De enero a septiembre, 510 niñas entre 10 a 14 años han sido obligadas a ser madres, informó la organización Equifonía en el marco del 25N día internacional de la no violencia contra las mujeres.
Veracruz ocupa el primer lugar en número de partos en niñas. Al menos el 50% de estas niñas llegaron a los centros de salud y en lugar de ofrecerles una Interrupción Legal del Embarazado como marca la Norma 046, les dieron control natal, señaló Aracely González, líder de la organización.
En 2019, 776 menores de 10 a 14 años fueron madres en Veracruz, según datos de la Secretaría de Salud (SS) estatal y Equifonía. De esta cifra, 162 eran adolescentes de 10 a 13 años. Hasta agosto de 2020, mil 114 niñas y adolescentes de 9 a 15 años fueron madres; 23 tenían de 10 a 13 años. La entidad ocupa el segundo lugar a nivel nacional en embarazos de adolescentes.
En contraste, de 2017 a 2019, la SS ha realizado 31 interrupciones de embarazos, de las que solo siete fueron a menores de entre 10 y 14 años, informó vía transparencia.
En la investigación colaborativa de CIMAC Noticias, , castigar la libertad, la criminalización del aborto en México, la activista comentó que existen omisiones en todos los niveles de gobierno, por lo que es urgente crear protocolos de actuación.
Uno de los problemas que enfrentan las mujeres en los casos de violación es que, cuando solicitan interrumpir su embarazo, ya han superado el plazo establecido en el Código Penal y se les niega el derecho a abortar.
Aunque el riesgo de morir durante un parto es cuatro veces mayor para una menor, recordó la psicóloga, hay una negativa sistemática para aplicar la causal por peligro de muerte. “La legislación vigente en Veracruz podría garantizar el aborto en menores de 14 años si se considera el interés superior de la niña. El estado tendría que activar los mecanismos para la restitución de sus derechos, el problema es que no hay una adecuada respuesta por parte de los servicios de salud ni de las procuradurías municipales”.
La NOM-046 obliga a las instituciones de salud a informar al Ministerio Público sobre los casos de menores embarazadas, pues existe sospecha de violencia sexual. González Saavedra desconoce si se cumple esta disposición.
“Hay dificultad para comprender la problemática. Que una sola niña veracruzana esté siendo obligada a ser madre es algo grave, se equipara a la tortura. Es una violación a sus derechos humanos y nos le queda claro a los funcionarios”.
David Meléndez Navarro, secretario técnico del Comité Promotor por una Maternidad Segura (CPMS) en México también entrevistado para el trabajo, dijo que al menos el 50 por ciento de estas niñas y adolescentes llegaron a clínicas de salud donde, en lugar de ofrecerles la ILE, les dieron control prenatal y las obligaron a ser madres.
AVC/
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