El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prometió hoy que se vacunará “sin falta, apenas sea posible”, contra el COVID-19, en su tradicional rueda de prensa anual, que este año se celebra de manera telemática debido a la pandemia del coronavirus.

“Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas, y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible”, dijo el jefe del Kremlin al contestar a un pregunta sobre si había vacunado.

Explicó que la vacuna que se emplea en la campaña de vacunación en el país, la Sputnik-V, está aprobada para un determinado grupo de edad, de 18 a 60 años: “A la gente como yo la vacuna todavía no llega”, dijo Putin, que el 7 octubre pasado cumplió 68 años.

Según declaraciones que reproduce Bloomberg, algunos insumos necesarios para fabricar la vacuna escasean, por lo que la producción se encuentra también demorada.

Los ciudadanos rusos reaccionaron con escepticismo a la campaña de vacunación masiva que lanzó el mismo Putin. Las autoridades confían en la vacuna Sputnik V del país como respuesta a la crisis, y abrieron la vacuna al público incluso antes de que finalicen los ensayos de Fase III. En el primer grupo, los trabajadores sanitarios y los profesores pueden iniciar el tratamiento de dos dosis.

Las razones se basan tanto en la historia de Rusia de cautela ante las autoridades como en las teorías conspirativas que circulan por Internet y los negacionistas de la pandemia, lo que refleja gritos de protesta similares contra las vacunas en los Estados Unidos, Alemania y otros lugares.

Las autoridades rusas tampoco ayudaron a su causa emitiendo mensajes confusos sobre si los vacunados deben evitar el alcohol durante semanas.

“No confío en eso”, dijo la estudiante de ingeniería mecánica Lia Shulman, de 21 años a The Washington Post, “porque siempre mienten. Si el Gobierno te dice que hagas algo, debes hacer lo contrario”.

Ya desde el primer momento, el informe inicial del Gobierno ruso advirtió en agosto que desaconsejaba la aplicación del preparado en franjas etarias consideradas de riesgo (más de 60 años) ni en varios otros grupos como el de embarazadas o en madres en período de lactancia.

En septiembre, con los primeros resultados analizados por publicaciones especializadas en ciencia, como The Lancet, se advertía también que la vacuna emblema de Rusia contra la pandemia había sido probada en escasa cantidad de personas y fuera del mayor grupo de riesgo según la edad.

Hay dos formulaciones de la Sputnik V, -una congelada y otra liofilizada- que consta de dos partes que son “seguras”, pues no identificaron reacciones adversas de gravedad e indujeron respuestas de anticuerpos en todos los participantes en un plazo de 21 días.

Los resultados secundarios de los ensayos (no tan relevantes como los primarios) también llevaron a pensar, según esto, que las vacunas producen, asimismo, en un plazo de 28 días, respuesta de células T, que detectan y matan patógenos invasores o células infectadas.

A día de hoy en Rusia han muerto 49.151 personas de covid-19, y el país, con un total de más de 2,7 millones positivos por coronavirus, ocupa el cuarto lugar en el mundo por número de contagios detrás de Estados Unidos, la India y Brasil.

INFORMACIÓN/AGENCIAS

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