El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que un médico, su esposa y al menos una de sus hijas, fueron vacunados en el Estado de México, a pesar de que no les correspondía pues no son personal que atiende a pacientes con COVID-19.

“En efecto, una familia que no le correspondía, llegó y con influyentismo se vacunaron, un médico , su esposa y creo que una o dos de sus hijas, no voy a hablar de los nombre porque eso va a corresponder a la investigación para castigar esta irregularidad, este abuso”, indicó el mandatario mexicano.

López Obrador agradeció al medio de comunicación que denunció el caso el martes pasado durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, y llamó a los ciudadanos a que “ayuden a cortar de tajo con el influyentismo”.

“Agradecerle a este medio de comunicación por la denuncia, y pedirle a toda la gente que nos ayude denunciando todos estos abusos, porque no es asunto de una sola mujer, de un solo hombre o de un grupo de servidores públicos, es asunto de todos para poder frenar, detener, cortar de tajo con el influyentismo, un mal hábito que viene de lejos, entonces tenemos todos que luchar por una sociedad mejor, una sociedad sin injusticias, sin prepotencia, sin trampas”, señaló.

El mandatario mexicano aseguró que es inmoral el “brincarse la fila” para la aplicación de la vacuna contra el COVID-19.

“Y que se sepa, que es inmoral el saltar o brincarse la fila, es una inmoralidad si no nos corresponde. SI hemos decidido, de acuerdo a las recomendaciones de los expertos, que los primeros en vacunar son los que están atendiendo a enfermos en los hospitales Covid-19, y luego a los adultos mayores, porque al vacunar a los adultos mayores estamos evitando el 80 % de fallecimientos de la población”, dijo López Obrador.

Directivos, la familia de un médico y un oftalmólogo: influyentismo e irregularidades en la vacunación COVID-19 en México

Tras la aplicación de las primeras vacunas en contra de la COVID-19 en México, la polémica por el influyentismo de altos funcionarios de hospitales no se hizo esperar y en conferencia de prensa de López Obrador, el martes pasado una periodista denunció el presunto acto de influyentismo, este día el presidente lo confirmó.

La declaración se produjo después de una denuncia ante el mandatario acerca de que el director del Centro Médico “Lic. Adolfo López Mateos”, el doctor José Rogel Romero, y sus familiares, recibieron el antídoto en las instalaciones de la 22 Zona Militar, ubicada en el municipio de Santa María Rayón, el jueves 24 de diciembre.

Tras la acusación hecha pública el 29 de diciembre, la Secretaría de Salud local declaró que en el primer día de vacunación hubo un error en el sistema de confirmación de citas del personal médico, el cual fue puesto en funcionamiento por una empresa contratada por el IMSS. Esto provocó descontrol, además de que el personal de salud no acudiera en su totalidad a la hora designada.

Y es que previo a que se iniciara el proceso de vacunación, las autoridades castrenses establecieron un control en cada uno de los 10 puestos, basado en un formato que recibieron los 10 hospitales más relevantes en la atención de la emergencia en la entidad para que cada directivo designara al personal que recibiría el biológico.

Posteriormente, para confirmar el registro de cada uno de los profesionales, se les enviaría un código QR, el cual usarían al momento de presentarse a la vacunación, sin embargo, en esa parte del proceso fue donde se dio el error, lo cual ocasionó el retraso de quienes serían vacunados inicialmente.

Luego de este problema, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) determinó continuar con el proceso de vacunación, pues las inyecciones ya estaban preparadas, por lo que “se decidió convocar a trabajadores de otros hospitales que no estaban contemplados en esta primera etapa, tanto del Valle de Toluca como del Valle de México”.

Asimismo, la dependencia dijo que el registro de estas personas se realizó de manera manual, además de que se aplicaron las 975 dosis que fueron entregadas a la entidad entre personal del ISEM, IMSS, ISSSTE, Pemex, Sedena y Semar.

Si bien el presidente López Obrador confirmó que los familiares del directivo fueron vacunados, la Secretaría de Salud del Estado de México apuntó que desconocían si ellos habían recibido la inmunización.

Respecto al doctor Rogel Romero, puntualizaron que él sí estuvo contemplado, pues el “Centro Médico Adolfo López Mateos es una de las unidades hospitalarias más activas en la atención a pacientes contagiados con el nuevo coronavirus y en dos ocasiones ha estado infectado”.

Cabe recordar que este no ha sido el único caso polémico en torno a la quiénes reciben el antídoto en contra de la COVID-19. Después de unas horas de que iniciara el plan de vacunación, personal médico del Hospital La Raza también protestó, pues argumentaron que se había inyectado a un directivo de la institución.

Zoé Robledo, director del IMSS, confirmó que así había sido, pero también explicó que cumplía con los criterios para recibir el medicamento. Sin embargo, en Coahuila también se habrían colado 29 funcionarios para vacunarse, de acuerdo con reportes de diarios locales, los cuales también detallaron que entre las personas inyectadas había gente que no atendía a pacientes COVID-19.

Otro caso es el del doctor Alejandro Silva, quien acaparó la atención de los usuarios de redes sociales por su físico y por el hecho de que recibió la vacuna contra el coronavirus aun cuando su especialidad es la oftalmología, por la cual no puede ser catalogado como personal de salud de primera línea en la lucha contra la enfermedad.

INFORMACIÓN/INFOBAE

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