A “Guadalupe”, una maestra de Xalapa que prefiere omitir su nombre por temor a represalias, la estafaron personas que se hicieron pasar por empleados de Santander; le hicieron creer que tenía cargos no reconocidos en su tarjeta que podían eliminar y así obtuvieron sus datos personales y al menos 22 mil pesos que ahora el banco se niega a reconocer como parte de un fraude.
Como ella hay decenas de reportes de estos casos en varios bancos, principalmente Santander, en las que mediante llamadas telefónicas engañosas, valiéndose de las “cortinillas” y hasta música de las instituciones bancarias logran engañar a quienes temen haber sido víctimas de compras no reconocidas y otorgan sus datos.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) tienen reportadas apenas dos o tres casos, todos de Xalapa, pero que al tratarse de casos de robo de identidad es la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE) la encargada de recibir las denuncias.
Recientemente se dio a conocer que la Fiscalía abrió una investigación por fraudes a cuentahabientes de Santander en Las Choapas; son al menos cinco casos reportados en los que las cuentas son vaciadas o bien les cobran créditos de hasta 300 mil pesos que se hicieron efectivos sin que los usuarios hayan aprobado o recibido el recurso.
En el caso de “Guadalupe” señala que fue en septiembre cuando recibió una llamada de personas que se hicieron pasar por personal del banco y le hicieron creer que su tarjeta de crédito tenía compras no autorizadas que podían cancelar, pero a cambio debió darles sus datos.
“Me pasaron a dos personas; la segunda persona se identificó igual como de Santander y me confirmó que se iba a cancelar compras no reconocidas en Amazon, me dio un folio de cancelación y ahí fue el gancho porque me dijo que el sistema de seguridad había mejorado y tenía más candados por lo que me pasaron a un tono de voz para que repitiera una frases, te piden tu nombre que según para evitar fraude y que se requiere proteger tu NIP y tu cuenta y así te sacan tus datos; yo confié en el banco y di todos los datos”, reveló.
La llama duró varios minutos en los que a la maestra la pasaron de “asesor” en “asesor”, uno de ellos le comentó que no tenía el servicio de alerta de compras o cobros y que podría implementarlo para evitar más robos para lo cual le dijeron que enviarían cuatro correos con diferentes transacciones, como alta de cuentas, depósito y transferencias, pero que todo era “parte del proceso”; sin embargo, así lograron hacer depósitos desde su cuenta de débito y crédito a cuatro cuentas Bancomer.
“El primer correo fue una transferencia de mi cuenta por 8 mil pesos a otra de BBVA, le pregunté que cómo era posible que hicieran eso pero me aseguraron que eran pruebas y que no pasaba nada, ellos te calman; ya después me di cuenta que antes de eso entraron a mi banca electrónica, hicieron una transferencia desde mi tarjeta de crédito a mi cuenta de n{o mina y la vaciaron, sacaron 22 mil 500 pesos; la dejaron en ceros y de ahí hicieron los depósitos, pero Santander jamás de notificó sobre la disposición de efectivo desde mi tarjeta de crédito”.
Una vez cometido el fraude, los timadores cortaron la llamada y ahora el banco Santander se niega a proporcionar los nombres de las cuentas a las que se le realizaron los depósitos y “Guadalupe” ha sido revictimizada no solo por esta institución bancaria, sino también por la Fiscalía General de Veracruz ya que al presentar la denuncia la fiscal encargada le dijo que todo había sido su culpa.
“Levanté en Fiscalía los reportes, en Santander jamás me dijeron que tenía que reportar el caso como siniestro porque estoy asegurada en las dos tarjetas y se perdió un mes de tiempo; metí el reclamo al banco y luego la denuncia a la Fiscalía porque el banco me dijeron que mi queja era improcedente aunque el NIP de la tarjeta no era el mío, eso me lo corroboró la Policía Científica apero Santander declaró mi queja improcedente porque yo era responsable de mis claves y en la Fiscalía me revictimizaron diciéndome que era mi culpa”.
A tres meses de lo ocurrido tampoco el seguro de la tarjeta ha respondido y el monto de la deuda se incrementó a 35 mil pesos; por ello “Guadalupe” desistirá del caso porque aunque hay quienes buscan un abogado mercantil el costo de sus servicios puede superar los 50 mil pesos.
“Yo no recurrí tampoco a la Condusef porque las personas que han ido no han logrado nada porque esta situación sale de las manos de Condusef y corresponde a Fiscalía, se necesita un abogado mercantil para demandar al banco y no tengo el dinero para hacerlo, es más factible que consiga el dinero y pague la deuda para salir del buró porque esto seguirá creciendo”.
La maestra xalapeña considera que este tipo de fraudes se realizan en contubernio con algunos trabajadores de los bancos por el nivel de conocimiento de manejo del cliente y por los datos que tienen a la hora de marcar a los cuentahabientes.
“Tienen datos específicos hasta como el número de sucursal; yo no tiro mis estados de cuenta porque tengo una trituradora, entonces no los pudieron obtener de ahí, yo creo que están en conexión porque son datos que sólo tiene el cuentahabiente y el banco”, señaló.
El subdelegado de la Condusef en Veracruz, Rafael Trillo Gracida, señaló que son grupos de la delincuencia organizada los que están detrás de ese tipo de fraudes y que se aprovechan de la situación, ofreciendo créditos o bien valiéndose del temor de la población por cargos no reconocidos.
El funcionario dijo que es necesario que la población “prenda focos rojos” cuando a través de una llamada o un mensaje les piden información confidencial como sus tarjetas de crédito o sus NIP.
“Sí lo tenemos identificado pero lo tenemos como robo de identidad; el banco no se va a prestar a hacer eso, porque se trata de una firma internacional que no por mil pesos se va a quemar; no lo va a hacer porque el capital del banco corresponde en 80 por ciento a los ahorradores y el otro 20 por ciento del dueño de los bancos”.
Añadió que en caso de recibir este tipo de llamadas es recomendable colgar y comunicarse directamente con el banco para conocer la situación de las tarjetas, ya que de lo contrario una vez hecho el fraude se debe recurrir a la Fiscalía General de Veracruz.
“Quien hace el fraude es la delincuencia organizada y ya depende de nosotros si damos nuestros datos porque el banco se va a defender, el banco no te hizo el fraude a ti, sino que fue una tercera persona; el uso y custodia de los datos es responsabilidad es del cliente o usuarios”, dijo.
En redes sociales es posible encontrar varios grupos en la que personas que han sido estafados en su banco Santander señalan que estas prácticas son cada vez más recurrentes.
AVC/Perla Sandoval
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