Veracruz ha registrado 2,734 delitos sexuales en los últimos cuatro años, la cifra va en crecimiento y se ha duplicado durante la pandemia, la mayoría nunca llega ante un juez, señalan organizaciones y abogados.
El ejemplo es el caso de Rosa, víctima de violencia psicológica y sexual de parte de su ex pareja. Ella intentó llevar ante tribunales, fue una pelea de dos años para denunciar a su agresor, nunca pudo llegar ante un juez”.
Arturo Nicolás Baltazar, abogado del caso y representante del Colegio Nacional de Abogados Penalistas en Veracruz, señala los errores: “ Nunca hubo investigación, pasaron dos años de insistir, nunca se pudo llevar el caso ante un juez y se quedó en el olvido, y cómo éste caso tenemos muchísimos que se quedan en el olvido y esto es lo que genera impunidad, que no se lleven hasta las ultimas consecuencias legales, que se dé una sentencia condenatoria en contra del individuo que ha cometido violencia en agravio de una mujer”.
Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SENSP), dan cuenta que en 2017 hubo 605 delitos, en 2018 se iniciaron 744 carpetas de investigación, en 2019 fueron 412 y en de enero a octubre de este año van 1,037 denuncias.
En estos cuatro años, 1,045 mujeres han denunciado violación simple, , 985 abuso sexual, 379 acoso sexual, 13 violación equiparada.
La impunidad vulnera la seguridad de las mujeres : Estela Casados
Pero las cifras podrían presentar un “subregistro” de casos que se quedaron sin denunciar porque las víctimas tienen “miedo, terror” al agresor, pero además no lo hacen por lo “engorroso” que son los trámites ante la Fiscalía General del Estado, advierte en entrevista la académica de la Universidad Veracruzana (UV) Estela Casados González
“No podemos perder de vista la impunidad que hay en este tipo de casos, son situaciones graves que vulneran la seguridad de las propias mujeres, que muchas de ellas no denuncian y ahí hay un subregistro grave que por pena, vergüenza, miedo, terror, trauma, muchas no alcanzan a denunciar, entonces siempre habrá un subregistro en esa materia” dijo la académica.
Agregó que un elemento “clave” que ayuda a las mujeres atreverse a denunciar ante la FGE es que no haya impunidad, y se vea visible el castigo a este tipo de delitos.
Casados González lamentó que de acuerdo al comportamiento de las autoridades, se puede visualizar que en el año 2021, la mayoría de la 1mil 037 mujeres victimas de delito sexual que se atrevieron a denunciar, estarán sin recibir justicia y posiblemente los agresores en las calles, “y ahí es dónde se sufre la impunidad otra vez, que vulnera otra vez a la víctima”.
La mayor parte de los agresores sexuales son parte de la familia
La directora del Instituto Municipal de las Mujeres, Yadira Hidalgo González refirió que los delitos sexuales no sólo hacen daño a las mujeres adultas, sino también a adolescentes y niñas, qué en la mayoría de los casos, el agresor fue un familiar hombre.
“Lamentablemente son parte de la cultura de México, y es una cultura que está aceptada, y cuando hacemos énfasis en eso, las mujeres sólo recibimos burlas. Por eso es necesario reeducar, volver a educar a los hombres y decirles que no hay permisos para violentar a las mujeres, eso se tiene que acabar”.
Yadira Hidalgo expuso que cada caso de violación sexual es diferente, y el daño hacia la víctima es a tal grado que los sufre toda la vida, por eso se debe garantizar un tratamiento psicológico, “porque es muy difícil que se recupere”.
Finalmente comentó que “las violaciones sexuales se dan en cualquier lado, pero lamentablemente con el confinamiento por la pandemia se está dando en casa”.
Hay dilación, maltrato y revictimización cuando mujeres denuncian
La integrante de la Red de Mujeres Feministas y exdirectora del Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM) Martha Mendoza Parissi dice que además del maltrato y la revictimización en las Fiscalías las mujeres son testigos de que “hay dilación en la investigación, eso desanima a las mujeres a denunciar”.
Cuestiona que de poco sirven las campañas para que denuncien, si van y hay un trato mal, “no digo que todas las Fiscalías las tratan mal, pero si hay personal que no son humanos en su trato, pero además las mujeres se dan cuenta que no hay investigaciones en el delito que fueron a denunciar, y ahí lo vemos con las madres de desaparecidos que no las ayudan tampoco”.
Mendoza Parissi lamentó que son las mujeres de las zonas rurales y de colonias de la periferia donde más padecen la violencia sexual y otros tipos de agresiones, que prefieren callar, porque ante su carente economía se ven impedidas de acudir a denunciar ante la FGE.
“Ahí la violencia se normaliza, entonces ¿Qué van a estar denunciando? Las mujeres no tienen tiempo para denunciar, y no me refiero a violencia grave porque eso tal vez las anime a denunciar, sino me refiero a violencia constante física, psicológica, que no va a denunciar porque no quieren perder su tiempo, no tienen tiempo y tampoco los recursos para pagar las vueltas a la Fiscalía” finalizó.
AVC/Verónica Huerta
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HORA LIBRE | Violencia criminal, la más grave materia pendiente