El próximo domingo18 habrá elecciones municipales y de diputados locales en los estados de Hidalgo y Coahuila, ambas entidades gobernadas por priistas.
Y se realizarán en el peor momento para Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador que actualmente está sometido a una fuerte pugna interna entre los bandos representados por Mario Delgado Carrillo y Porfirio Muñoz Ledo, que se disputan ferozmente la presidencia de su Comité Ejecutivo Nacional.
De los dos procesos electorales, llama la atención el del estado gobernado por Omar Fayad, donde serán renovados los 84 ayuntamientos hidalguenses.
Y es que a finales de agosto, recién nominados los candidatos de Morena a las alcaldías, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y la Fiscalía General de la República le asestaron un golpe demoledor a Gerardo Sosa Castelán, el poderosísimo cacique del Grupo Universidad.
Sosa, quien ocupó la Rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y luego prolongó su poder como presidente del Patronato de esta casa de estudios, fue detenido y vinculado a proceso por un juez de control junto con otras tres personas más vinculadas a él por los presuntos delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero por 58 millones 245 mil 948 pesos. Actualmente está recluido en el Centro de Justicia Penal Federal ubicado en Almoloya, Estado de México.
Desde hace tres años era el más fuerte aliado de Morena en Hidalgo. Tanto, que ahora le atribuían haber impuesto candidatos en más de 40 de los 84 municipios hidalguenses, entre ellos a su hermano Damián Sosa, quien era el coordinador de los diputados locales morenistas y ha sido postulado a la alcaldía de Tulancingo, así como a la diputada panista Arely Maya, a quien Morena abandera en Mineral de la Reforma y es esposa del actual munícipe Raúl Camacho, detenido el viernes 28 de agosto pasado por uso indebido de atribuciones.
Al municipio de Tulancingo, casualmente, fue comisionado esta semana por el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, el ex alcalde xalapeño Américo Zúñiga Martínez, quien le ha cumplido bien al ex gobernador de Campeche como delegado del partido tricolor en el estado de Puebla.
En Tulancingo, que después de Pachuca, la capital, es la segunda ciudad más importante del estado de Hidalgo –cuya economía gira en torno a la producción textil, ganadera, agrícola y de manufactura–, el Revolucionario Institucional decidió apostarle al empresario Jorge Márquez Alvarado como candidato a la presidencia municipal.
Sin embargo, pese al desgarriate de los grupos de Morena por la dirigencia nacional y al debilitamiento de la “Sosa Nostra” –como popularmente fue motejado el grupo político del ex rector de la UAEH sujeto a proceso penal federal–, al PRI tampoco le será fácil derrotar a la alianza encabezada por el partido lopezobradorista.
Y es que además de la advertencia que recientemente hizo a los gobernadores para que no se entrometan en los comicios locales, el presidente López Obrador dijo muy ufano la semana antepasada que su “partido está hasta arriba” en las encuestas no obstante que “en Morena hay un desbarajuste” y que “lleva más de un año sin dirigencia”.
Por cierto, ¿qué tanto impactará también en el ánimo del electorado y de los gobernadores peñistas de Hidalgo y Coahuila el sorpresivo caso del general Salvador Cienfuegos Zepeda, ex secretario de la Defensa Nacional, detenido este jueves en el aeropuerto de Los Ángeles, California, por agentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA)?