El Presidente López Obrador no podía ocultar su satisfacción. Lo que tendría que ser un momento incómodo –explicar por qué el funcionario responsable de atender de la pandemia se había ido de vacaciones contraviniendo todas las disposiciones impuestas a la población- se convirtió en éxtasis por el resultado de un montaje perfectamente planeado.

Por un par de días, un asunto de carácter privado se convirtió en un nutrido debate nacional donde el Presidente, como un moderno Moisés, dividió las aguas de la opinión pública, llevando al país a una nueva confrontación que sólo sirvió de cortina de humo a lo verdaderamente importante: las vacunas son insuficientes, se han aplicado de manera discrecional y cientos de médicos que están en la primera línea se quedaron sin recibirla.

Mientras discutíamos si era inmoral que el doctor López-Gatell se fuera de vacaciones, que viajara en un avión sin utilizar cubrebocas y disfrutara de compañía en medio de una playa llena de turistas, se confirmó que el 2020 fue el año más violento en la historia reciente del país a pesar del confinamiento; pasamos por alto que tuvimos la peor caída del PIB –incluso mayor a la crisis económica de 1995-, y nos olvidamos por un momento la cascada de aumento de precios que llegaron con el nuevo año.

El Presidente estaba tan contento que por la tarde se fue a jugar beisbol mientras López-Gatell se regodeaba acusando persecución de fuerzas políticas.

La propaganda oficial se tocó por nota. Incluso los de casa cumplieron su papel animando la falsa discusión sobre las vacaciones de López Gatell. Al tiempo que la Jefa de Gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheimbaum, descalificaba la actitud del subsecretario de salud justificando que ella y su equipo no pensarían en tomar un descanso en medio de la crisis por el coronavirus, muchas otras voces del gobierno salieron en su defensa.

Mientras, los medios todos dedicaron sus portadas y principales notas a dar cobertura a todas las voces que criticaban y defendían al funcionario. Así, se dada cuenta de los gobiernos que echaron a los funcionarios que irresponsablemente tomaron vacaciones en medio de la pandemia –ellos sí por decisión propia- e incluso se refería el mensaje del Papa Francisco criticando la decisión de personas en todo el mundo que tomaron vacaciones sin la menor empatía con quienes sufren a causa del Covid.

La nueva confrontación en el coliseo tenochca fue un guión bien articulado: López-Gatell viajó solo, sin familia, lo que evitaría que fueran linchados por la opinión pública. Viajó a un destino nacional, lo que reducía el riesgo de someterse a las disposiciones sanitarias de otros países; y se dejó ver en público para que su acción corriera vertiginosamente por el torrente sanguíneo de las redes sociales. En cuestión de horas, las breves vacaciones de López-Gatell se convirtieron en un asunto de Estado y la nota más importante de los medios. ¡Vaya genialidad!

Si algo tiene el Presidente López Obrador es que no puede ocultar lo que siente. Hay críticas a su gobierno que lo lastiman en lo personal; y entonces arremete, descalifica, injuria y utiliza la fuerza del Estado para amedrentar a sus críticos. En cambio, cuando tiene el control de la baraja, disfruta como un niño de la mentira y de los montajes que entretienen a la plebe; no lo disimula, sonríe y se muestra satisfecho. Eso fue lo que pasó ayer en la conferencia mañanera de Palacio Nacional.

El Presidente podrá no ser capaz de distinguir entre 120 mil dosis de vacunas y 120 millones de mexicanos. Eso es lo de menos. Sabe como manipular a esa masa, hoy dividida entre fanáticos, seguidores, críticos y adversarios. Y es eso justamente lo que le permite gobernar de la manera en que lo hace.

Xalapa, éramos muchos y parió la abuela

La capital del estado de convirtió en el epicentro del próximo proceso electoral. Mientras en otros distritos y municipios del estado, los partidos políticos están pasando las de Caín para encontrar candidatos competitivos, en Xalapa sobran aspirantes para ocupar los cargos de elección en disputa.

Ayer se sumaron tres nuevos personajes: el ex rector Raúl Arias Lovillo –quien buscaría contender por la presidencia municipal-, Uriel Flores Aguayo (independiente); y el ex diputado y ex secretario de educación, Adolfo Mota, quien fue registrado por la alianza PAN-PRI-PRD como precandidato a la diputación local por Xalapa rural. Ellos se suman a lista de aspirantes aliancistas que integran Américo Zúñiga (Xalapa urbano), Sergio Hernández, David Velasco, y hasta Juan Vergel, quienes siguen peleando por un lugar en la boleta.

Por Morena parece ser que no hay otra candidata que Dorheny García, quien al igual que el resto de la familia del Gobernador, celebró la llegada del año nuevo en la Casa Veracruz. Al parecer, lo mejor que podría pasarles a Rosalinda Galindo y Ana Miriam Ferráez es repetir en el cargo, aunque hay otros aspirantes dentro de Morena que están peleando un lugar. Elizabeth Morales no fue más que flor de un día. Habrá más sorpresas.

La del estribo…

1. El OPLE presentó una denuncia ante el Tribunal Electoral en contra de cuatro diputados locales morenistas por la “reiterada” presunta promoción personalizada de su imagen, mediante la entrega de despensas y apoyos a ciudadanos de la entidad. Ellos mismos se encargaron de difundirlo en sus redes sociales. Veremos que tan frágil es la “autonomía” del TEV.

2. Aprovechando el arranque del proceso electoral, alguien le está echando gasolina a las protestas de los concesionarios de los verificentros, quienes siguen en protesta porque los recursos entran directamente a la Secretaría de Finanzas. No hay disposición que permita embargar vehículos que no cuenten con verificación.