“Gracias a Mafalda, muchos de sus hijos comenzaron a leer” Quino (DEP)

Desde ayer ya hay titular en el Centro SCT en Veracruz. Es el ingeniero Ramón Álvarez Fontán, egresado de la Universidad Veracruzana (UV).

Ya era más de un mes que permanecía acéfala esta dependencia federal y al escritorio del secretario de Comunicaciones y Transportes, ingeniero Jorge Arganis Díaz de Leal, llegó el Currículum Vite del veracruzano, vio su experiencia en el sistema carretero y no dudo en expedir su nombramiento.

El hecho de que Ramón Alvarez Fontán sea veracruzano y conozca la geografía de su estado natal es una ventaja porque de inmediato vendrá a dar continuidad al programa carretero y al sistema de comunicaciones y transportes 2020, así como encaminarse al proyecto de obras 2021.

Con la designación del ingeniero Ramón Álvarez Fontán, Veracruz recibe un importante bálsamo, ya que además cuenta con el apoyo y respaldo del secretario de Comunicaciones y Transportes, ingeniero Jorge Arganis Díaz de Leal, por lo que se le augura un buen desempeño, en términos de resultados, como servidor público.

Te quito a ti para ponerme yo

A principios de año del 2018, los mexicanos, y los veracruzanos por supuesto, ya estábamos hasta la madre de ver como los gobiernos priistas, panistas, perredistas, aliados con otros negocios electorales como el PVEM, el PT y otros vividores, disponían de los recursos públicos para su beneficio personal, usaban el poder para hacer fabulosos negocios o se coludían con sanguinarios miembros de la delincuencia organizada para que a los ciudadanos los secuestraran, los asaltaran, les robaran sus pertenencias y les cobraran “derecho de piso” gozando de su protección a cambio de un dinero, o sea los gobiernos les cobraban cuota a los delincuentes a cambio de impunidad.

Las leyendas urbanas que se contaban sobre estos abusos las respaldaban las mansiones que adquirían personajes como Javier Duarte, por ejemplo, quien sin tener nada, pero absolutamente nada antes de llegar a Veracruz con Fidel Herrera Beltrán como uno de sus colaboradores, se volvió inmensamente rico. Y aún sin alcanzar la gubernatura ya lo era (millonario), apenas había pasado por la Subsecretaría de Finanzas. Y qué decir de un Carlos Aguirre, un Edgar Espinoso, un Jorge Carballo, un Erick Lagos, un Adolfo Mota, un Gabriel Deantes, un Vicente Benítez  y muchos más, que de la noche a la mañana, por el solo hecho de haber sido titulares de una dependencia o desempeñar el cargo de “operadores políticos o puentes entre narcotraficantes y el jefe” se llenaron de dinero.

Insultantes mansiones, flotillas de camionetas blindadas del año, de carros deportivos, ranchos hasta en el extranjero, comían en los restaurantes más caros, se embriagaban con los vinos de mesa de mayor costo. Sus colaboradores los hacían sentir que tocaban el cielo con la punta de los dedos.

Fue cuando, cansados de esa grave situación que por otro lado mantenía condenada a la miseria al pueblo y a merced de la delincuencia, con una serie de matanzas espeluznantes, ejecuciones por todas partes, pero además encadenados al rezago social porque los recursos no aterrizaban en obras que representaran progreso, se tomó la decisión de echarlos del poder.

En consonancia una corriente de inconformidad encabezada por el político tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, que ofrecía un cambio, un combate frontal y decisivo a la corrupción, un nuevo país, acumulaba simpatizantes, ciudadanos que solo aspiraban a que los mafiosos que se mantenían en el poder se fueran para iniciar una nueva etapa, con la legítima esperanza de heredar a nuestros hijos y nietos y mejor lugar donde vivir.

Y sucedió. El voto popular en forma arrolladora retaco las urnas a favor de los candidatos de Morena, el movimiento social que debería convertirse en partido político, dentro del cual tendrían que venir los personajes que llegarían a poner orden el las instituciones del gobierno, a procesar a los ladrones y a limpiar de corruptos los espacios públicos, no a desaparecerlos porque esas instituciones eran producto de añejas luchas o la consolidación de proyectos bien diseñados destinados a engrandecer al país y al estado.

