La desaparición de 109 fideicomisos que ayer aprobó Morena en la Cámara de Diputados para generarle una bolsa de 68 mil millones de pesos al Presidente López Obrador –en realidad es mucho menos, porque no todo es dinero del gobierno-, se ha visto como una disputa por los recursos públicos entre el gobierno y los partidos de oposición. A pesar de la enorme polémica nacional, pocos han medido el impacto en la vida cotidiana de los veracruzanos.

No es exagerado decir que todos salimos perdiendo, no sólo aquéllos beneficiarios directos de los programas que se financiaban con estos fideicomisos. El impacto para Veracruz es brutal. Un caso emblemático es la extinción del fideicomiso del Instituto Nacional de Ecología A.C., con sede en Xalapa. Se perderán $49.7 millones de pesos destinados a la investigación, la formación de recursos humanos y hasta el mantenimiento del maravilloso Jardín Botánico.

Y aunque la extinción no pega en el Presupuesto de la Universidad Veracruzana, sí lo hace en sus programas de investigación, ya que muchos académicos y científicos forman parte del Sistema Nacional de Investigadores (SIN). La UV perderá recursos muy importantes, como también lo harán todas las universidades públicas del país.

Otro golpe directo es al turismo veracruzano. Había dos fideicomisos hoy extintos que proveían de recursos a los 6 pueblos mágicos con que cuenta nuestro estado (Coatepec, Coscomatepec, Orizaba, Papantla, Xico y Zozocolco), lo que permitía el mantenimiento urbano y la difusión. También se cancelaron los recursos para la preservación de la zona arqueológica de El Tajín y el caso histórico de Tlacotalpan, considerados Patrimonio de la Humanidad. No habrá más dinero para la promoción turística, lo que genera miles de empleos en el estado.

Toda la comunidad científica ha mostrado su rechazo. Más allá de los prejuicios del Presidente, lo cierto es que en México sólo el gobierno destina recursos a la ciencia, a diferencia de como sucede en otros países. Veracruz se queda sin apoyo para la ciencia porque el Presidente se quedará con 28.6 millones del Fondo Mixto Conacyt para nuestro estado. No habrá recursos para el desarrollo científico, la investigación ambiental y la investigación del fomento regional y Xalapa, cuna de las artes y la cultura, se quedará sin apoyo para sus artistas.

Por ejemplo, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) tendrá que cancelar su desarrollo científico, entre ellos, 62 investigaciones que actualmente se realizan sobre el Covid19. Estudiantes veracruzanos que con esfuerzo realizan estudios en el extranjeros ya no contarán con apoyo para continuar.

El daño no termina ahí. Cientos de familiares de personas desaparecidas no podrán continuar su lucha por localizar a sus seres queridos. No habrá justicia. En Veracruz, donde defensores de Derechos Humanos y periodistas viven en riesgo constante, se cancelan todos los recursos para su atención y protección.

Se abandonan a empresas y emprendedores veracruzanos, porque en medio de la crisis por Covid19, desaparece el fondo de apoyo a las Pymes y los créditos a emprendedores. Los deportistas veracruzanos de alto rendimiento no tendrán recursos para su preparación para competencias internacionales y Juegos Olímpicos.

Los frenéticos defensores del Presidente y su gobierno aseguran que estos recursos seguirán fluyendo, aunque nadie sabe cómo, de dónde ni con qué mecanismo. Esto es absolutamente falso. En el dictamen, Morena aseguró que los 68 mil millones de destinarán a la atención de la pandemia y los programas sociales, no a lo que se usaban antes de desaparecer.

Han dicho también que se ocupará para garantizar la compra de la vacuna contra el Covid. Esto podría ser parcialmente cierto. Si la vacuna costara 100 pesos –las farmacéuticas han dicho que 3 euros equivalentes a 75 pesos-, el gobierno necesita 12 mil millones de pesos para comprar 120 millones de dosis y atender al 100 por ciento de la población.

Acusan de que se trataban refugios para la corrupción y la opacidad. Eso sí es cierto porque lo manejaban funcionarios del gobierno; el ejemplo es Ana Gabriela Guevara, acusada de robarse el dinero de los deportistas y a quien el Presidente le ha extendido un manto de impunidad. Si en este gobierno ya no hay corrupción, ¿entonces para qué desaparecerlos?

En el primer semestre del año, Pemex tuvo pérdidas por 606 mil millones de pesos, la más alta en su historia. El dinero del fideicomiso no alcanzaría siquiera para cubrir el 11% de esas pérdidas. Es la sinrazón del fanatismo.

Las del estribo…

1. Ahora que el Consejo de la Judicatura tiene la intención de indagar sobre los millonarios desvíos realizados en la Presidencia de Sofía Martínez Huerta así como la ilegalidad de algunos nombramientos, podrían empezar por investigar al oscuro personaje del área de recursos humanos que anda contratando personal de manera irregular, otorgando altas y bases sin restricción, con tabuladores altos y acomodando plazas a su conveniencia, aprovechando la inexperiencia de la nueva subdirectora. Se sorprenderían.

2. La denuncia del diputado e hijo desobediente Magdaleno Rosales levantó ámpula entre quienes han hecho del nepotismo una práctica común. Ahora resulta que a todos ofende. Tendrán que investigar también los señalamientos en contra del área de comunicación social, lo que confirmaría que son tan insaciables que hasta entre ellos se cobran mochada. ¡No tienen llenadera!