El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, planea participar en el segundo debate presidencial pese a haber dado positivo de Covid-19 el pasado 2 de octubre.
Así se lo confirmó a la CNN el director de comunicaciones de la campaña del republicano, Tim Murtaugh: “La intención del presidente es debatir”, expresó. De efectivamente tener lugar, el evento se llevaría a cabo el próximo 15 de octubre en Miami, en el estado pendular de Florida.
No obstante, todavía persisten numerosos interrogantes acerca de la factibilidad de hacerlo, al menos en el formato acordado. Debería estar confirmado por autoridades sanitarias que el presidente no es capaz de transmitir la enfermedad. A la vez, el ex vicepresidente y candidato demócrata, Joe Biden, debería manifestar su disposición a compartir un escenario con el mandatario, quien para entonces va a haber contraído el Covid-19 13 días atrás. Muchas personas que han contraído el virus o han estado expuestas a alguien que lo ha hecho permanecen en aislamiento durante 14 días.
El formato del evento también implicaría tener contacto con una mayor cantidad de personas. El segundo encuentro entre los candidatos será en modo Town Hall –término usado para describir una reunión entre habitantes de una ciudad y un funcionario- lo que implica que a él asistirán diversos votantes que interactuarán con ellos y les harán preguntas sobre sus campañas y sus planes para el futuro del país.
La campaña de Joe Biden no ha exteriorizado una postura respecto de la voluntad del mandatario de seguir adelante con los debates. El ex vicepresidente estuvo en Florida el lunes para realizar distintos eventos de campaña.
El estado tiene un peso clave en los comicios, considerando que es el territorio pendular que más votos electorales otorga al ganador. Según la última encuesta estatal recogida por el sitio especializado Fivethirtyeight -realizada entre el 30 de septiembre y el 1 de octubre- Biden supera a Trump 47 a 42 por ciento.
Trump anunció este lunes que dejará en horas de la tarde el hospital militar Walter Reed, donde fue internado el pasado viernes. “Dejaré el gran Centro Médico Walter Reed hoy a las 6:30 p.m. ¡Me siento muy bien! Que no los asuste el Covid. No dejen que domine su vida. Hemos desarrollado, bajo la Administración Trump, algunas drogas y conocimientos realmente grandes. ¡Me siento mejor que hace 20 años!”, expresó en su cuenta de Twitter.
No obstante, Sean Conley, médico personal de Trump, reconoció este lunes que el mandatario “no está fuera de peligro” y que se encuentra de hecho en un “terreno no explorado” por otros pacientes de Covid-19 debido al tipo de tratamiento que ha recibido.
En una rueda de prensa poco después de que el jefe de Estado anunciara que volverá a la Casa Blanca este lunes, Conley defendió la decisión de darle el alta hospitalaria al presidente después de solo tres días ingresado, en los que ha experimentado al menos dos episodios de bajas en su nivel de oxígeno en sangre. “No está fuera de peligro aún”, y habrá que esperar al próximo lunes para estar seguros de que lo está, aseguró a los periodistas presentes fuera del centro médico.
Trump, de 74 años y con sobrepeso, es un paciente con especial riesgo de desarrollar una variante seria de la COVID-19, por lo que se le ha sometido también a escáneres pulmonares y a un control exhaustivo de las funciones cardíacas, hepática y en los riñones.
Consultado por la prensa sobre si el mandatario tuvo neumonía, Conley evitó responder, citando la necesidad de mantener confidencialidad. Tampoco describió los resultados de los escáneres pulmonares, indicando únicamente que “se encontró lo que se esperaba”.
De efectivamente volver a la Casa Blanca, se espera que Trump -todavía posiblemente infeccioso- se aísle en la residencia presidencial junto a su esposa Melania, también positiva de Covid-19. No obstante, más allá de su presencia, el virus se ha esparcido por el Poder Ejecutivo y altas figuras del Partido Republicano.
Este lunes, la Secretaria de Prensa Kayleigh McEnany indicó que también dio positivo “luego de dar negativo de manera constante” desde el jueves, día en el que la infección de la asesora presidencial Hope Hicks encendió las alarmas. Expresó además que no presenta síntomas y que continuará trabajando de forma remota.
Además de McEnany, el listado incluye al jefe de campaña Bill Stepien; a la asesora de Trump Kellyanne Conway; al ex gobernador de Nueva Jersey Chris Christie; a la titular del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel; y a tres senadores republicanos (Mike Lee de Utah, Thom Tillis de Carolina del Norte y Ron Johnson de Wisconsin), así como el ayudante personal de Trump, Nick Luna.