Estamos convencidos de que, quienes asumieron los principales cargos en el gobierno, no terminan aún de comprender las enormes expectativas de cambio que despertaron entre la sociedad. A casi dos años de este importante suceso que debió transformar de inmediato la forma de vida de los mexicanos y en nuestro caso de los veracruzanos, habrá que preguntarse: ¿se ha cumplido con lo que se pensó que pasaría, estamos mejor que antes, igual o peor?. La respuesta estará en la elección del año entrante, cuando los ciudadanos vuelvan a tener la oportunidad de decirle a su gobierno lo que opinan de su comportamiento en el poder.

Roban miles de millones y pagan migajas   

Fue realmente festivo enterarnos que el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, luego de andar a salto de mata, había sido detenido en Guatemala y que lo tenían recluido en la prisión de Matamoros, un cuartel militar en la ciudad capital, acusado de desviación y fraude del presupuesto federal y estatal por un monto que ascendería casi ¡60 mil millones de pesos!, eso sin saberse a ciencia cierta el monto que habría desviado el político veracruzano al erario público estatal, municipal y federal.

Sin embargo la lista de delitos era abundante:

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó que el exgobernador de Javier Duarte suma 60 denuncias por un monto superior a los sesenta mil millones de pesos por irregularidades en las cuentas públicas de los años 2011, 2012, 2013 y 2014, en su mayoría por simulación.

Javier Duarte compró casas, departamentos y bienes raíces en el extranjero por un monto total de casi ¡mil millones de pesos!. En la lista se encuentran las 19 propiedades de Miami adquiridas entre 2012 y 2013; otras propiedades se localizan en Nueva York, Texas, Florida, España, pero además en varios estados de la República Mexicana: Oaxaca, Veracruz, Campeche, la Ciudad de México y otras entidades.

El exgobernador de Veracruz construyó el Rancho las Mesas, un rancho de lujo en Valle de Barvo, Estado de México, con el desvío de recursos del presupuesto de Educación y Salud por doscientos millones de pesos. Una investigación de la ASF indica la desaparición de 315 millones 627 mil pesos que corresponden al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) entregados en 2013.

Información de la Secretaría de Hacienda indica que la deuda del Estado de Veracruz asciende a 45 mil 801 millones de pesos al cierre del 2016, Javier Duarte recibió una deuda de 21 mil 499 millones de pesos, lo que significa un endeudamiento de 24 mil millones de pesos en su sexenio.

El exgobernador de Veracruz Javier Duarte fue sentenciado por un juez a nueve años de prisión, por los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa; el exgobernador se declaró culpable durante una audiencia, a cambio de obtener una reducción de la pena en su contra. La sentencia comenzó a correr desde el 15 de abril de 2017, cuando el expriista fue detenido en Guatemala.

Como parte de la sentencia condenatoria, el juez federal Marco Antonio Fuerte Tapia, a petición de la PGR, autorizó el decomiso definitivo de 40 bienes inmuebles. Aunque ninguno estaba a nombre de Duarte, según la acusación, sí eran suyos pero fueron adquiridos por prestanombres. Entre esas propiedades se encuentran 21 terrenos ejidales en Campeche, tres departamentos en Santa Fe, cuatro departamentos en Ixtapa, dos propiedades en Polanco, una tercera parte en el rancho La Mesa en Valle de Bravo, y varios bienes más en Veracruz, o sea, le decomisaron la basura. Y lo peor, la sanción también incluye una multa ridícula de 58 mil 890 pesos y una amonestación verbal para que no reincida en este tipo de delitos. El juez decidió no fijar una reparación del daño, pues los delitos que se le imputan son de carácter formal y no generan alteración material.

Es difícil entender porque en las denuncias les documentan, bien, de manera legal, robos por miles de millones de pesos y a la hora de los juicios solo les quitar una cantidad mínima de lo que saquearon… ¿Cuál estado de derecho?.

Reflexión

Muy aventurada la oferta de la aspirante a la dirigencia nacional de Morena Yeidckol Polevnsky: “Vamos a ganar las 15 gubernaturas, vamos a arrasar en todas las contiendas y vamos a desaparecer a Acción Nacional”. O sea, lo que les preocupa es realmente el PAN.

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