legislativo y actual dirigente partidista.

Como se recordará, con 196 votos en contra, 173 a favor y 11 abstenciones, el pleno de la Cámara de Diputados rechazó la designación de Elizabeth Morales como titular del órgano de control interno de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

A la hora de la votación, los legisladores morenistas de Veracruz comenzaron a corear “¡en contra, en contra, en contra!” y “¡Veracruz, Veracruz, Veracruz!”, a la vez que mostraron  pancartas con la fotografía de Morales García con el ex gobernador Javier Duarte.

La diputada de Morena por el distrito de Poza Rica, Raquel Bonilla Herrera, recordó el pasado de Morales García como una de las operadoras políticas del ex gobernador Duarte de Ochoa, quien en enero de 2014, tres semanas después de concluir su administración municipal, la hizo presidenta del CDE del PRI.

En aquella ocasión, sólo el coordinador de la fracción lopezobradorista, Mario Delgado, votó a favor de su fallido nombramiento. ¿Será que en desagravio ahora el dirigente nacional de Morena la haga candidata a la alcaldía de Xalapa? Pudiera ser. Al menos eso parece indicar el súbito activismo de Elízabeth y de su incondicional Michelle Servín, a la que le impuso como síndica a Américo Zúñiga, su sucesor en la alcaldía. Sin embargo, por las descalificaciones de diversos personajes de la 4T, Morales García correría el riesgo de llevarse otro “morenazo”.