La activista saudita por los derechos de las mujeres Loujain al Hathloul fue condenada este lunes a cinco años y ocho meses de prisión por un tribunal especializado en casos antiterroristas, informaron medios de comunicación sauditas.

En concreto, Hathloul fue declarada culpable de “diversas actividades prohibidas por la ley antiterrorista”, según precisó al medio Sabq una persona que asistió a la audiencia. La condena es menor a los 20 años de prisión que había solicitado la fiscalía el pasado 17 de diciembre.

La militante se encuentra en detención provisional desde hace más de dos años, un periodo que fue tomado en cuenta en la condena pronunciada, explicaron medios sauditas que citan el fallo del tribunal. El juez, que pronunció la sentencia durante una sesión a la que tuvieron acceso los medios locales, dijo que no obstante esa suspensión “se considerará nula en el caso de que la procesada cometa cualquier crimen en los próximos tres años”, según Okaz.

Esto, dijo su familia, podría ser indicio de una liberación en el futuro cercano. Su hermana lina indicó en un tuit que Hathloul podría ser liberada “en dos meses”. Otra fuente cercana a la familia y el grupo opositor saudita ALQST, con sede en Londres, afirmaron que sería liberada antes de marzo.

Loujain al Hathloul fue detenida en mayo de 2018 junto a otras activistas. El hecho se produjo poco antes de que el reino levantara la prohibición de conducir para las sauditas, una reforma por la que militaban estas mujeres. A nivel general también militaba para poner fin al sistema de tutela masculina, que convierte a las mujeres del país en ciudadanas de segunda clase.

Según el ministro saudita de Relaciones Exteriores, Faysal bin Farhan al Saud, Hathloul, de 31 años, fue acusada de haber estado en contacto con Estados “hostiles” al reino y de haber transmitido informaciones confidenciales.

Sin embargo, su familia afirma que el gobierno saudita no aportó ninguna prueba tangible para apoyar estas acusaciones. Su detención fue considerada como un mensaje del liderazgo saudita: las reformas en el reino ultraconservador solo pueden venir de arriba hacia abajo.

El país se ha embarcado en una serie de reformas sociales de gran alcance desde que el príncipe heredero Mohammed bin Salman fue nombrado heredero al trono en 2017: además de permitir que las mujeres conduzcan, la policía moral del país ha sido controlada y las mujeres pueden viajar sin el permiso de un tutor masculino.

Sin embargo, las reformas han ido acompañadas de una creciente represión estatal contra las voces disidentes.

La mujer había iniciado una huelga de hambre en la cárcel el 26 de octubre, pero la interrumpió dos semanas después, según su familia y la ONG Amnistía Internacional.

El juicio de Loujain se reanudó a finales de noviembre, después de que el tribunal aplazara en más de tres ocasiones la vista de la sentencia y desestimara las acusaciones de tortura y agresión sexual de la defensa de la activista durante sus dos años en prisión preventiva.

La familia de la activista anunció el 25 de noviembre que su caso había sido transferido por un juez de la corte penal de Riad a un tribunal encargado de casos de terrorismo.

Este tribunal penal especializado fue creado en 2008 para juzgar los casos de terrorismo, pero desde entonces sirvió para juzgar a prisioneros políticos, según organizaciones de defensa de los derechos humanos. Amnistía Internacional ha denunciado que las cortes obtienen confesiones bajo tortura.

Arabia Saudita es muy criticada en Occidente por su balance en esta materia.

Las organizaciones de derechos humanos ALQST y Human Rights Watch, y la relatora de la ONU para los defensores de estos derechos, Mary Lawlor, rechazaron la condena. Lawlor señaló a través de su cuenta de Twitter, poco después de conocerse la noticia difundida por medios saudíes, que Loujain ha sido sentenciada por un tribunal antiterrorista y que debería ser puesta en libertad de inmediato. “Defender los derechos humanos no es terrorismo”, destacó.

INFORMACIÓN/AFP Y EFE

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