De que el profesor universitario Cuitláhuac García Jiménez es una persona bien
intencionada no nos cabe la menor duda. Conocemos a parte de su familia, a su señor
padre el maestro Atanasio García Duran, profesor y ex diputado, luchador social
fundador de la izquierda en Xalapa, jefe de familia de una de esas tradicionales, con
principios y valores que supo inculcar a sus hijos el respeto por sus semejantes y lo
importante que es en la vida ser útiles. Por eso cuando Andrés Manuel López Obrador
dice y repite, y repite, que Cuitláhuac es “un buen hombre” le damos la razón, el
problema es que ese bien intencionado personaje tiene la responsabilidad de
gobernar un estado de ocho millones de personas y con sus buenas intenciones no es
posible sacar adelante esta tarea que le encomendó AMLO; lo peor, no cuenta con
colaboradores eficientes que sepan dar resultados, al contrario, quienes por extrañas
o muy explicables razones llegaron con él para ocupar importantes cargos en su
gobierno, son los que se encargan de empinarlo, de abusar de sus buenas intenciones,
de convencerlo de hacer cosas cuyos resultados son adversos, o simplemente de
meter la mano al cajón porque confían en que hacerlo no traerá consecuencias y que si
se entera el jefe no dirá nada, para esos son los de confianza. No es gratuito que
empresarios constructores del estado de Veracruz hayan criticado que el Gobierno de
Cuitláhuac García asignó el 99 por ciento de contratos por obras y servicios vía
adjudicación directa, según información otorgada por la contralora general del estado
Mercedes Santoyo Domínguez durante su comparecencia ante los diputados locales.
Líderes empresariales señalaron que esto es muestra de la falta de transparencia en el
tema, un verdadero acto de corrupción que se debe investigar ya que no está
permitido que la mayor parte de los recursos de la administración pública se asigne de
manera directa y por dedazo. Cabe destacar que de enero a octubre de este año 2020
se registraron 19 mil 591 contratos, de los cuales 19 mil 400 fueron otorgados
mediante la figura de la adjudicación directa. El presidente de la Cámara Mexicana de
la Industria de la Construcción (CMIC), Diego López Méndez, dijo el que entreguen de
manera directa a empresas de allegados y familiares de los funcionarios públicos,
afecta al sector empresarial de la construcción en Veracruz que vive una crisis por la
falta de obra pública
Este tipo de corruptelas que se repiten y se repiten, encuentran su mejor caja de
resonancia en los medios de comunicación, ahí donde los morenistas veracruzanos
piensan que nadie se da cuenta. Lo peor, instalados en una absurda arrogancia, los
“colaboradores” del gobernante piensan que el cargo es eterno y que nunca los van a
cambiar cuando es lo que más cerca tienen y, lo peor, quienes lleguen los van a
llamar a cuentas, ese es siempre el costo de la irresponsabilidad.