En febrero de 2011, el entonces Secretario de Hacienda del calderonismo, Ernesto Cordero, aseguró que ‘hay familias mexicanas que con ingresos de seis mil pesos al mes tienen crédito para una vivienda, tienen crédito para un coche, se dan tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada y están pagando las colegiaturas’. Y se armó la gorda en un país donde la mitad de la población ocupada no gana ni eso.

Para no quedarse atrás, durante la ceremonia del Segundo Informe de Gobierno de Cuitláhuac García, el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Guillermo Fernández Sánchez, soltó una perla que muestra la ignorancia y la miseria del gobierno morenista: “Un apoyo de mil pesos para familias de escasos recursos les alcanza para surtir su despensa durante quince días”. ¿En dónde?

Según el équido funcionario, el gobierno salvó de la hambruna a miles de veracruzanos a quienes entregó esta cantidad durante la pandemia. “Los apoyos de mil pesos, lo tenemos así documentado, alcanza para que una familia de entre diez y quince días, tengan que llenar su despensa”, dijo sin el menor pudor.

¿Con mil pesos? –Insistieron los azorados tundeteclas. -Sí, con mil pesos, estamos hablando de sectores muy desprotegidos. Es un apoyo que nosotros con mucho gusto lo dimos y lo tomamos de nuestro presupuesto (sic).

Tal vez el ínclito secretario no lo sepa, pero esa cantidad la ganan acaso en un par de días los choferes y taxistas no concesionarios, además de trabajadores de cultura y turismo a los que estaba dirigido este apoyo. Con esta cantidad no sobrevive una persona una semana, menos lo hará una familia completa durante 15 días.

Esto es lo que su condición de Secretario de Desarrollo Social le obliga a saber: para el Coneval el precio individual de la canasta básica asciende a 1 mil 165 pesos en el medio rural y 1 mil 633 para el medio urbano, lo que se encuentra dentro del cálculo internacional de la plataforma digital Picodi.

En la dieta de esa canasta se incluyen alimentos como la carne de cerdo, carnes procesadas, pollo, pescados frescos, leche, quesos, derivados de la leche, huevos, aceites, tubérculos crudos o frescos, verduras y legumbres frescas, leguminosas, frutas frescas, azúcares y mieles, alimentos preparados para consumir en casa y bebidas no alcohólicas.

Si aumentamos el costo de la canasta no alimentaria las líneas se disparan a 2 mil 87 en el medio rural y a 3 mil 208 en el urbano, es decir que los 3 mil 697 pesos a los que asciende el salario mínimo mensual alcanza para cubrir las necesidades de una sola persona. El salario medio familiar debería alcanzar los 14 mil 786 pesos para cuatro personas.

Dentro de la canasta no alimentaria se incluyen los gastos por transporte público, limpieza y cuidados de la casa, cuidados personales, educación, cultura, recreación, comunicaciones y servicios para vehículos, vivienda y servicios de conservación, prendas de vestir, calzado y accesorios, cristalería, blancos y utensilios domésticos, cuidados de la salud, enseres domésticos y mantenimiento de la vivienda y artículos de esparcimiento, especialmente.

Por supuesto, Fernández Sánchez debe referirse exclusivamente a los veracruzanos en pobreza extrema, aquéllos a quienes “podrían llenar su despensa” con mil pesos, siempre que no consuman energía eléctrica y agua potable; que no tengan insumos para limpieza de su casa, que no tengan necesidad de comprar ropa, zapatos ni útiles escolares y que su dieta se reduzca a frijol, arroz y chiles.

Pero también ahí le fallan las cifras. Según el INEGI, en Veracruz habitan más de 5 millones de personas en situación de pobreza extrema, la segunda cantidad más alta del país sólo atrás del estado de México.

Si el gobierno de Veracruz entregó de su presupuesto –pues de dónde más-, de manera generosa y “con mucho gusto”, 58 mil apoyos directos (58 millones de pesos) a personas en situación de vulnerabilidad por la pandemia, quiere decir que ayudó por única vez al 1.1% de la población en extrema pobreza. Pero por desgracia no se trató ni siquiera de los más pobres.

El funcionario explicó que se trató de apoyos para trabajadores del sector turístico y del transporte público. Mil pesos para sobrevivir ocho meses de pandemia debe ser un modelo de programa social ejemplo en el mundo, tal vez en ello radique su inexplicable entusiasmo.

 Las del estribo…

  1. La razón por la que el Presidente inundó a los pueblos chontales de Tabasco no fue para salvar a Villahermosa sino para evitar que el elefante blanco de Dos Bocas se ahogue. Hace un mes, los trabajos de la refinería se inundaron por quinta ocasión y esta vez las lluvias podrían colapsar el proyecto. Esa fue la verdadera razón por la que López Obrador decidió que en las inundaciones, ¡primero los pobres!
  2. Ya hay candidato para Xalapa. Ayer David Velasco se reunió en público con el dirigente estatal del PAN Joaquín Guzmán, lo que resultó un destape anticipado de lo que será la alianza electoral en la capital. A David no lo objetarán ni el PRD ni el PRI, partido que ya lo hizo diputado local y presidente municipal. Aun está por verse si juega el Ayuntamiento o el Congreso, considerando que sus posibilidades son mayores que las de Omar Miranda y Sergio Hernández. Américo ya dijo que no va a la municipal pero seguramente lo hará a la federal. Se le alinean los astros al ex alcalde de Xalapa.