A seis años del asesinato del periodistas de “La Unión” en Medellín de Bravo, Moisés Sánchez Cerezo, sólo hay un detenido de los nueve que habrían participado en el crimen y el ex alcalde de ese municipio, Omar “N”, sigue sin ser aprehendido por estos hechos a pesar de ser señalado como el autor material del homicidio.

Jorge Sánchez, hijo del periodista asesinado el 2 de enero de 2015, acudió este sábado a plaza Lerdo y pintó junto a las letras turística de “Veracruz” la palabra impunidad, ya que dijo el nombre del estado está ligado a la impunidad, ya que sin importar el color de los Gobiernos en turno y que cada uno tenga un fiscal “a modo” los crímenes de periodistas siguen impunes.

Señaló que está estancada la investigación por el asesinato de su padre, que fue sacado de su domicilio por un comando armando y encontrado muerto 20 días después en un paraje de Manlio Fabio Altamirano.

En esta plaza Lerdo Jorge Sánchez además colocó la camiseta con el logo de “La Unión” con la cual su padre salía diariamente a trabajar, además de la bocina con la que el periodista acudía a las colonias para vocear las noticias, y el logo de la empresa que fue creado en la década de los 80.

“No bastan las protestas, no basta ver o entrevistarse con el Gobernador, con el secretario de Gobernación, el tema siempre es que hay una élite que perpetua esta impunidad en Veracruz y en México. Lo que tenemos en Veracruz, sin importar si el Gobierno es rojo, azul o moreno, que cada uno tuvo su fiscal a modo, es la impunidad, es lo único que caracteriza a estos gobiernos”, criticó.

Acusó que quienes ejercen la libertad de expresión en Veracruz se enfrentan que los policías y el aparato del Estado, que en lugar de proteger los derechos de los ciudadanos, lo que hacen es intimidar, ejemplo de lo cual es que durante esta manifestación los uniformados intentaron votar que se hiciera la pinta.

“Nosotros llegamos a hacer este acto simbólico y llegaron los policías en cuestión de minutos a tratar de detenernos, de intimidarnos. Si ha algún delito que nos lleven, pero no querían que hiciéramos esto, es un acto simbólica”.

Recordó que de 2010 a la fecha 24 periodistas en Veracruz han sido asesinados y que no se trata son nombres o números, sino personas que tienen familias que exigen justicia por estos crímenes.

Investigación estancada

Jorge Sánchez señaló que actualmente la investigación por el asesinato de su padre está estancada, porque dos de los policías involucrados ya salieron en libertad; en septiembre de 2020 salió en libertad el escolta del ex alcalde de Medellín, señalado de ser el “enlace” con el grupo criminal que realizó el ataque.

“El caso está en la impunidad, la investigación está estancada, dijimos que estaban haciendo una investigación muy a modo para dejar libres a los culpables, que si eran detenidos pudieran salir en libertad y ese mismo año, en septiembre el primero de los detenidos salió en libertad, que fue el escolta del alcalde que es señalado por ser el contacto con la célula delincuencial”.

Además, estaban por salir dos policías detenidos y que estaban acusado por el delito de incumplimiento de un debe legal y actualmente sólo Clemente Noé “N” está detenido, uno de los nueve que participaron en el crimen.

Dijo que a pesar de que existe una orden de aprehensión en contra del ex alcalde de Medellín de Bravo, Omar “N”, las autoridades no lo buscan y lleva seis años prófugo de la justicia aunque hay pistas de dónde se encuentra.

“Parece que no lo están buscando porque se le ha visto en algunos cafés de Córdoba y la zona y anda como si nada. Lleva seis años prófugo de la justicia. Es algo muy doloso porque hemos hecho de todo para que se haga justicia en este caso, pero no vemos voluntad de parte de los gobiernos porque sin importar el color de los gobiernos, aun con fiscales a modo, no hacen justicia. Cuitláhuac intentó lavarse las manos y quedar bien develando una placa hace dos años, pero ni siquiera sabemos dónde está. Yo le decía ese día que no queremos una placa, queremos justicia, vemos simulación, vemos que este Gobierno como los anteriores intentan hacer las cosas superficialmente, que se vea bonito”.

El crimen

El 2 de enero de 2015, Moisés Sánchez fue sacado de su hogar por un comando armando, su familia aseguró que los agresores vestían uniformes policiacos; desde ese día y hasta el 25 de enero su familia lo buscó.

Ante del hallazgo de su cadáver en Manlio Fabio Altamirano, 13 policías de Medellín fueron interrogados tras los señalamientos de la familia sobre el “levantón”, luego fueron interrogados los 36 elementos de la policía municipal.

El día del hallazgo el entonces fiscal general Luis Ángel Bravo Contreras aseguró que el cuerpo del periodistas era irreconocible, por lo cual se tuvo que realizar una prueba dactilar y estudios de ADN para confirmar su identidad.

De acuerdo con la autoridad, Moisés fue asesinado por orden del entonces alcalde de Medellín que le pidió a su escolta buscar la forma de desaparecer al periodista; este a su vez le pidió “el favor” a policías.

AVC

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