José Diego Suárez Padilla, de oficio albañil tuvo que dejar la pala y la cuchara para hacer justicia a su hija, Rosa Diana Suárez Torres, y llevar a la cárcel a su feminicida identificado como Gilberto Campos García, quien le quitó la vida el 31 de diciembre de 2010.
“Como aquello de las 12 o una de la noche nos llamaron del Ministerio Público para hacer acto de presencia, pues ahí se encontraba mi hija pero no sabíamos que ya estaba muerta”, indicó el señor José Suárez.
Ante la impotencia del atroz crimen y la falta de dinero para contratar a un buen abogado, Suárez Padilla decidió dejar la pala y la cuchara para aprender derecho penal. Con el conocimiento de códigos penales, civiles y la Ley de Amparos, así como libros de derechos humanos presentó 350 escritos y le hizo frente a seis apelaciones en los tribunales.
El señor logró la sentencia de 67 años y seis meses de prisión al asesino de su hija, el cual está recluido en el penal de Barrientos en el Estado de México.
“Mi trabajo era en la construcción pero de 10 años para acá mi trabajo ha sido buscar justicia por la muerte de mi hija. Cuando uno pierde un hijo no hay cosa que se pueda reparar”, señaló entre lágrimas el padre de Rosa Diana.
La joven estaba por concluir la licenciatura de Administración de Empresas en la Universidad Autónoma del Estado de México, sin embargo, fue asesinada por Gilberto de 16 puñaladas.
Tres meses antes de que fuera asesinada, Rosa Diana denunció las agresiones de su entonces novio Gilberto de entonces 24 años, sin embargo, no se atendió porque para el Ministerio Público no existía la figura jurídica.
En ese momento le dije al ministerio público ¿Qué caso ustedes esperan que llegue la persona muerta para que crean que sean delitos? (…) pero hoy me arrepiento de decir esas palabra pues desagraciadamente mi hija está muerta”, indicó.
Los funcionarios que no atendieron la denuncia del allanamiento, lesiones y amenazas de muerte también están en proceso por omisión.
“Las ordenes de orden de protección no existen en México solo se dan en Estados Unidos; los servidores públicos no hicieron nada para salvaguardar la integridad física e mi hija y luego de leer todos los códigos descubrí todas las obligaciones que tienen los funcionarios para darle la atención a cualquier ciudadano”, señaló el señor de 62 años, quien es autodidacta.
Don José ahora da asesoría gratuita a familiares de víctimas de un delito, sobre todo los cometidos contra mujeres.
Con información de Azteca Noticias
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