Este sábado 7 de noviembre se confirmó el ganador de la contienda presidencial de Estados Unidos: el demócrata Joe Biden. Y apenas los principales medios estadounidenses hicieron eco de este tan ansiado resultado, diversas personalidades alrededor del mundo externaron su reconocimiento y felicitación al virtual vencedor.

Entre dichas reacciones, sin duda las más destacables son las de los líderes de Estado de diversos países así como de los principales organismos internacionales. Pero hay quienes también han atraído los reflectores por no reconocer la victoria demócrata. Sobre todo un caso en especial, por la cercanía y relación tan profunda que tiene con Estados Unidos: México.

“Vamos a esperar a que se terminen todos los asuntos legales, no queremos ser imprudentes, no podemos actuar, queremos ser respetosos de la autodeterminación de los pueblos y del derecho ajeno, queremos esperar a que legalmente se resuelva el asunto de la elección de Estados Unidos”, dijo este sábado desde Tabasco el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

México no solo es el vecino del sur de Estados Unidos. Su vínculo también incluye una fuerte relación en temas humanitarios, como la migración; económicos, como el nuevo tratado comercial (T-MEC); de seguridad, como la cooperación en temas de narcotráfico. Y la lista sigue y sigue. De los 60 millones de hispanos que hay en Estados Unidos, 36 son mexicanos. Mientras que México es el hogar de un millón y medio de estadounidenses.

Eso explica por qué una reacción así del presidente mexicano causa tanto ruido y despierta tantas críticas, provenientes de analistas y medios extranjeros, que no se hicieron esperar. Principalmente, advirtiendo el gran fallo diplomático que el gobierno mexicano está cometiendo.

Para el Dr. Edgardo Buscaglia, académico de la Universidad de Columbia y prestigioso experto en temas de economía y leyes, todo esto es consecuencia de las “raíces autoritarias y demagógicas” que, él considera, han tenido desde siempre los gobiernos mexicanos, incluido el actual. Entonces ahí apunta al entendimiento que López Obrador ha tenido con Donald Trump.

“Una filosofía política como la de Trump le resulta más natural a sus instintos (AMLO) que una filosofía política democrática al estilo Merkel o al estilo Biden. Entonces ha tenido México una larga luna de miel con Trump que no es casual: está basada en muchas visiones en común que Trump y López Obrador tenían. No por nada se estaban abrazando en la Casa Blanca; Trump le denominaba a López Obrador ‘mi amigo’, y López Obrador hacía lo mismo con Trump. La de Trump es una historia oscura, y en esa historia oscura la elite mexicana se sentía muy a gusto”, dijo el analista a Infobae México.

Por otro lado Buscaglia, quien también es presidente del Instituto de Acción Ciudadana en México, subrayó que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que ha tenido desde hace un mes a observadores provenientes de 39 países en el proceso electoral en Estados Unidos, declaró infundadas las demandas de fraude hechas por Donald Trump.

Además citó la resolución del organismo “Trump está usando los litigios judiciales para atentar contra la democracia norteamericana”.

Entonces el experto resaltó, con mucho énfasis, que esa es la razón por la que medio centenar de líderes de países democráticos externaron ya su reconocimiento a la victoria de Joe Biden: “felicitaron a Biden, no como un factor de servilismo ni tampoco como un acto protocolario; lo felicitaron porque era una señal política de apoyo a una democracia bajo ataque”.

Y precisamente ahí, en el tema de las democracias, es donde el experto fijó la gravedad de la postura del gobierno mexicano.

“La reacción de México ante la victoria de Biden ha sido de buscar excusas técnicas para no felicitarlo esperando a que llegue enero 18, a que el Colegio Electoral lo nombre presidente, para no ofender a Trump: porque le tienen miedo a Trump o porque le tienen lealtad filosófica a Trump (…) México no sabe donde está parado: tiene a un nuevo gobierno, con una democracia amenazada, y en vez de apoyarla, con una declaración aunque sea informal, se retraen en esa felicitación y quedan mal parados hacia futuro”.

Entonces el Dr. Buscaglia explicó que entre las democracias alrededor del mundo hay un pacto, estipulado en organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA), en el que todas van a defenderse, siempre y cuando, reciban esa defensa a cambio cuando se vean amenazadas o atacadas. Es decir, tiene que ser un respaldo recíproco.

«Cuando López Obrador necesite el apoyo internacional ante su democracia amenazada, vamos a ver si la comunidad internacional se lo da, porque hoy López Obrador no está dándole el apoyo al proceso democrático norteamericano”, advirtió el académico.

También señaló que se trata de un desaire a los estadounidenses, ya que al no reconocer el triunfo de Joe Biden, Andrés Manuel está rechazando la legitimidad del voto de unos cuatro o cinco millones de personas, que han sido la ventaja que tiene el demócrata por encima de Trump. “Estados Unidos no se va a olvidar de ese gesto mexicano».

¿Qué hubiera sido ideal que hiciera México? El experto puso como ejemplo, del saber actuar de una democracia, el caso de Argentina, que pese a las grandes diferencias que el presidente Alberto Fernández tiene con Joe Biden, salió y lo felicitó por su victoria

“Este es un gobierno (el mexicano) con amplias raíces democráticas, más que la mayoría; una gran mayoría votó por López Obrador. Y ahí (en reconocer el triunfo de Biden) tendría una gran oportunidad de consolidar la democracia mexicana: apoyando a las democracias de todo el planeta”, concluyó el Dr. Buscaglia.

INFORMACIÓN/INFOBAE