Las hormonas de estrés y los neutrófilos contribuyen a la reaparición de los tumores años después de tratamiento contra el cáncer aparentemente exitoso al despertar las células cancerígenas inactivas, reveló un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine.
El análisis, hecho a ratones y con base en datos de 80 pacientes con cáncer de pulmón, sugiere que tratar las hormonas del estrés con betabloqueantes podría ayudar a prevenir la reaparición de los tumores.
De acuerdo con el medio Europa Press, la recurrencia de tumores es una de las principales causas de muerte en pacientes con cáncer, pero no está claro exactamente qué mecanismos biológicos provocan la recurrencia de los tumores.
En el estudio se desarrolló un modelo de ratón para investigar el mecanismo de reactivación de las células tumorales y se descubrió que la reactivación dependía de los neutrófilos y las hormonas del estrés como la norepinefrina y el cortisol.
Inducir estrés en ratones inmovilizándolos dio como resultado la reactivación de las células tumorales, mientras que el tratamiento de ratones con betabloqueantes para inhibir la señalización de la hormona del estrés previno la reactivación de las células tumorales.
El equipo también estudió muestras de suero de 80 pacientes a los que se les extirpó quirúrgicamente el cáncer de pulmón y vio que los pacientes que albergaban concentraciones más altas de proteínas S100A8/A9 tenían más probabilidades de haber experimentado una recurrencia 33 meses después de la cirugía.
El cáncer es una de las enfermedades consideradas como una de las principales causas de muerte.Tan solo en el 2012, se registraron 14 millones de casos nuevos y 8.2 millones de personas fallecidas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estima que en 2018, el cáncer ascendió a 18 millones de casos nuevos y 9.6 millones de muertes.
Para los hombres, los cánceres más mortales son de próstata, de pulmón, colorrectal, de hígado y gástrico, en ese orden; mientras que para las mujeres son el de seno, cervicouterino, de hígado, colorrectal y ovario, en ese orden.
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