No pierdan de vista a Lima Franco
–Chopenjawer

La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) se creó, durante el sexenio de Javier Duarte en noviembre de 2012, uno de los años más difíciles para el gremio en Veracruz, pues meses antes arreciaron los asesinatos de periodistas.

Más allá de las historias que se cuentan, los crímenes en realidad nunca han sido resueltos y todo ha quedado en leyendas negras del crimen organizado.

De hecho, la idea de la CEAPP surge como una respuesta del gobierno para de alguna manera paliar (el poder) con la situación de violencia que afectaba al gremio. Meses antes de su creación, desde la oficina de Comunicación Social, entonces dirigida por Gina Domínguez Colío, consultaban a periodistas aliados sobre quiénes propondrían a la Comisión.

De allí salió la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la reconocida abogada Namiko Matzumoto, quien personalmente atendió a la familia del reportero Gregorio Jiménez de la Cruz (asesinado en febrero de 2014), y viajaba constantemente entre Palacio de Gobierno y Coatzacoalcos para tratar de aliviar un poco la situación, que se convirtió finalmente en el detonante de la salida de Gina Domínguez de la Coordinación de Comunicación Social.

Siempre hubo señalamientos y acusaciones («raro» que no los haya en gremio) de que los periodistas integrantes de la CEAPP eran cercanos al poder y la Comisión simplemente era un elefante blanco.

De hecho, a los actuales comisionados se les ha señalado de ser también parte de un grupo político que arribó al poder durante el yunato, cuando fueron reemplazados los anteriores comisionados nombrados en el duartismo.

Creo que, como en todo caso donde un periodista llega al servicio público, es difícil avanzar ante un gremio que tiene muchas diferencias, intereses y desencuentros. Un periodista dentro de un gobierno queda vulnerable porque se convierte en servidor público y blanco de críticas, ya ni se diga si realiza una mala labor o se convierte en un déspota. Un dicho común en este sentido es: «No es lo mismo ser borracho que cantinero», y también aplica para la CEAPP.

Una situación que regularmente prevalece y se comenta entre periodistas, es que la CEAPP no resuelve o apoya en situaciones de despidos en medios, sobre todo cuando a finales del sexenio de Duarte y bienio de Yunes Linares comenzaron los cierres de empresas de comunicación, y esta situación no ha cambiado en la actual administración de Cuitláhuac García.

Lo anterior obedece a una lógica sencilla: la principal entrada económica que durante décadas han tenido los medios de comunicación son los convenios con el gobierno en todos sus niveles, pero muchos de éstos ya han prescindido poco a poco de los servicios de los medios al darse cuenta que algunos simplemente no tienen ni lectores ni influencia, aunado a que las redes sociales llegaron a abaratar muchísimo el trabajo periodístico.

Es decir: mientras en un impreso una plana llegaba a costar hasta 50 mil pesos (por decir una cifra), una publicación en Facebook tiene mayor alcance, un público más seguro de llegar, más audiencia y con la ventaja de que puede ser definido de acuerdo al interés de la publicación, que también es controlada por el propio cliente, no por el medio; además de que cuesta muchísimo menos: son tarifas que van desde 50 pesos hasta lo que uno quiera invertir.

En lo general, creo que los problemas recientes más graves han sido en el plano de lo laboral, y muchos periodistas comentan que la CEAPP no les ha asesorado en esta situación. Tampoco es que se deje de lado el asunto de la seguridad, porque las amenazas contra trabajadores de medios siguen y seguirán, mientras no haya un castigo ejemplar contra los ejecutores, pero al final de cuentas es un trabajo que no le corresponde directamente a la CEAPP, sino a la autoridad ministerial/judicial.

Quizá donde de plano se tocó fondo en la CEAPP –de manera muy patética– fue cuando se le entregó un reconocimiento al secretario de Seguridad Pública de Yunes Linares, Jaime Téllez Marié. A ese grado se llegó, pero se entiende por las circunstancias y la cercanía de los comisionados con el exgobernador.

Hay peticiones que van desde la desaparición de la Comisión hasta su reestructuración. La primera, aunque suene muy radical, tiene como base el hecho de que poco se ha avanzado en el tema de la defensa de los periodistas y más ha crecido por la queja colectiva de que no los ayudan con su situación laboral.

