La producción de café en Veracruz es perjudicada por tres amenazas: La puesta en marcha de la segunda planta Nestlé, las importaciones de café arábigo, y la carente visión del gobierno federal y estatal para incrementar la calidad y producción en la entidad veracruzana, señaló el integrante del Consejo Regional del Café, Cirilo Elotlán Díaz.

Al cierre del mes de noviembre se importaron un millón de sacos de café proveniente de Brasil de “dudosa calidad”, el cual ingreso al puerto de Veracruz y se desconoce qué empresa lo compró.

“Nos preocupa ¿Por qué no se compra el café hecho en México? Nos dicen que quieren producto barato. Porque el café de Brasil cuesta el quintal de pergamino 1 mil 500 pesos, algo así como 5.50 pesos el kilo de cereza, eso es un negocio totalmente rentable, porque es negocio para las empresas, pero no para los productores, eso contrarresta al sector cafetalero” señaló.

En el puerto de Veracruz comenzaron las contrataciones de personal para laborar en la Segunda Planta de Nestlé, lo que será una amenaza más para la subsistencia de los pequeños productores

“En el 2021 tenemos tres amenazas: Las importaciones de café, las empresas explotadoras como Nestlé, y la falta de visión del gobierno por apoyar al 100 por ciento a la producción pero bajo un esquema de desarrollo bien definido” explicó.

En el caso de la empresa Nestlé en Coatepec, no se ha visto crecimiento, porque de inmediato lo reconocerían los productores de la zona, pero en la región de Huatusco, Tezonapa, y Tepatlaxco, esta firma ha incidido con su presencia, a cambio de promesas de construcciones de escuelas y caminos rurales, detalló.

“Sabemos que desde hace años ha querido entrar a Tezonapa. Por ejemplo para poder ingresar en los cafetales de Tezonapa, a los productores les prometieron construcción de escuelas, de mejoramiento de caminos, sin embargo, esos inmuebles están abandonados, porque no hay quién les dé el equipo, el personal” expuso.

Lamentó que el gobierno federal no tiene una estrategia definida para apoyar a los cafetaleros, y lo único que ha hecho es confrontar a las organizaciones “pueblo contra pueblo, pero eso si maneja su banderita de no a la corrupción, y así nos tiene a cafetaleros, a limoneros, a los de maíz, a todos, porque no hay un verdadero plan de desarrollo para el campo”.

AVC/Verónica Huerta

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