Estudió en la UV dos licenciaturas: Medicina y Derecho.
Cursa dos doctorados, uno en Neuroderecho en el Instituto Nacional de Ciencias Penales, y otro en Ciencias en la UNAM.
15/10/2020, Xalapa, Ver.- Alery Platas Villa, oriunda de esta ciudad capital y egresada de la Universidad Veracruzana (UV), expresó orgullosa haber “borrado fronteras epistémicas”, al formarse multi, trans e interdisciplinariamente en el campo médico, jurídico, bioético, de las neurociencias y los derechos humanos (DDHH).
A principios de este mes, la Gaceta de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó: “Alery Platas Villa se convirtió en la primera persona en obtener su título de forma virtual al defender con éxito su tesis de maestría ‘Génesis de la axiología: perspectiva desde las neurociencias’, correspondiente al campo de conocimiento de Humanidades en Salud, dentro del campo disciplinario de Bioética del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud (PMDCMOS) de la UNAM”.
En la nota se cita que estudió en la UV dos licenciaturas: Medicina y Derecho. En entrevista para Universo, precisó que de la primera se tituló con la tesis “Axiología jurídica en el campo de la medicina”; mientras de la segunda el tema fue “Los valores en el campo jurídico, perspectiva bioética”.
Además, está en proceso de titulación de la Maestría Interinstitucional en Derechos Humanos –adscrita a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Universidad Autónoma de Baja California Sur, Universidad Autónoma de Campeche, Universidad Autónoma de Chihuahua, Universidad de Guanajuato, Universidad Autónoma de Tlaxcala, Universidad Autónoma de Tamaulipas y Universidad Iberoamericana, Ciudad de México/Tijuana. Ahí su investigación es “¿Las neurociencias pueden fundamentar los derechos humanos a partir del principio pro persona?”.
Por si fuera poco, cursa dos doctorados, uno en Neuroderecho y el otro en Ciencias, en el Instituto Nacional de Ciencias Penales y la UNAM, respectivamente, y los títulos de las tesis que trabaja son: “Neurociencias de la justicia: aproximación hacia los DDHH” y “Axiología neurobiológica de lo justo, consideraciones bioéticas”.
¿Qué detonó tu decisión de estudiar Derecho y Medicina? ¿Fue una a la vez o paralelamente?
Las estudié paralelamente en el sistema escolarizado. Inicié con Medicina, y en mi tercer año presenté el examen de ingreso para Derecho, el cual aprobé y decidí llevar ambas.
Fue posible ya que en Medicina fui parte de la primera generación con Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), lo cual me permitió acomodar horarios entre ambas carreras. De esa generación sólo dos personas lograron acabar la carrera en cuatro años, una fui yo, lo que permitió escalonar un año completo en mi formación médica y darme tiempo para terminar la Licenciatura de Derecho.
¿Qué te impulsó a estudiar ambas?
Brotó de varias fuentes. Inspiración, curiosidad. Mis padres siempre me han inspirado y la curiosidad me ha permitido acceder al conocimiento: ¿por qué pasa esto?, ¿cómo funciona esto?, ¿qué relación se puede encontrar?
Desde la preparatoria quise estudiar ambas, fue un reto, un propósito. Deduje que se complementaban más allá de lo típico (medicina legal, forense, derecho sanitario); sin embargo, en ese momento no sabía qué relación tenía la neuroanatomía con el derecho penal, por ejemplo.
Ahora sé que existe esa vinculación no tan típica y que lo que me llevó a estudiar ambas licenciaturas, esa curiosidad e inspiración, germinaron y me guiaron hacia conclusiones académicas que me llenan de satisfacción.
¿Luego de tu paso por la institución, qué significa la UV para ti, qué fue lo que más abonó a tu formación profesional?
La UV es la pieza medular para mi formación profesional, y a pesar de mi estatus de egresada, mi relación con la UV no finalizó, se fortaleció con un sentido de pertenencia, me siento muy orgullosa de ser una xalapeña que estudió no una, sino dos licenciaturas en la Universidad Veracruzana.
“El modelo educativo de la UV es sumamente importante y aproveché su flexibilidad. Fue una propuesta muy innovadora en su momento y un facilitador para construir y consolidar conocimientos”
La UNAM ha fortalecido y pulido mi formación, me siento muy orgullosa de pertenecer a ambas instituciones públicas de educación superior. Y sobre todo el reconocimiento, que es y siempre será compartido.
¿Qué tan difícil ha sido formarte multi, trans e interdisciplinariamente?
Nada difícil, al contrario: ser estudiante de dos campos tan diametralmente diferentes en la superficialidad me ha permitido, en lo profundo, borrar las fronteras epistémicas.
Imagina que estamos en clases de pintura y los colores representan campos de estudio; así, por ejemplo, el amarillo es derecho, azul es medicina, el rojo es matemáticas.
Nos dan un lienzo en blanco y si elegiste el color azul tendrás todos los tonos posibles de azules, tu dibujo será una oda al cielo, al mar, al lapislázuli. Si, además del azul, eliges el amarillo, puedes dibujar el sol, girasoles y estrellas.
Tu dibujo es un paisaje compuesto de dos colores, es diferente, se complementan los matices, son armoniosos, pero hay más: ahora fusionas el azul con el amarillo, nace el verde y tienes árboles, montañas, tortugas. No sólo se borraron las fronteras epistémicas, sino que se armonizaron y surgió una composición multi, trans e interdisciplinar.
Más allá de los fines y propósitos académicos y científicos de tu investigación de posgrado, ¿tiene algún objetivo en términos sociales?
Siempre debe existir el equilibrio en todas las esferas de tu vida. Estoy muy agradecida de mis circunstancias actuales. Llevo cinco años viviendo en la Ciudad de México, trabajo en el Centro Médico ABC, me desempeño como médico hospitalista.
También tengo una consultoría médico–jurídica, un proyecto muy satisfactorio pues me permite consolidar lo estudiado a un nivel práctico. En lo personal, disfruto mucho esta etapa de mi vida, la comparto con mi familia, quienes son el pilar más importante para sostener todo lo anterior.
¿Por qué tu interés en los DDHH?
La producción académica que he desarrollado se caracteriza por un escalamiento: parto de los valores, posteriormente hago un engranaje neurobiológico-social (que es la propuesta de cerebro axiológico), y escalo nuevamente hacia principios.
Lo anterior lo fundamento en términos de axiología jurídica y finalmente ambiciono consolidar lo previo a un nivel más universal que son los DDHH.
Es por ello que actualmente trabajo en la conformación neural de la justicia, primero como valor y secundariamente como principio jurídico universal, con relación inminente a los DDHH.
Es importante desarrollar propuestas que reconceptualicen y rompan paradigmas, que permitan la germinación de conocimiento desde otra perspectiva.