Tampoco creo que esté todo tan de la patada en la CEAPP; se sabe de gente que se ha beneficiado con cursos, participación en certámenes de fotografía, trabajos de investigación, hasta becas para maestrías, etc.

Otra parte a considerar es que con la llegada de redes sociales creció en demasía el número de youtubers, feisbuqueros (algunos muy vistos, otros ni los pelan), que usando el membrete de «PRENSA» tienden a engañar, a manipular, extorsionar, abaratar el trabajo de quienes profesionalmente se dedican a esto. No digo que tampoco en el gremio existan muchas ovejas negras –de todo hay en la viña del Señor– pero de repente comenzaron a pulular personajes empíricos, poco éticos, que denigran la labor del oficio periodístico por simple hecho de tener un cacahuatito celular con cámara y cuenta del Feis.

En lo personal creo que la CEAPP (aunque su creación haya sido quizás una mera ocurrencia en el duartismo) sí marcó una pauta importante que ya se venía desarrollando en Veracruz para atender a un gremio muy desprotegido en el tema laboral y de seguridad. Por ejemplo, habrá que destacar la labor del fallecido abogado Gerardo Perdomo Cueto, quien tuvo una tarea durante el Fidelismo para conciliar periodistas con dueños de medios; también se creó la figura del Fiscal Especializado, que recayó en el abogado Mario Delfín.

A lo mejor la CEAPP lo que necesita es renovarse por completo; que se convirtiera en una especie de defensoría con abogados especializados en temas laborales o penales (por aquello del tema de seguridad), aunado al trabajo de un Consejo meramente honorario de periodistas, pues otra queja constante es el alto salario que devengan los comisionados por hacer poco o prácticamente nada, sumado a que pareciera una simple oficina burocrática.

La CEAPP se renueva en diciembre y ya incluso están destapando a candidatos, pero creo que antes debería haber un profundo análisis del trabajo de la CEAPP, si debe mantener la misma dinámica, o si debe renovarse o extinguirse, pues también tenemos enfrente una pandemia que va para largo y requiere muchos recursos para una población verdaderamente vulnerable.

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Se comenta que la secretaria de Turismo de Veracruz, Xochitl Arbesú, se enfermó de COVID19 y por eso se ha mantenido ausente del trabajo. Ya ve que no estuvo en la reunión del gabinete que se hizo en la sala de cine de Casa Veracruz, donde se supone que todos los secretarios de despacho y funcionarios de primer nivel se comprometieron a terminar el sexenio completito… ¿O será que se ausentó para no sumarse a esa promesa? Ya ve que se candidateaba a la alcaldía de Minatitlán…

OTRA NOTA: Que pese a los conflictos de Morena a nivel nacional, el que va muy bien posicionado para ser el próximo dirigente estatal, sin bronca alguna, va a ser el joven Esteban Ramírez Zepeta. Este fin de semana tuvo evento en grande en compañía de legisladores federales y locales y militantes del movimiento.

LA ÚLTIMA PORQUE YA ME PIQUÉ OTRA VEZ CON BREAKING BAD: Es domingo, la cadena televisiva ABC y el periódico The Washington Post publicaron sendas encuestas donde Joe Biden, candidato demócrata a la Casa Blanca, aventaja en 12 puntos al presidente Donald Trump (54% – 42%) en intención del voto rumbo a las elecciones del martes 3 de noviembre de 2020. La famosa joven ambientalista sueca Greta Thunberg pidió este sábado a los estadounidenses que también voten por el candidato demócrata Joe Biden… y acá en la aldea, el reconocido columnista Salvador García Soto habla de una amistad cercana entre en el candidato demócrata y la familia Alemán, de origenes veracruzanos: «No sólo Marcelo Ebrard tiene contactos con los demócratas, el candidato Joe Biden tiene dos amigos personales en México con quien tiene una relación de muchos años y de toda la confianza y cercanía: el empresario Miguel Alemán Velasco y su hijo Miguel Alemán Magnani. Los Alemán y Biden han convivido desde hace muchos años y esa amistad puede también ayudar al gobierno lopezobradorista a ‘suavizar’ cualquier recelo de los demócratas tras su apuesta a la campaña de Trump»… Aparte, Don Migue ya le dio su respaldo a Porfirio Muñoz Ledo para dirigente de Morena.

@pablojair