Hasta la sucesión presidencial de 2018, Morena traía un excelente jinete.
Los problemas para este partido comenzaron cuando su líder fundador tuvo que bajarse de la dirigencia nacional para contender por la ansiada Presidencia de la República, la cual consiguió con una votación histórica de 30 millones de votos.
Morena perdió el liderazgo que hasta la fecha no ha podido suplir en su dirigencia, y ganó un gobernante que comenzó a desgastarse en el polémico ejercicio del poder.
A nadie debería sorprender los triunfos del PRI en Hidalgo y Coahuila, dos entidades que además de que no han conocido todavía la transición en el poder y siguen siendo gobernadas por priistas, sus mandatarios operaron la selección y postulación consensuada de candidatos y recibieron el apoyo de delegados del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor en los principales municipios y distritos.
En Morena, en cambio, militantes impugnaron varias candidaturas y sus protestas no obtuvieron respuesta de sus líderes que desde hace meses están distraídos en el desgastante proceso interno por la feroz disputa de la dirigencia nacional.
Actualmente, el INE realiza la tercera encuesta para el desempate entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado. El sondeo entre la militancia y simpatizantes de Morena para elegir al presidente de su Comité Ejecutivo Nacional inició el pasado viernes 16 y concluirá este jueves 22. Sin embargo, a ninguno de los dos diputados federales se les ve el mismo liderazgo carismático para llenar los zapatos de Andrés Manuel López Obrador, a quien ahora como Jefe del Ejecutivo federal le endilgan parcialmente la derrota de los candidatos de Morena en Hidalgo y Coahuila por las erráticas decisiones de su gobierno.
A diferencia de 2018, en que como candidato presidencial hizo ganar a varios candidatos a gobernadores, senadores y diputados –muchos de ellos desconocidos por el electorado–, ahora AMLO, desde el poder, ya no pudo hacer triunfar a los abanderados de su partido pese a la millonaria derrama de recursos de los programas sociales de su gobierno.
En 2021, en Veracruz, además de diputados federales y locales se elegirán 212 presidentes municipales. Pero en esta ocasión, los candidatos de Morena ya no se verán beneficiados con el “efecto López Obrador” como el año antepasado sino que al igual que los de Hidalgo y Coahuila resentirán el “defecto” del polémico ejercicio del poder presidencial.
¿Cuántos aspirantes a las alcaldías veracruzanas, que tienen el padrinazgo político de altos funcionarios y gobernantes de Morena pero que andan bajos en las encuestas sobre preferencias electorales, tendrán que hacerse a un lado para dejar pasar a otros correligionarios o ciudadanos más populares y mejor aceptados por la ciudadanía?
En Pachuca, por ejemplo, Morena –en alianza con PVEM, PT y PES– postuló al académico Pablo Vargas González, del grupo Cherokee que encabeza Irma Eugenia Gutiérrez, madre del secretario de Hacienda, Arturo Herrera. Sin embargo, el investigador perdió por 373 votos ante el empresario Sergio Baños Rubio, del PRI.
Inoportuna caída de Ahued
Por cierto, el senador Ricardo Ahued –la única carta fuerte de Morena para retener la alcaldía de Xalapa en 2021– tuvo un desafortunado accidente doméstico la semana antepasada. Se cayó de las escaleras de su casa. Ayer, a través de un mensaje que envió en las redes sociales para fijar su postura sobre la extinción de 109 fondos y fideicomisos que está por ser debatido por el pleno del Senado de la República, el ex diputado y ex alcalde xalapeño reveló que sufrió una lesión en las cervicales. Este es el texto íntegro que difundió el también empresario y ex titular de la Administración General de Aduanas:
“Estimados lectores, me dirijo con el más alto respeto y compromiso de ser claro y cumpliendo con mi obligación como Senador de la República.
“Por este conducto siento la obligación ante la sociedad de ser claro en mi postura sobre el sentido de votación y aclarar cualquier diferencia. Me quiero referir en esta ocasión a la discusión de la eliminación de 109 fondos y fideicomisos que aprobó la Cámara de Diputados y que se discutirá su confirmación y reservas en el Senado de la República.
“Estoy de acuerdo en acabar con la corrupción sin duda alguna, solo que tengo que ser sincero y expresar mi punto de vista; me preocupa que se midan con la misma vara todos los fondos y fideicomisos en cuestión.
“Creo en el diálogo, creo en la lucha por combatir la corrupción, que es el deseo del señor Presidente un cambio que permita combatir la desigualdad y la pobreza enquistada en nuestro país. Por eso tengo que ser honesto, no votaré a favor de eliminar todos, sin salvar ciencia, derechos humanos, entre otros.
“Aclaro, si en la semana no he podido asistir al Senado, es por un tema de atención médica por molestias en las cervicales debido a un percance reciente.
“De no estar presente, lo dejo claro mi posición es respetuosa y de estar presente en la sesión ratificaría mi postura.
“No es mi estilo tirar la piedra y esconder la mano, siempre seré respetuoso de los medios de comunicación y creo en la obligación que tenemos los servidores públicos en atender sus preguntas para informar a la población, ruego su comprensión si por el momento no atiendo algún llamado, esperando en unos días estar en plena actividad.
“Por su comprensión muchas gracias.”
La postura de Ricardo Ahued seguramente debió alertar al coordinador del grupo legislativo de Morena en la Cámara alta del Congreso de la Unión, Ricardo Monreal, así como en Palacio Nacional, pues, por ejemplo, en su edición de este lunes, el diario Excélsior advirtió que la eliminación de 109 fideicomisos anticipaba un final de fotografía en el Senado porque la ausencia de un legislador, por Covid-19, reducía a sólo un voto la ventaja de Morena en la discusión del tema en comisiones, programada para el día de ayer.
El diario capitalino informó que el número de senadores de Morena y del Partido Encuentro Social en las comisiones unidas de Hacienda y Crédito Público y de Estudios Legislativos Segunda ascendía a 17, mientras que el bloque opositor sumaba 15.
Sin embargo, señalaba que la falta del senador Alejandro Armenta, enfermo de Covid-19, disminuía la ventaja del bloque conformado por Morena y PES y lo obligaba a no registrar una sola ausencia en la reunión que hoy sostendrán las comisiones, prevista para las 18:00 horas.
“En esta ocasión, el Partido del Trabajo, usualmente aliado de los morenistas, anticipó que votará con el bloque opositor en contra de la eliminación de los fondos”, consignaba el diario, que además apuntaba que previo a la discusión del tema, las bancadas del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD reiteraron su exigencia de que no se legisle sin escuchar a la ciudadanía en un parlamento abierto.